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Sondaje vesical en Enfermería

Nélaton. Su uso es para cateterismos intermitentes, para diagnosis, tratamientos, instilaciones y para control de diuresis. Son más rígidas, por lo que permite que la luz del catéter sea más grande aunque el diámetro exterior sea igual de estrecho que el resto de las sondas; de este modo, el drenaje es más efectivo. Presenta mejor tolerancia que el látex y por otra parte es más barato que los de silicona. Por otro lado son sondas que tienen una rápida incrustación por lo que no están indicadas para largo plazo.

Clasificación según calibre:

El calibre de la sonda se expresa según la escala francesa de Charriére (Ch). Corresponde a 1/3 de mm (0,33mm) y miden la circunferencia externa. Es una medida que se utiliza para expresar el calibre de diferentes instrumentos sanitarios tubulares. Las escalas French (FR) y French Gauge (FG) significan lo mismo. Los calibres se deben seleccionar según sexo, edad y características del paciente.

Por otro lado tenemos la longitud de la sonda, y la elección varía dependiendo del tamaño de la uretra y del propósito del cateterismo. Se expresa en centímetros o en pulgadas (25mm).

Los calibres de cada sonda, aparecen escritos en el envoltorio y en la propia sonda y en ocasiones, se diferencian por un código de color.

Para una buena elección de sonda es importante saber que la uretra del varón oscila entre 20 y 30 Ch, y el de la mujer entre 24 y 30 Ch. Por norma general se empieza sondando a los varones con sondas de calibre 14-18 Ch, y a mujeres con sondas de calibre 16-20 Ch, con longitud estándar para ambos (41 cm).

Clasificación según tipo de sonda:

TIPOS DE SONDA VESICAL

  • Ver Tabla nº1: Tipos de sonda vesical (al final del artículo)
  1. COLECTORES: (3)

Existen diversos tipos de colectores de orina. Principalmente se pueden dividir en colectores cerrados y abiertos. Los primeros tienen la ventaja de tener una llave de paso al final de la bolsa (Figura2); esto permite el drenaje de la orina directamente desde la bolsa sin tener que cambiarla manipulando la sonda (evitando el riesgo de infección). Los circuitos abiertos solo tienen la bolsa conectada al tubo de drenaje, de forma que cuando la bolsa se llena, tenemos que desconectarla de la sonda y colocar una nueva (la bolsa abierta se utiliza normalmente en sondajes intermitentes). También podemos encontrar colectores más específicos con urinómetros (Figura 1, al final del artículo) para control de diuresis más exacta y dispositivos para fijación en pierna para pacientes ambulantes.

– Ver Figuras Nº1 y Nº2 (al final del artículo): colectores cerrados y abiertos (al final del artículo)

  1. CONTRAINDICACIONES: (1, 4)

En general, las causas más frecuentes en las que está contraindicado el uso de cualquier tipo de sondaje vesical a través de la uretra se puede resumir en:

  • Alteraciones anatómicas del tracto urinario, lesiones uretrales.
  • Sospecha de rotura uretral.
  • Prostatitis aguda.
  • Incontinencia urinaria: el sondaje vesical no está indicado como primera opción, sino que antes se intentará una reeducación vesical o uso de colectores o pañales.
  1. COMPLICACIONES: (1)
  • ITU (Infección del tracto urinario)
  • Perforación uretral o vesical.
  • Retención urinaria por obstrucción en la sonda.
  • Estado de inquietud y agobio relacionado con el disconfort que produce al paciente la tenencia de la sonda vesical.
  1. INFECCIONES DEL TRACTO URINARIO MOTIVADAS POR SONDA PERMANENTE: (2, 7)

Se calcula que entre el 15% y el 25% de los pacientes ingresados en el hospital, son sometidos a un cateterismo vesical; y estos, sufrirán una infección del tracto urinario en un porcentaje del 10%.

Los microorganismos patógenos penetran a través de dos vías en el tracto urinario: la vía intraluminal (por migración retrograda del sistema de drenaje), y por vía extraluminal (a través del “pasaje urinario”, que existe entre la sonda y la uretra). Aunque algunos autores hablan de otra vía de acceso, que sería la del momento del sondaje; que consistiría en el arrastre de microorganismos patógenos por una cateterismo vesical no estéril.

Las bacterias implicadas en la infección urinaria permanente, son muy variadas en el ambiente hospitalario aunque la E. Coli, es el microorganismo más común. Los síntomas comunes de infección urinaria son el aumento de la temperatura, escalofríos, dolor en flanco suprapúbico, orina turbia o mal oliente y hematuria. Normalmente, la mayoría de estas infecciones cursan de forma asintomática y se resuelven mejor tras la retirada de la sonda con tratamiento antibiótico.

Estudios multicéntricos realizados en unidades de cuidados intensivos muestran que las infecciones del tracto urinario (ITU) asociadas al sondaje vesical prolongan la estancia media en el hospital de 2,4 a 4,5 días y llevan asociado un aumento de la mortalidad intrahospitalaria. Debido a la importancia de las infecciones del tracto urinario (ITU) y al riesgo que conllevan, un componente fundamental en el manejo del paciente con sondaje vesical permanente es la prevención de complicaciones infecciosas, utilizando buenas prácticas y potenciando la formación de los diferentes profesionales implicados.

  1. SONDAJE VESICAL EN HOMBRES: (1, 3, 4, 5)

Preparativos: La técnica debe realizarse en equipo (enfermera, auxiliar de Enfermería). La primera se encargará de realizar la técnica estéril, y la segunda de la técnica no estéril.

Valoración y recopilación de datos: Valorar e identificar posibles contraindicaciones, alergias o patologías que puedan dificultar el sondaje, recopilando información de la historia clínica (pacientes prostáticos, estenosis de uretra, cateterismos traumáticos o dificultosos previos, alergias al látex…).

Informar al paciente de la técnica a realizar: Utilizar un lenguaje acorde y adecuado al nivel cultural e intelectual del paciente, y disponer las medidas necesarias para asegurar la intimidad. Escucha activa para recoger sus dudas y temores para poder dar una respuesta que sea adecuada.

Reunir todo el material necesario: Se debe hacer acopio de todo el material necesario tanto para la técnica