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Estilos de vida saludables en trabajadores

asigne esta Ley y su Reglamento.

Artículo 40. Los Servicios de Seguridad y Salud en el Trabajo tendrán entre otras funciones, las siguientes:

  1. Asegurar la protección de los trabajadores y trabajadoras contra toda condición que perjudique su salud producto de la actividad laboral y de las condiciones en que ésta se efectúa.
  2. Promover y mantener el nivel más elevado posible de bienestar físico, mental y social de los trabajadores y trabajadoras.
  3. Identificar, evaluar y proponer los correctivos que permitan controlar las condiciones y medio ambiente de trabajo que puedan afectar tanto la salud física como mental de los trabajadores y trabajadoras en el lugar de trabajo o que pueden incidir en el ambiente externo del centro de trabajo o sobre la salud de su familia.
  4. Asesorar tanto a los empleadores o empleadoras, como a los trabajadores y trabajadoras en materia de seguridad y salud en el trabajo.
  5. Vigilar la salud de los trabajadores y trabajadoras en relación con el trabajo.
  6. Suministrar oportunamente a los trabajadores y las trabajadoras los informes, exámenes, análisis clínicos y paraclínicos, que sean practicados por ellos.
  7. Asegurar el cumplimiento de las vacaciones por parte de los trabajadores y trabajadoras y el descanso de la faena diaria.
  8. Desarrollar y mantener un Sistema de Vigilancia Epidemiológica de accidentes y enfermedades ocupacionales, de conformidad con lo establecido en el Reglamento de la presente Ley.
  9. Desarrollar y mantener un Sistema de Vigilancia de la utilización del tiempo libre, de conformidad con lo establecido en el Reglamento de la presente Ley.
  10. Reportar los accidentes de trabajo y las enfermedades ocupacionales al Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales, de conformidad con el Reglamento de la presente Ley.
  11. Desarrollar programas de promoción de la seguridad y salud en el trabajo, de prevención de accidentes y enfermedades ocupacionales, de recreación, utilización del tiempo libre, descanso y turismo social.

CONCLUSIONES

La prevalencia que poseen los trabajadores de contraer enfermedades no solo cardiovasculares sino de origen metabólico, bebido a la alta incidencia de llevar estilos de vida poco saludable. Llama especialmente la atención como, para ellos estos estilos forman parte de su vida cotidiana convirtiéndose no solo en condiciones de vida sino en hábitos que poco a poco van destruyendo su salud sin ellos darse cuenta.

A medida que el mundo se va desarrollando, las personas que en él se desenvuelven se convierten en sujetos altamente capaces de decidir de acuerdo a sus preferencias, y aquí entra la elección de comidas, hábitos de alimentación, actividad física y en ocasiones de manera inconscientes se convierten en potenciales de adultos enfermos. Es ahí cuando se debe actuar y hacer que el individuo logre identificar hábitos alimentarios inadecuados y como sustituirlos por otros saludables para el beneficio de su propia salud, promoviendo la implementación de actividad física logrando así que todos sean físicamente activos disminuyendo la latencia de riesgos de enfermedades cardiovasculares y metabólicas.

Por otra parte la promoción de la salud es un tema prioritario en la Psicología de la salud, y se refiere al desarrollo y fortalecimiento de aquellas conductas y estilos de vida que conducen a lograr un estado de vida saludable. Existe una clara relación entre la conducta de las personas y su estado general de salud, el estilo y calidad de vida determina cómo se siente la persona en términos de salud. Definitivamente existen hábitos, producidos por la forma de vida de las urbes y por la sociedad de consumo, que son nocivos para la salud, tanto física como psicológica, el tema de la promoción de estilos de vida saludables, el cual es deseable y probable. El artículo resultará de interés para todo individuo preocupado por cambiar y mejorar su actual estilo de vida, así como de las personas que le rodean

En las dos últimas décadas estamos asistiendo a un cambio vertiginoso en los estilos de vida dicho cambio no ha tenido lugar de un modo abrupto, más bien ha sido propiciado por un monto de factores que han sucedido a lo largo del siglo XX: en primer lugar, como ya hemos señalado, las principales causas de muerte ya no son las enfermedades infecciosas sino las que provienen de estilos de vida y conductas poco saludables. En segundo lugar, el incremento en los costes de los cuidados médicos ha dado lugar a que se busquen nuevas alternativas, en concreto, enseñar a las personas conductas saludables que puedan disminuir su riesgo de enfermar. En tercer lugar, la salud ya no se conceptualiza como la ausencia de enfermedad sino que se entiende la misma como un estado positivo, de bienestar (Stone, 1979).

Lo que sí está claro es que más pronto o más tarde los programas para promover estilos de vida adecuados, para prevenir y cambiar comportamientos inadecuados, causantes de la gran parte de la morbilidad y mortalidad de nuestra sociedad, se irán imponiendo por su racionalidad, eficacia y eficiencia.

REFLEXIONES

  • Dar a conocer los resultados.
  • En virtud de los hallazgos encontrados los autores recomiendan la realización de exámenes medico preventivo en forma periódica.
  • Establecer programas de promoción de estilos de vida saludable en la población estudiada a fin de prevenir y detectar de manera temprana factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  • Promover la publicación de la investigación.
  • Seguir en estudio de la investigación, con una muestra mayor.