Comportamiento de las patologías pulpares inflamatorias en pacientes de 15 y más años.
Resumen
Se realizó una investigación con diseño descriptivo, prospectivo de serie de casos, para caracterizar a los pacientes de 15 y más años de edad portadores de patologías pulpares inflamatorias que acudieron a la consulta de Estomatología del ASIC Santa Cruz de Caracas, Venezuela en el período desde Noviembre (2010-2011). La muestra fue de 192 pacientes coincidiendo con el universo de estudio. Los pacientes firmaron el consentimiento informado, se les realizó anamnesis profunda, examen oral y extraoral y los datos obtenidos se vaciaron en el formulario de urgencias estomatológicas confeccionado para esta investigación.
Comportamiento de las patologías pulpares inflamatorias en pacientes de 15 y más años.
2010-2011.
Autora: Dra. Aleanet Mulet Macía (1)
Tutor: Dr. Alexander González Mateo. (2)
(1) Especialista de primer grado en Estomatología General Integral.
(2) Especialista primer Grado en Estomatología General Integral.
(2) Master en Salud Bucal Comunitaria.
República Bolivariana de Venezuela. Distrito metropolitano de Caracas. Misión médica cubana
Jornada científica de base. Caracas, 2011.
Las patologías pulpares inflamatorias se presentaron con predilección en el sexo masculino y en el grupo de 35-59 años. Predominó el nivel educacional primaria terminada. La causa que más predominó fue la caries dental afectando con mayor frecuencia al mismo grupo de edades. La patología pulpar más frecuente fue la pulpitis aguda irreversible y los dientes más afectados los posteriores fundamentalmente los molares inferiores. Recomendamos realizar un estudio más profundo y abarcador de las principales causas de las patologías pulpares inflamatorias, haciendo énfasis en aquellas que dependen del profesional y que le permitan adoptar medidas preventivas para evitarlas.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA
OBJETIVOS
DISEÑO METODOLÓGICO
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
CONCLUSIONES
RECOMENDACIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ANEXOS
INTRODUCCIÓN
Varias son las enfermedades que llevan a los pacientes a acudir a una consulta de urgencias, pero la gran mayoría corresponde a patologías pulpares y periapicales, debido a la sintomatología dolorosa que las caracteriza. Es evidente que en estos casos, para una correcta indicación de tratamiento, es de suma importancia el establecimiento de un diagnóstico más preciso. De este modo, el profesional deberá buscar la correlación de la sintomatología dolorosa con otros aspectos clínicos, o lo que podrá representar lo más aproximadamente posible el estado fisiopatológico de la pulpa y los tejidos periapicales, lo que contribuye a un perfecto diagnóstico y permite señalar la terapéutica ideal de preservación de la vitalidad de la pulpa o no.
Nunca podemos dejarnos llevar por aquellos pacientes que agobiados por el dolor llegan a nosotros para que se les haga la extracción dentaria, cuando se puede resolver su situación con un tratamiento endodóntico parcial o total y muchas veces con solo un buen tratamiento operatorio. En la actualidad, gran parte de los tratamientos que se realizan en la clínica son debidos a patologías que afectan a la pulpa y al periápice. (1, 2, 3)
La pulpa es un tejido ricamente vascularizado e inervado, delimitado por un entorno inextensible como es la dentina, con una circulación sanguínea terminal y con una zona de acceso circulatorio –periápice de pequeño calibre. Todo ello, hace que la capacidad defensiva del tejido pulpar sea muy limitada ante las diversas agresiones que pueda sufrir. El tejido pulpar también puede ser afectado por una infección retrógrada, a partir de los canalículos dentinarios, desde el ligamento periodontal o desde el ápice durante un proceso de periodontitis. (4,5)
Debido a las diversas causas que producen una patología pulpar y periapical, el proceso patogénico básico que se desarrolla es el de la respuesta inflamatoria. La pulpa va a reaccionar originando una pulpitis, inflamación que ocurre como respuesta a mecanismos directos e inmunitarios. (6, 7)
Las infecciones producidas por microorganismos anaerobios y bacterias gram negativas son una de las causas más importantes que pueden afectar a la pulpa. Estas infecciones pueden llegar a la pulpa a través de la corona o de la raíz del diente.
Las caries, las fisuras o fracturas y los defectos del desarrollo dentario son las causas más frecuentes de infección a través de la corona. Por la raíz son las caries del cuello, las bolsas periodontales y las bacteriemias. Algunos autores citan la pulpitis por anacoresis y explican que las bacterias pueden circular a través del torrente sanguíneo y colonizar zonas donde, gracias a un irritante físico o mecánico, está facilitada la inflamación pulpar. (7,8)
Entre otras causas podemos señalar los traumatismos agudos, como las luxaciones, fisuras y fracturas; traumatismos crónicos como el bruxismo y la abrasión, o bien iatrogénicos como los movimientos ortodóncicos, preparación de cavidades o tallados dentarios. El uso de instrumental rotatorio sin refrigeración adecuada, materiales como la godiva, gutapercha caliente o el fraguado de acrílicos, generan un calor excesivo que puede producir daño pulpar. Las grandes restauraciones metálicas, que transmiten intensamente los cambios de temperatura, sobre todo el frío, pueden llegar fácilmente a la pulpa sin una protección entre la obturación y la misma produciendo dolor; si el estímulo es prolongado e intenso, provoca una pulpitis; los cambios térmicos moderados pueden estimular la formación de dentina de reparación.
El electrogalvanismo producido por la presencia en el medio bucal de restauraciones con distintos metales puede producir descargas eléctricas con la consiguiente afectación de la pulpa. Las variaciones bruscas de presión producen una liberación de burbujas de gas nitrógeno de la sangre, dando lugar a las barodontalgias. Las radiaciones en