Estrategia de intervención educativa a padres o tutores para el manejo disciplinario de escolares
Aunque la violencia se distingue de los hechos no intencionales que ocasionan lesiones, la presencia de la intención de usar la fuerza no significa necesariamente que haya habido la intención de causar daño. Puede haber una considerable disparidad entre la intención del comportamiento y las consecuencias. Muchas veces el empleo de la fuerza es evidente pero no existió la intención de lastimar.
Estrategia de intervención educativa a padres o tutores para el manejo disciplinario de escolares
Autor: Magalis Matos Matos.
Especialidad: Medicina General Integral.
Títulos: Especialista de primer Grado en MGI. Máster en Atención Integral al Niño.
RESUMEN
Aunque existe una divergencia entre las sociedades y las culturas en cuanto a las diferentes formas de disciplina nos hacemos partícipes de la idea de que los hombres y las mujeres de todas partes tienen el derecho de vivir su vida y criar a sus hijos sin el temor de la violencia. Por lo que realizamos un estudio de intervención educativa sobre métodos disciplinarios utilizados por padres o tutores de escolares desde Diciembre del 2006 a Mayo del 2008 en el CMF # 40 del Policlínico Ernesto Guevara con el objetivo de proporcionarle entrenamiento para el manejo adecuado de los menores.
Confeccionamos una encuesta que fue aplicada antes y después de la intervención que contenía variables relacionadas con la identificación de los métodos disciplinarios violentos y no violentos, el desarrollo psicológico de las edades y así evaluar los resultados. Se evidenció la falta de conocimiento en la totalidad de padres o tutores en cuanto a desarrollo psicológico de las edades y métodos disciplinarios no violentos, al final se logró la adquisición de conocimientos y una modificación del comportamiento positivo de los padres o tutores respecto a los niños.
PALABRAS CLAVE: Intervenir para proporcionar entrenamiento para el manejo de los menores.
INTRODUCCIÓN
Podría afirmarse que la violencia siempre ha formado parte de la experiencia humana. A pesar de que ella siempre ha estado presente, el mundo no tiene que aceptarla como una parte inevitable de la condición humana. Siempre ha habido violencia pero también siempre han surgido sistemas -religiosos filosóficos, jurídicos y comunitarios para prevenirla o limitar su aparición. (1-3)
Menos visible, pero aún más difundido es el legado del sufrimiento individual y cotidiano: el dolor de los niños maltratados por las personas que deberían protegerlos, de las mujeres heridas o humilladas por parejas violentas, de los ancianos maltratados por sus cuidadores, de los jóvenes intimidados por otros jóvenes y de personas de todas las edades que actúan violentamente contra sí mismas. Este sufrimiento es un legado que se reproduce a sí mismo a medida que las nuevas generaciones aprenden la violencia de las anteriores, las víctimas aprenden de sus agresores y se permite que perduren las condiciones sociales que favorecen la violencia. (4-10)
Aunque la violencia se distingue de los hechos no intencionales que ocasionan lesiones, la presencia de la intención de usar la fuerza no significa necesariamente que haya habido la intención de causar daño. Puede haber una considerable disparidad entre la intención del comportamiento y las consecuencias. Muchas veces el empleo de la fuerza es evidente pero no existió la intención de lastimar.
Según las características de los que cometen el acto de violencia esta puede ser: auto infligido, colectivo e interpersonal y esta última puede ser comunitaria o familiar. (1,3,5,8)
El proyecto de estudios mundiales de Maltrato en el Entorno Familiar (WorldSAFE) midió la frecuencia de los comportamientos de castigo de los padres, quedando claro que el castigo físico severo por los progenitores no está confinado a unos pocos lugares o una sola región del mundo y en cuanto a las formas más moderadas de castigo físico existe una divergencia entre las sociedades y las culturas ya que éstas no se consideran maltrato en todo el mundo y en otros lugares se valora como inadmisibles tales formas de disciplinas. (1,2,8,11)
Por otra parte nuestra provincia también identifica El maltrato a menores como un problema de salud y en estudios realizados se ha comprobados que el bajo rendimiento escolar y las malas relaciones sociales son frecuentes en niños sometidos a este y sugieren que el tratamiento interdisciplinario coordinado del maltrato infantil puede reducir la aparición de nuevos daños y que es posible modificar los conocimientos sobre este. (2,7)
El maltrato a menores es una temática de actualidad no sólo del mundo sino también en Cuba, aunque resulta difícil diagnosticar la magnitud del mismo, éste provoca repercusiones no solamente en la esfera física, sino también en la esfera psicológica. (3,4,7,10) ¿Queremos para nuestros hijos una vida sumergida en la violencia? ¿Podemos hacer algo a favor de ellos? Desde el imaginario social comunitario creemos que sí, por cuanto ningún país, ninguna ciudad, ninguna comunidad es inmune a esta expresión de la violencia familiar, nosotros tampoco estamos inermes ante ella. (2,12-20) Por eso proponemos este trabajo de intervención educativa, conociendo la efectividad de esta, estamos dispuestos a desempeñar nuestro papel en su prevención, en la búsqueda por conocer mejor nuestra realidad y dar solución a uno de los problemas que perviven en nuestra sociedad.
Material y Método:
Se realizó un estudio de intervención educativa para determinar el de conocimiento de los padres o tutores de escolares acerca del conocimiento de los métodos disciplinarios no violentos y desarrollo psicológico de las edades interviniendo de forma tal para proporcionarle entrenamiento a los mismos para el manejo adecuado de los