Inicio > Enfermedades infecciosas > Infección por VIH/SIDA y conductas de riesgo > Página 3

Infección por VIH/SIDA y conductas de riesgo

El tipo de relación de pareja fue inestable (61%) y más de la cuarta parte (31%) fue catalogada como estable. Cuando no referimos al número de pareja los internos mencionaron en un 40% poseer de 3 a 4 compañeros sexuales, seguido de un 32% con una pareja, y 22% con dos parejas. Meza (6) mencionó en su investigación que la relación de pareja inestable representó el 40%, relación estable 58% lo cual difiere de nuestros resultados.

Un investigador de Honduras observó que 72% de los internos de un centro penal periférico de Honduras presentaban prácticas sexuales promiscuas. Es importante reconocer la responsabilidad de ambos miembros de la pareja para identificar conductas de riesgo, muchas personas con VIH negativas desconocen el estado de salud de su pareja con respecto al VIH y simplemente por el hecho de estar casada asumen no tener riesgo, de igual forma las personas con VIH positivo pueden asumir que su pareja es VIH positivo y no sugieren el uso de condón (14).

En lo que respecta al uso de preservativos la mayoría de los internos manifestaron no usar preservativos (85%) y algunas veces solo un 9%. en una cárcel Distrital del Norte de la India el 80% de los internos no usan preservativos (6) describió en su investigación en la antigua cárcel de Mérida que los internos no utilizaban preservativos(76%) y menos de la cuarta parte si lo utilizaban. Nuestros resultados podrían explicarse por información aportada por estudios realizados en las cárceles venezolanas donde se evidencia la incapacidad de los servicios médico de proporcionarle preservativos a los internos, lo que favorece la aparición del VIH/ SIDA.

En lo referente a factores de riesgo estratificados en altos, medianos y bajos para el VIH/SIDA en los reos del internado Judicial, destacando un mayor porcentaje de 56%, para los factores de mediano riesgo, un 41% para los factores de alto riesgo y solo un 3% para los factores de bajo riesgo. Hubo un mayor predominio para factores de alto riesgo en el sexo masculino (35%), un 26% para factores de medianos riesgo y ausencia de factores de bajo riesgo. Para el sexo femenino el mayor porcentaje correspondió a los factores de mediano riesgo (30%), seguido de un 6% y 3% para factores de alto riesgo y bajo riesgo respectivamente.

En cuanto a la proporción de hacinamiento que presenta los internos por celda, se encontró un 100% de hacinamiento, en el edificio 2 y edificio 5 (anexo femenino) no se cumple con la proporción sugerida 1:11 según normas del Ministerio de Justicia contempladas para el Internado Judicial de Mérida, obteniendo 1:13 ,para el edificio 4 la proporción recomendada es 2:1 por ser un área de máxima seguridad (aislamiento y castigo) obtuvimos 1:5 demostrando de esta forma que tampoco se cumple la proporción. Uno de los problemas fundamentales de las cárceles del país es que albergan entre tres a cinco veces su capacidad y algunos presos no poseen celdas, duermen en pasillos estrechos, en hamacas colgando (14).

En nuestro trabajo de investigación se realizó la determinación VIH a través de la prueba de ELISA no encontrándose ningún caso positivo para el momento de la toma de la muestra. Al comparar nuestros resultados en el ámbito nacional encontramos que la División de Medicina Integral del Ministerio de Interior y Justicia en su informe epidemiológico E.P.I. 15 y E.P.I. 14 del año en curso detectaron en todas las cárceles del país un total de 23 casos confirmados para VIH. . Meza, (6) en estudio realizado en la cárcel de Mérida observo una prevalencia para VIH de 0,51% y Seamark en una prisión Australiana informo una prevalencia de 0.4% de casos.

Las cárceles y los prisioneros pueden mostrarse renuente a ofrecer pruebas voluntarias para la detección de VIH, ya que si los reclusos obtienen resultados positivos ellos por ley deberán tener acceso a las medicinas costosas (12). Simultáneamente se realizo en una cárcel distrital del Norte de la India una prevalencia de 1.3% confirmado por Western Blot. (22). Según trabajos similares (23) se realizó determinación de VIH en tres centros penitenciario en Sao Paulo Brasil encontrándose una prevalencia de 14.4% confirmadas por Western Blot.

CONCLUSIONES

Se concluye que las conductas riesgosas están dadas por las infecciones de transmisión sexual, la más frecuente fue la micosis genital. No usan preservativos, tienen antecedente del consumo de marihuana, han recibido transfusiones sanguíneas y están hacinados, lo que se corresponde con un riesgo mediano de padecer la enfermedad.

REFERENCIAS DOCUMENTALES:

1) Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. 1998. SIDA/ ETS. Boletín de Vigilancia Epidemiológica del Sida en Venezuela 1982-1997.

2) Osorio M. 1984. Diccionario de ciencias jurídicas, políticas y sociales. HELIASTA S.R.L. Buenos Aires Argentina. pp: 108,603,609,663.

3) Garay j. La nueva constitución. Gaceta Oficial 5453 del 24 de marzo del 2000. Caracas Venezuela. pp: 40-1,115.

4) Organización de Naciones Unidas. 1999. El Sida en el mundo. http: //www. latinoamérica.org.ar.htm.

5) Onusida. 1997. las prisiones y el sida http: //lucas.funsalud.org.mx/sidalac/onusida/doc:

6) Meza H. 1998. Frecuencia de HIV en el internado judicial del Estado Mérida, pabellones 3 y 4. Facultad de Medicina. Universidad de Los Andes. Tesis de grado para optar al título de especialista de medicina interna.

7) Gómez, E .2000. Las cárceles de Venezuela. 1977. 2da ed. SELEVEN S.A. Caracas Venezuela. pp: 60-86-9.

8) Cotran R, Kumar V, Collins T. 2000. Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida in: patología estructural y funcional. 6ta ed. MCGRAW-HILL Interamericana. pp: 252-54-58-63.

9) Mariner J. 1998. Castigo antes del juicio, condiciones de las prisiones en Venezuela. http: //www.hrw.org/spanish/report/venpris.html.

10) Ucsf. 2000. Que papel juegan las prisiones en la prevención de VIH. Y ETS. http: //www.caps.ucsf.edu/spinmatetext.

11) García C, Goterris M. 1998. Diferencia entre conocimientos y actitudes frente al sida en población adolescente. Atención Primaria 22:27-32.

12) Stephens T, 1999. Conductas riesgosas en las cárceles. MC Graw Hill Interamericana. pp: 72-83.

13) Parada J. 1998. Estudio del nuevo modelo de gestión administrativa del internado judicial del estado Mérida. Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. Universidad de Los Andes. Informe de pasantía. Mérida Venezuela.

14) Lozano A, 1989. HIV. Prevención en las prisiones. Obstáculos y oportunidades. 109: 615-24.