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Bibliografía. Relación de la infertilidad con las Infecciones de Transmisión Sexual

fertilidad (49).

Algunos estudios sugieren que cuanto más alcohol consuma una mujer, que excedan una o dos copas al día, menores van a ser sus probabilidades de quedar embarazada. Un estudio danés, publicado en 1998, sugiere que si bien a las mujeres con alto consumo de alcohol les lleva más tiempo quedar embarazadas, no hay ningún estudio que indique que una ingesta moderada produzca un importante daño en la fertilidad femenina. Por otra parte, un estudio publicado en Fertility and Sterility reveló que había una reducción de la fertilidad en las mujeres que bebían tan solo una copa al día como promedio. En los pacientes que eran fumadores y que también ingerían bebidas alcohólicas se detectó una reducción estadísticamente significativa del volumen de semen y de la concentración de espermatozoides, el porcentaje de espermatozoides móviles, así como un aumento significativo de gametos inmóviles viables, al compararlos con hombres que ni fumaban ni bebían o que solo fumaban. No se encontraron cambios morfológicos en los espermatozoides de estos hombres (97).

Significación clínica de la presencia de leucocitos

Entre 4 y 10% de los casos de esterilidad masculina se atribuyen a inflamación del tracto genital. La inflamación produce infiltración del líquido seminal con leucocitos, los que alteran la función espermática, disminuyendo la motilidad, desencadenando prematuramente la reacción de acrosoma y disminuyendo la capacidad de fusión al ovocito. Asimismo, la contaminación leucocitaria es nociva para las poblaciones espermáticas, debido a la producción de radicales libre de oxígeno (ERO) (98).

La presencia de estrés oxidativo tiene lugar cuando hay una producción excesiva de especies reactivas de oxígeno por parte de los leucocitos, o por los espermatozoides anormales, y/o se produce una disminución de la capacidad antioxidante del semen. Se ha descrito que la presencia de radicales libres de oxígeno es una causa importante de lesión en el ADN del espermatozoide (99).

Los leucocitos que infiltran el líquido seminal provienen en 50 a 60% de la próstata y de las vesículas seminales. Es por ello que las infecciones de estas glándulas accesorias se traducen en un aumento de leucocitos inflamatorios en el eyaculado. Una de las mayores dificultades para el diagnóstico de procesos inflamatorios del tracto genital masculino reside en la falta de síntomas, por lo que es imprescindible una adecuada detección y clasificación de los leucocitos presentes en el líquido seminal (98,100).

El espermatozoide es una célula altamente susceptible al daño inducido por la liberación de radicales libre, ya que su citoplasma es escaso y lo deja desnudo frente a la agresión por radicales libres. Los antioxidantes presentes en el plasma seminal son los encargados de la defensa del espermatozoide frente a un estrés oxidativo, y las enzimas y las vitaminas antioxidantes juegan un papel primordial. El desequilibrio entre la producción de radicales libres y antioxidantes, puede inducir cambios en la fisiología espermática, trastornos de la fecundación y alteraciones de la información genética que posee el espermatozoide

El Oxígeno (O2) actúa como aceptor final de electrones en la cadena respiratoria mitocondrial, una consecuencia directa de este proceso es que en el intermedio se forman varias moléculas con diferente grado de oxidación, algunas de las cuales también pueden entregar uno o dos electrones al O2 y producir intermediarios parcialmente reducidos, tales como anión superóxido, peróxido de hidrógeno, radical hidroxilo, radicales alcoxi, peroxi y peroxinitritos, entre otros

La fuente más importante de anión superóxido (O2 -) es la cadena respiratoria en la mitocondria, Otra fuente de O2 la constituye la fagocitosis por los leucocitos polimorfo nucleares y macrófagos; al producirse el “estallido respiratorio”

En la espermatogénesis se pierde una gran proporción del citoplasma, sitio que se caracteriza por poseer una abundante actividad antioxidante.

La formación de ERO en exceso produce un desequilibrio con la capacidad antioxidante del espermatozoide, e inicia una reacción en cadena que propaga el efecto oxidativo a través de toda la membrana y los demás espermatozoides; así, se pierde la fluidez de la membrana; como consecuencia, los espermatozoides que generan niveles altos de ERO son incapaces de realizar el proceso de reacción de acrosoma. La GSHPx, la SOD y la CAT se encuentran entre los principales antioxidantes presentes en el plasma seminal, pero, en el semen de pacientes donde se ha detectado una gran producción de ERO, el espermatozoide y el plasma seminal no están en condiciones de neutralizar completamente los radicales antioxidante deficiente

Muchos análisis han confirmado que cuando hay infiltración de leucocitos en grandes cantidades dentro del eyaculado, como ocurre en casos de infección del tracto genital, se pueden detectar altos niveles de ERO

A medida que el estrés oxidativo se incrementaba, los espermatozoides exhibían un daño significativo del DNA y continuaba expresándose y elevándose la capacidad de fusión espermatozoide-ovocito. Cuando los niveles de estrés oxidativo estuvieron a niveles más altos, se observaron tasas altas de fragmentación del DNA y los espermatozoides mostraron una pérdida de su capacidad de movimiento y fusión al oocito Estos mecanismos de óxido-reducción pueden elevar o interrumpir la integridad funcional y genómica del espermatozoide humano; además, demuestran que la capacidad de fertilización del espermatozoide puede darse aun con un daño en su DNA (101).

Un ADN anormal puede conducir a alteraciones en estos procesos la fertilización, el desarrollo del embrión y para el correcto desarrollo fetal y postnatal. El ADN del espermatozoide es normalmente resistente a diversos tipos de agentes. En varios estudios recientes se plantea la posibilidad de que, en la actualidad, la fertilidad masculina esté disminuyendo debido a anomalías del mismo, ya que puede afectar la fertilidad in vivo e in vitro.

La causa de la infertilidad en varones estériles con parámetros seminales normales se podía relacionar con la presencia de un ADN anormal en el espermatozoide.

Aunque el análisis del semen constituye un pilar esencial para la evaluación de la esterilidad, en muchos casos no permite detectar la presencia de alteraciones sutiles en el espermatozoide.

Es posible que los parámetros sistemáticos del semen no siempre sean indicativos de la calidad de la ADN del espermatozoide. Los pacientes pueden tener espermiogramas normales y seguir siendo estériles.

Si el ADN del espermatozoide presenta lesiones, puede dar