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Acciones profilácticas para la disminución de las infecciones nosocomiales en Cuidados Intensivos

de aumentar», confirma el presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), Francisco Álvarez, para quien, las previsiones «son poco halagüeñas». Por este motivo, quizá uno de los principales factores de su gravedad es el retrasado diagnóstico y tratamiento, «y por cada hora de retraso se incrementa su riesgo de muerte», explica Álvarez, quien considera «vital» para su control que «en cada hospital la sepsis se diagnostique y se trate precozmente, de manera que los enfermos no lleguen al grado de mayor complejidad, y que por tanto sean menos los pacientes que necesiten entrar en la UCI». (4)

En España se calculan más de 140.000 casos anuales de sepsis que requieren hospitalización, de las cuales 20.000 mueren; lo que significa que mueren más personas por una sepsis que por cáncer como el de mama, colon, páncreas o próstata, y 13 veces superior a los fallecidos en accidentes de tráfico. La incidencia está aumentando.

En la última década el número de ingresos hospitalarios por sepsis se ha doblado. Los pacientes que ingresan en el hospital por sepsis presentan mayor gravedad y tienen estancias más prolongadas que los que ingresan por otros motivos. La mortalidad de los pacientes que ingresan por sepsis es del 17%, mientras que la de los que ingresan por otros motivos es del 2%. De los pacientes que sobreviven a la hospitalización, los que ingresaron por sepsis tienen mayores posibilidades de necesitar el ingreso en centros de larga estancia o residencias asistidas. La mitad de los pacientes que ingresan por sepsis en la UCI son de origen comunitario, la otra mitad son de origen nosocomial. La sepsis se diagnostica tarde, y ello aumenta la mortalidad. Gran parte de esta mortalidad es evitable, porque el inicio rápido de medidas simples, como la fluidoterapia y los antibióticos, reduce la mortalidad en un 50%. (4)

El coste de la asistencia a la sepsis es enorme: en EEUU, entre 1997 y 2008, el coste de la asistencia de cada paciente ingresado por sepsis aumentó un 12% anual (corregido por la inflación), aproximadamente US$22.100, con un total de $16.7 billones anuales. En el Reino Unido 0,42 a 0,49 billones de euros. En Alemania, en la última década el coste de la hospitalización por sepsis se ha doblado, de 25.000 a 55.000 €. En España, un episodio de bacteriemia asociada a catéter venoso central cuesta 18.000 €.

Globalmente, el mayor coste se debe a las infecciones del sitio quirúrgico, que son mucho más frecuentes. En América Latina, la literatura sobre sepsis refleja la ausencia de un consenso sobre las definiciones clínicas, lo que dificulta hacer estudios apropiados para medir la magnitud del problema. Sin embargo, la heterogeneidad de los datos de incidencia y mortalidad sugiere que la situación de la sepsis en América Latina podría ser peor que la de los países desarrollados. (5)

Dentro del campo de la sepsis, las infecciones nosocomiales o en su concepto más amplio infecciones relacionadas con el cuidado sanitario (IRCS) constituyen en la actualidad uno de los principales problemas en las unidades de cuidados intensivos (UCIs). (6-9) El efecto negativo de su aparición, consiste en aumento de estadía, mortalidad, así como de costos sociales y económicos. (10)

Internacionalmente se ha descrito que la prevalencia de infecciones relacionadas con el cuidado sanitario (IRCS) a nivel hospitalario puede variar entre 6 y 13% de acuerdo a las características del centro. (11) Sin embargo, a nivel de las UCIs la prevalencia es mayor debido a la mayor gravedad de los pacientes y el empleo de técnicas invasivas entre otros factores.

La infección nosocomial alcanza su máxima expresión en los pacientes críticos hospitalizados en servicios de UCI ya que en ellos se concentran los cuatro factores determinantes de esta complicación: paciente susceptible, alteración de barreras defensivas, transmisión cruzada y ecosistema seleccionado. Si a lo anterior se suma otro factor de riesgo invocado en la aparición de la sepsis nosocomial como lo constituyen las enfermedades subyacentes, crónicas o debilitantes del paciente que ingresa a la UCI es lógico suponer que el riesgo aumenta considerablemente. (12)

La mayoría de las infecciones detectadas en las Unidades de Cuidados Intensivos se relacionan con la utilización de dispositivos que alteran las barreras defensivas naturales y favorecen la transmisión cruzada de los agentes patógenos. En ocasiones las infecciones se presentan en forma de brotes epidémicos, cuyos orígenes son la presencia de reservorios inanimados (ventiladores mecánicos, nebulizadores, sistemas de monitorización) y/o de portadores crónicos entre el personal técnico. Paralelamente, en las UCI se observa la aparición de microorganismos patógenos con elevados patrones de resistencia, asociados a la presencia simultánea de numerosos factores que facilitan la multirresistencia. (13)

Con respecto al microorganismo, una gran parte de los casos de sepsis la causan bacterias gramnegativas, principalmente Escherichia coli, Klebsiella spp y Pseudomona aeruginosa. Sin embargo, desde 1980 se ha observado un aumento en la incidencia de sepsis por bacterias grampositivas, como Streptococcus pneumoniae y Staphylococcus aureus, así como por hongos, especialmente por especies de Cándida y Aspergillus. (14)

La resistencia a los antibióticos y el uso inadecuado de los mismos constituyen temas de gran importancia para la salud tanto en Europa como en el resto del mundo. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (CEPCE), una agencia de la UE, calcula que cada año la resistencia antimicrobiana es la causa de 25.000 muertes y acarrea unos costes de más de 1.500 millones de euros en concepto de gastos sanitarios y pérdidas de productividad.

En los últimos cuatro años se ha registrado una considerable tendencia al alza de resistencia combinada a múltiples antibióticos en los casos de Klebsiella pneumoniae y Escherichia coli en más de un tercio de los países de la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo. Además, en varios Estados miembros, entre el 25% y algo más del 60% de casos de infección sanguínea por Klebsiella pneumoniae se ha observado una resistencia combinada a múltiples antibióticos.

Al mismo tiempo se viene reportado cepas de Staphylococcus aureus resistentes