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Infección por VIH/SIDA y conductas de riesgo

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Infecciones de transmisión sexual. ITS

Gráfico 6: Antecedentes de infección de transmisión sexual según porcentajes, en los internos de los edificios 2-4-5 del Internado Judicial de Lagunillas. Estado Mérida.

Fuente: ídem a gráfico 1.

En el gráfico 7 se observa cómo se distribuyen los tipos de infecciones de transmisión sexual en los internos del internado Judicial, destacando como porcentaje mayoritario la micosis genital con un 60%, seguido de un 22% de gonorrea, 10% de sífilis y un 8% de virus del papiloma humano.

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Tipo de infecciones de transmisión sexual

Gráfico 7: Tipos de infecciones de enfermedad de transmisión sexual en los internos de los edificios 2-4-5 del Internado Judicial de Lagunillas. Estado Mérida.

Fuente: Ídem a gráfico 1.

El tipo de hábito sexual más frecuente de la población carcelaria encuestada (78%) es el heterosexual, seguido de la relación hombre con hombre ( 14%) a la relación hombre con hombre y un 8% al grupo son bisexuales (gráfico 8).

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Homosexual, heterosexual, bisexual

Gráfico 8: Hábito sexual, según porcentajes en los internos de los edificios 2-4-5 del Internado Judicial de Lagunillas. Estado Mérida.

Fuentes: Ídem al Gráfico 1.

En el gráfico 9, más de la mitad de los internos (61%), tienen relación de pareja inestable, y el resto (31%) tiene pareja estable.

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Pareja estable o inestable

Gráfico 9: Tipo de relación de pareja, según porcentaje en los internos de los edificios 2-4-5 del Internado Judicial de Lagunillas. Estado Mérida.

Fuentes: Ídem al gráfico 1.

En lo que respecta al uso de preservativos la gran mayoría de los internos (85%) manifestó no usar preservativos, seguidos por 9% por algunas veces, 3% siempre, y sólo 1% casi siempre.

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Uso o no de preservativos

Gráfico 10: Uso de preservativos, según porcentaje en los internos de los edificios 2-4-5 del Internado Judicial de Lagunillas. Estado Mérida.

Fuente: Ídem al gráfico 1.

En el gráfico 11, se evidencian los posibles factores de riesgo según porcentajes estratificados en altos, medianos y bajos para el VIH/SIDA en los internos del Internado Judicial, destacando un mayor porcentaje (56%) para los factores de mediano riesgo, un 41% para los factores de alto riesgo y solo un 3% para los factores de bajo riesgo.

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Factores de riesgo de VIH-SIDA

Gráfico 11: Posibles factores de riesgo para el VIH/SIDA, según porcentajes, en los internos de los edificios 2-4-5 del Internado Judicial de Lagunillas. Estado Mérida. .

Fuente: ídem a gráfico 1.

En lo que respecta al gráfico 12, se realizó una comparación porcentual entre sexo y posibles factores de riesgo, encontrándose un mayor predominio para factores de alto riesgo en el sexo masculino (35%), un 26% para factores de mediano riesgo y ausencia de factores de bajo riesgo. Para el sexo femenino, el mayor porcentaje correspondió a los factores de mediano riesgo (30%), seguido de un 6% y 3% para factores de alto riesgo y bajo riesgo respectivamente.

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VIH-SIDA. Riesgo alto, medio o bajo

Gráfico 12: Posibles factores de riesgo para el VIH/SIDA, según sexo y porcentajes en los internos de los edificios 2-4-5 del Internado Judicial de Lagunillas. Estado Mérida.

Fuente: Ídem a Gráfico 1.

En la tabla 1, se aprecia la proporción de hacinamiento que presentan los internos por celda, observándose que en el edificio 2 y edificio 5 no se cumple con la proporción sugerida 1:11, igualmente ocurre en el edificio 4 en donde la proporción recomendada (1:2) por ser un área de máxima seguridad (aislamiento y castigo), tampoco se cumple.

Tabla 1. Proporción de hacinamiento, según edificios en los internos de los edificios 2-4-5 del Internado Judicial de Lagunillas. Estado Mérida.

Número de edificio Número de celda Número de camas Número de internos Proporción Interno: Celda.
Edificio 2 24 312 300 13:1
Edificio 4 18 36 70 5:1
Edificio 5 (anexo femenino) 5 58 64 13:1

Fuente: Ídem a Gráfico 1.

Para finalizar con la descripción de los resultados se realizó la determinación VIH/SIDA a través de la prueba de ELISA no se obtuvo ningún caso positivo en la muestra seleccionada.

DISCUSIÓN

El SIDA representa en la actualidad una de las enfermedades infectocontagiosa que ha producido gran número de personas afectadas en todo el mundo por lo que constituye un grave problema de salud pública. Las cárceles no son comunidades aisladas donde los prisioneros, el personal carcelario, y los visitantes entran y salen a diario constituyendo una fuente importante de propagación de la enfermedad (5).

En la población carcelaria se encontró que el grupo de edad predominante fue el de 28 a 37 años (40%). Al comparar los resultados de la investigación con los mencionados por otro autor (6) fueron parcialmente similares, describiendo que el grupo etáreo predominante fue de 31 a 40 años. (45%). Sí comparamos nuestros resultados con los obtenidos recientemente en otros estudios (7,8) las edades más afectadas fueron de 20 a 29 años (46%).

Se mencionan conductas inadecuadas que contribuyen con los factores de riesgo para el HIV / SIDA. Según ONUSIDA 1999, menciona factores específicos para VIH en las comunidades penitenciarias, uso de drogas, sexo desprotegido con penetración entre hombres, y por compartir instrumentos no esterilizados para tatuarse. En cuanto al tipo delito se agruparon en: alta peligrosidad (homicidios, violaciones y lesiones graves), mediana peligrosidad (tráfico de drogas, lesiones leves) y baja peligrosidad (atraco, hurto y estafa).

El mayor porcentaje de los internos (40%) fue de mediana peligrosidad especificado como delito por tráfico de droga, y baja peligrosidad (25%) por atraco (25%) y hurto (14%). Al comparar los resultados, los autores (9) encontraron que el delito predominante fue el de hurto (43%), seguido por tráfico de drogas en un 26%. Presumimos que estos hallazgos difieren significativamente debido a la inclusión del anexo femenino en este estudio, que en su gran mayoría (85%) de las internas están penadas y procesadas por el delito de tráficos de drogas, lo cual no fue descrito en el trabajo de investigación realizado por el mismo autor. Otro autor en la universidad de Carolina del Norte EE.UU. describe los tipos de delitos encontrados en una cárcel Federal en donde el tráfico de droga representó un 54%.(9)

Cuando analizamos las conductas riesgosas se encontró, uso de tatuajes en menos de la mitad de los internos (46%) atribuye al uso de tatuaje como una actividad de riesgo para el VIH/SIDA que más prevalece en las cárceles. Según estudios realizados, el uso de tatuajes es más frecuente en poblaciones adolescentes y en poblaciones carcelarias. Nuestros hallazgos difieren totalmente a los encontrados por los autores citados al inicio de la investigación, donde la mayoría si presentaban evidencias de tatuajes (10). El uso de drogas en la población carcelaria se describe que un 57% admitieron su consumo, de esta cifra obtenida la mayoría (59%) consumen marihuana, seguido de cocaína (24%) y bazuco (14%). Si comparamos nuestros resultados con los encontrados estudios que mencionan un 49% de la población carcelaria de estado de Baja California del estado México es adicta a las drogas ilícitas a predominio de heroína (11) En muchas prisiones el uso de drogas es muy común, puesto que el gran número de reos ya ingresan a la cárcel con la adicción y en general logran encontrar la manera de seguir consumiendo las drogas mientras están presos (5).

El uso de drogas intravenosas y de otras drogas ilícitas son prácticas de riesgos que pueden llegar a ocurrir dentro de una cárcel (12). El compartir el equipo de inyección es una vía más efectiva para la transmisión del VIH que el contacto sexual. Un estudio reciente en una cárcel de mujeres en la región de Sajonia Baja en Alemania, mostró que alrededor de una tercera parte de las prisioneras que fueron examinadas eran usuarias de drogas inyectadas, el 4.9% eran VIH positivas, comparado con el 0,5% de las mujeres que no se inyectaban (13).

En nuestra investigación encontramos que el antecedente de consumo es por vía inhalatoria (69%) y solo un 10% por vía endovenosa. Nuestros resultados difieren a los mencionados por la literatura en donde la vía de administración endovenosa es la más utilizada, representando alrededor de un 25% de todos los enfermos por VIH (14).

ONU/SIDA menciona que las transfusiones sanguíneas representan otro factor de riesgo para la infección de VIH/SIDA. En nuestra población de estudio se investigo sobre este antecedente que representó solo el 12% recibió transfusiones sanguíneas. Estos resultados son similares a los descrito por Meza (6) quien describió que solo el 15% de la población recibió transfusiones sanguíneas.

Para finalizar con los antecedentes patológicos de los internos describiremos la presencia de las enfermedades de transmisión sexual, encontrándose, que casi las ¾ partes (70%) respondió no haber padecido ninguna enfermedad de transmisión sexual y más de la cuarta parte (30%) refirió haber padecido alguna de estas patologías, destacando con un porcentaje mayoritario la micosis genital (60%), seguida de Gonorrea (22%), Sífilis (10%) y solo un 8% correspondió a la infección por Virus del Papiloma Humano. (6) indicó que la enfermedad de transmisión sexual más frecuente fue la Gonorrea (32%) y que en más de la mitad de los internos manifestaron no haber presentado enfermedad de transmisión sexual. En las cárceles venezolanas, las actividades sexuales coaccionadas, y voluntarias entre personas del mismo sexo y la escasez de preservativos contribuyen a predominio de enfermedades venéreas (6).

Los aspectos de la vida sexual de los internos son determinantes en la aparición de vih/SIDA, el hábito sexual más frecuente fue el Heterosexual (78%), seguido por relación hombre con hombre(14%) y solo 8% para los bisexuales. Cuando comparamos nuestros resultados con los obtenidos por un autor de la localidad (6) en su investigación el hábito sexual predominante fue el heterosexual (94%) y solo 6% para el hábito bisexual. Sin embargo Stephens (12) realizó en Atlanta un estudio mencionando que el 56% de los internos fueron heterosexuales y 44% no heterosexuales. Para ese mismo año (13) describió un 71% de hábito heterosexuales, seguido de un 28.8% de Homosexuales ó bisexuales en un estudio realizado en una cárcel de Norte de la India. En un centro penal periférico de Honduras encontró que un 16% de los internos presentaban hábito bisexual. En Río de Janeiro, Brasil, reveló que el 73% de la población masculina de las prisiones habían tenido algún contacto sexual con otros hombres durante su estancia en las prisiones (14).