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Creencias en salud. Un enfoque teórico para la prevención de ITS/VIH/SIDA en adolescentes

clara tendencia al inicio del interés sexual y el comienzo de las relaciones sexuales más precoces. (3)

Ha existido un incremento en los últimos añosde las infecciones de trasmisión sexual (ITS) en la adolescencia, atribuible a los cambios frecuentes de parejaque se arriesgan al mantenerrelaciones sexuales desprotegidas. (4)

Las infecciones de trasmisión sexual (ITS) constituyen un importante problema de salud a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calculado que anualmente aparecen más de 340 millones de casos nuevos de infecciones de trasmisión sexual (ITS) curables y aproximadamente 5,3 millones de nuevos individuos infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH); además, son un conjunto heterogéneo de infecciones transmisibles que se presentan en todos los grupos de edad (con mayor frecuencia en personas de 15 a 50 años), y cuyo elemento fundamental en común es el compartir la vía sexual como mecanismo de trasmisión. (5)

Las infecciones de trasmisión sexual (ITS) abren las puertas al Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida), amenaza de la humanidad. Hoy se conoce que tienen 6 veces mayores posibilidades de adquirir el sida quienes posean el antecedente de una infección de trasmisión sexual (ITS). (6)

Tras analizar algunos aspectos sobre la conducta sexual de los jóvenes, surgen varias interrogantes al respecto: ¿por qué razón los adolescentes se exponen a situaciones que implican riesgo para su salud?, ¿carecen de información?, ¿les falta concienciación?, ¿desconocen el riesgo de las relaciones sin protección?, ¿qué elementos obstaculizan la puesta en práctica de las medidas que les protegen de la infección? Se ha tratado de dar respuesta a estos interrogantes desde las diversas aproximaciones teóricas.(7)

El modelo de creencias de salud (Becker, 1974) se enmarca entre las teorías del valor-expectativa, y supone que las conductas de protección están en función de:

a) la percepción subjetiva del riesgo que corre el sujeto de contraer una enfermedad.

b) la gravedad percibida acerca de la enfermedad: la seriedad que el sujeto le atribuye, incluyendo consecuencias médicas como el dolor y la muerte, y también sociales y económicas.

c) los beneficios esperados por la puesta en práctica de las conductas de protección.

d) las barreras percibidas, o los costes derivados de realizar un comportamiento saludable. Estos inconvenientes pueden derivarse de la peligrosidad del comportamiento, por su coste económico, por lo desagradable de su ejercicio, o por el tiempo requerido. El sujeto sopesa los costos de poner en práctica la conducta preventiva y los beneficios que puede obtener.

e) las señales de atención que le recuerdan al sujeto la realización de actuaciones preventivas.

Páez, Ubillos, Pizarro y León (1994) aplican este modelo a la prevención del sida, señalando que para que un adolescente adopte conductas de prevención deben darse cinco elementos: a) que perciba el sida como una enfermedad grave, b) que esté realmente en riesgo o sea susceptible de adquirirlo, c) que conozca los mecanismos de prevención, d) que se encuentre motivado para ponerlos en práctica, y e) que cuente con los recursos necesarios para implantar finalmente las conductas de protección. (7)

En este contexto se plantea el problema de investigación siguiente: ¿Cómo favorecer la educación sexual de los adolescentes del centro mixto “Juventino Alarcón Reyes” de San Ramón?

Objetivo General

Identificar conocimientos, creencias y prácticas sexuales en los adolescentes del Centro Mixto Juventino Alarcón Reyes de San Ramón.

Métodos

Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal a los estudiantes de 9no grado, se tomó una muestra de 23 estudiantes.

Criterios de inclusión: Se incluyeron edades comprendidas entre 12 y 14 años

Criterios de exclusión: Los estudiantes de otras escuelas y los que se negaron a participar.

Las variables cualitativas se describieron mediante distribución y porcientos. Se elaboró una base de datos y la información se procesó en el programa SPSS versión 11,5 para Windows. Los resultados se expresaron en tablas para su mejor comprensión y la redacción se realizó en una computadora compatible. Se utilizó un sistema operativo Windows XP con el programa Microsoft Word Office 2003 Profesional.

Resultados

En el 39.1% de la muestra o sea 23 participantes fueron del sexo masculino y 14 para un 60.9% del sexo femenino que como se puede observar es la mayoría de los estudiantes intervenido. (Tabla 1)

Tabla 1. Distribución de los estudiantes según el sexo.

Sexo – Número – %

  • Masculino – 9 – 39,1
  • Femenino – 14 – 60,9
  • Total – 23 – 100

Susceptibilidad percibida

El 43.5% de la muestra piensan que sin protegerse no pueden contraer una infección de trasmisión sexual (ITS), que no tienen ninguna probabilidad de infestarse.

 El 34,7% de las personas, creen o piensan que le puede suceder y el 21,8% de los adolescentes tienen percepción de riesgo al que se exponen o han estado expuesto puede suponer otro factor condicionante del comportamiento. Dicha percepción puede estar relacionada, por ejemplo, con la idea que uno tiene de su pareja y de lo que significa fidelidad -o monogamia; de la edad; de la tendencia sexual; de la autoimagen; de factores culturales, educativos e intelectuales; etc

En el 43.5% de los sujetos no hay susceptibilidad percibida ya que no identifican las enfermedades y daños relacionados con la salud que producen las ITS/VIH/Sida

Tabla 2. Distribución de los estudiantes según la percepción del riesgo.

Percepción del riesgo – Número – %

  • Alto – 5 – 21,8
  • Medio – 8 – 34,7
  • Bajo – 10 – 43,5
  • Total –  23 – 100

Severidad percibida

El 65,2% de los adolescentes no conocen cuan grave estas infecciones de transmisión sexual y todas las consecuencias negativas en relación con la familia, el estudio, el trabajo. Solo el 8.7% conocen a su totalidad las infecciones de trasmisión sexual (ITS) que existen y cuanto puede afectar en sus vidas.

El 65.2% de la muestra no hay conocimiento sobre la severidad percibida con respecto a las infecciones de transmisión sexual y el VIH/sida.