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Tumores ginecológicos benignos. Revisión bibliográfica

de la mama, clínicamente, los fibroadenomas son palpables, cauchosos o gomosos, con bordes suaves y bien delimitados, estos tiene un tamaño promedio de 2.5cm aproximadamente y en alrededor del 10% de los paciente se tienden a encontrar lesiones múltiples. El crecimiento es bastante lento, aunque es algunos casos puede ser rápido. La conducta a seguir es expectante a menos que haya un crecimiento muy rápido o que el paciente quiera que la masa sea retirada.

Existe controversia respecto a la respuesta hormonal o no de los fibroadenomas durante el ciclo menstrual, sin embargo son los que más responden a cambios hormonales mayores, esto se evidencia por su aumento de tamaño durante el embarazo y su tendencia a la desaparición en la menopausia, tampoco producen dolor.

La primera prueba diagnóstica que se debe realizar es la ecografía observándose un nódulo con ecos homogéneos en su interior y límites bien definidos; sirve para guiar la punción aspiración, que es aconsejable realizarla en todos los fibroadenomas.

La conducta en estos pacientes varía, dado que es una patología de mujeres jóvenes, raramente es indicada la mamografía, por lo que se debe usar la ecografía y si la lesión es visible, hacer una biopsia eco-dirigida.

Si la biopsia nos dice que es un Fibroadenoma, tenemos dos opciones, retirarla quirúrgicamente o revisar a la paciente cada 6 meses con ecografía, si la masa no crece, se le puede hacer un control anual, sin embargo, la gran mayoría de las pacientes, prefiere la cirugía.

En caso de múltiples lesiones, se puede hacer biopsia con aspiración por aguja fina de una o dos de las lesiones, si éstas nos muestran un Fibroadenoma, podemos suponer que el resto también lo son.

También se puede dar la presentación de fibroadenomas juveniles o gigantes (>5cm), estas pueden incluso deformar el seno por su tamaño, incluso puedes duplicar su tamaño de 3 a 6 meses y llegar hasta 15 a 20cm, por lo que se recomienda su extracción quirúrgica con biopsia escisional.

Los fibroadenomas y los tumores de phylloides (antes llamado cystosarcoma de phylloides) pueden estar relacionados, ante cualquier dificultad que tenga el patólogo para diferenciarlos, se debe extraer totalmente la lesión.

Papiloma Intraductal: Papilomas en los conductos galactóforos, son pólipos verdaderos de epitelio, su localización es más frecuente en la areola, con un pico de incidencia alrededor de los 50 años, aunque se puede presentar prácticamente a cualquier edad.

Se presentan usualmente por secreción sanguinolenta o serosanguinolenta a través del pezón, que es por lo general, espontaneo e intermitente, en ocasiones se puede palpar un tumor retroareolar, suave que no es más que el conducto dilatado por el contenido hemorrágico, cuando se presenta como tumor, es duro, de superficie lisa o levemente irregular, con bordes bien delimitados y relativa movilidad, el hacer presión sobre éste puede desencadenar secreción sanguinolenta, aunque también se pueden presentar como pequeñas masas palpables o como zonas de mayor densidad en la mamografía. El 75% es retroareolar.

El tratamiento consiste en la resección quirúrgica del tumor o del sector origen del derrame o si se encuentra multicentricidad, una resección de todos conductos terminales de la mama.

Hamartoma: También llamados adenolipoma, fibroadenolipoma o mastoma, dependiendo de las características, se trata de tumores mixtos, generalmente con componentes lipomatosos y fibroadenomatosos. Se dan en todas las edades y son fácilmente delimitables y extirpables. Son benignos y no aumentan el riesgo de cáncer.

Adenosis esclerosante: Adenosis como tal, se refiere a un aumento en la cantidad terminal de ductos o acinos, la más conocida o de más frecuente aparición clínica es la adenosis esclerosante, esta entra, así como los fibroadenomas en la A.N.D.I.

Estos acinos se encuentra con un lumen pobremente formada y se encuentran distorsionados y comprimidos.

Usualmente estas lesiones son encontradas incidentalmente, aunque también pueden presentarse como masas palpables o alteraciones (calcificaciones) en la mamografía. Al examen físico, así como histológica y radiológicamente, este tumor puedes ser confundido con un carcinoma tubular, por lo que pruebas inmunohistoquímicas (calponina, p63, miosina de músculo liso) se realizan para asegurarse de que la capa de células mioepiteliales esté intacta, lo que nos indica que la lesión es benigna, mientras si no lo está, nos indica una lesión maligna.

Alteraciones fibroquísticas: Es un conjunto de cambios encontrados en la mama y que deberían llamarse cambios fibroquísticos, son los más comunes de todos los cambios benignos, estos se encuentran normalmente en la mama y son hallazgos histológicos que no deberían usarse y que no se relación siempre con la clínica. Histológicamente se pueden encontrar varias cantidades de fibrosis y quistes, si se encuentra mayoritariamente fibrosis la lesión pasa a llamarse Mastopatía fibrosa. Pueden también encontrarse calcificaciones, signos de inflamación crónica con linfocitos y macrófagos, metaplasia apocrina e hiperplasia ductal o lobular, esto es, histológicamente.

Se cree que estas alteraciones fibroquísticas son por una respuesta exagerada a los cambios y ciclos hormonales en la mujer, la incidencia se encuentra principalmente entre los 20 y 50 años y es rara después de la menopausia a menos que haya uso exógeno de hormonas.

Lo signos y síntomas clásicos de las alteración fibroquística incluyen engrosamiento y aumento de la densidad de los senos, excesiva nodularidad y rápidos cambios y fluctuaciones en el lugar de las áreas císticas, todas estas características destacan en la etapa premenstrual del ciclo sexual femenino, el dolor suele ser inespecífico y difícil de ubicar, con un predominio por los cuadrantes superoexternos, usualmente el dolor se puede irradiar a hombros. En casos de dolor severo localizado, la causa es el rápido crecimiento de un quiste.

Tenemos tres puntos que podrían ser los causantes de estos síntomas:

1. Formación de quistes

Estos aunque pueden ser solitarios, son principalmente múltiples y bilaterales, a la palpación en el examen físico, estos tienen ciertas características, por ejemplo, cuando tenemos varios quistes juntos y pequeños, vamos a tener una sensación de «perdigones».

Sobre todo las lesiones únicas causan gran preocupación a los pacientes, ya que a la palpación son duras y más aún cuando logran percibirse en las mamografías por la calcificación de los productos dentro del quiste.

2. Fibrosis

Los quistes, pueden romperse, el material interno de estos llega al estroma adyacente, causando inflamación crónica y la cicatrización nos da un aspecto fibroso que contribuye a la dureza de la masa.

3. Adenosis

Como ya se explicó antes la adenosis consiste en un aumento en la cantidad terminal de ductos o acinos por lobulillo, esta se puede dar fisiológicamente en