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La sangre. Importancia en la práctica médica

La sangre. Importancia en la práctica médica

Resumen:

En este artículo se hace una revisión de los aspectos fisiológicos relacionados con la circulación extracorpórea, de las estrategias de ahorro sanguíneo y de las consecuencias sistémicas de la transfusión de componentes sanguíneos. Y finalmente se trata de identificar las mejores estrategias que conduzcan a una disminución del impacto de la cirugía sobre la coagulación. En el apartado de discusión, se pueden observar los distintos estudios a favor y en contra de la utilización del PRP encontrados en la literatura, y a continuación se apuntan los posibles riesgos recientemente atribuibles al empleo del PRP para terminar con una breve revisión de estudios comparativos de diversos métodos de obtención y activación del PRP. Por último, se establecen una serie de conclusiones y se expone la bibliografía consultada.

La sangre importancia en la práctica médica.

Autores: Elizabeth Ortiz Manrique. Estudiante del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Villa Clara Dr. “Serafín Ruiz de Zárate Ruiz”. Villa Clara. Cuba

Dra. Elda Areli Manrique Rionda. Especialista de primer grado en Gastroenterología. Master en Procederes diagnósticos en el nivel primario de salud.

Palabras clave: Cirugía cardiaca, sustitutos sanguíneos, circulación extracorpórea

INTRODUCCIÓN

El origen de la vida se encuentra en el océano. La ciencia lo ha dicho repetidas veces, pero ya antes, algunos “tipos” listos, como el filósofo Tales de Mileto, lo habían adivinado. La evolución desembocó en organismos cada vez más complejos que se fueron alejando del mar externo, aunque sólo mediante la estrategia de “asumirlo” dentro. (1)

Porque hay un mar interior, indispensable: la sangre. La sangre, ese oro líquido, rojo, ha fascinado a los poetas, seducido a los guerreros, asombrado a los científicos. Por no hablar de los vampiros. (1)

Para hacernos una idea de la importancia de la sangre basta un sólo dato: todos los órganos de nuestro cuerpo funcionan gracias a ella. Sus cometidos principales son, por un lado, llevar oxígeno y alimento a todas las células del cuerpo y, por otro, retirar el anhídrido de carbono y demás sustancias de desecho producidas por el cuerpo.

Todas y cada una de las células del cuerpo le deben la vida: a la sangre. (1) La sangre es un tejido conjuntivo líquido, cuyas células fluyen rodeadas de una sustancia intercelular denominada plasma, a través de un sistema cerrado de vasos sanguíneos. Permite la nutrición, comunicación, protección y reparación de los diversos tejidos del organismo. (2)

Representa 1/13 del peso total del cuerpo humano (5 litros en una persona de 65 kg. de peso) y circula por las arterias y las venas. Es de color rojo vivo en las arterias y oscuro en las venas. El 55% de la sangre está formado por un líquido llamado plasma en el que están en suspensión diversas células: glóbulos rojos (43%), glóbulos blancos y plaquetas 2%. De aquí, se resume que el 45% de la sangre son partes sólidas y el restante es líquido. Además hay una parte gaseosa (oxigeno, anhídrido carbónico, etc.) (2)

Se mueve regularmente en un flujo unidireccional mantenido por las contracciones rítmicas del corazón, se distribuye a través de las arterias (sangre arterial) y capilares por todo el organismo y vuelve por las venas (sangre venosa) al mismo para, a través del proceso de oxigenación en los pulmones, convertirse de nuevo en sangre arterial. (2)

A lo largo de este ciclo, la sangre cumple las siguientes funciones vitales: respiratoria, nutritiva, inmunitaria o defensiva, excretora, transportadora: reguladora y hemostática. (2)

Cuando es removida del organismo tiende a coagular, y se hace gelatinosa. Al adicionar anticoagulantes, sedimenta, por lo que se reconocen 3 capas con claridad: El plasma, los glóbulos blancos (leucocitos) y los glóbulos rojos (eritrocitos), estos dos últimos conocidos como elementos figurados. (2)

El plasma obtenido por sedimentación es el medio líquido en el que están inmersos los componentes de la sangre. Rico en proteínas, alberga en su interior un tercer grupo de células sanguíneas denominadas: trombocitos o plaquetas. (2)

Otra clave de la importancia de la sangre en la práctica médica nos la da el hecho de que su análisis permite obtener información muy útil para conocer nuestro estado de salud.

Antes de adentrarnos en el mundo de la sangre, y a modo de introducción sería conveniente destacar la importancia del análisis de sangre.

Los análisis de sangre se usan como rutina para ayudar al diagnóstico de enfermedades o como control de salud. (3)

Los exámenes de sangre son usados para determinar estados fisiológicos y bioquímicos tales como una enfermedad, contenido mineral, eficacia de drogas, y función de los órganos. (4)

Mediante los análisis se puede detectar la presencia de muchas enfermedades habituales y frecuentes como pueden ser la anemia, la diabetes, infecciones, pero también pueden dar a conocer otras menos frecuentes y más graves como la leucemia o otros tipos de cáncer. (3)

Los más frecuentemente utilizados son los de sangre, y entre ellos la rutina habitual es un estudio hematológico (hematimetría ó hemograma) con VSG (Velocidad de Sedimentación Globular), y un estudio de bioquímica en el que se miden la glucemia, el ácido úrico, la urea, las transaminasas, la bilirrubina, electrolitos, etc,… (3)

Para realizarlos se precisa de una preparación previa, y en general se recomienda estar en ayunas desde las 10-12 horas previas. (3)

En la mayoría de los exámenes de sangre, la sangre es usualmente obtenida de la vena del paciente. Sin embargo, otros exámenes de sangre especializados, tales como la gasometría arterial, requieren que la sangre sea extraída de una arteria. (4)

Hay factores en la fase preanalítica, relacionados con el paciente, que pueden afectar los resultados del laboratorio. Algunos como sexo, raza, edad, embarazo y ciclo menstrual no se pueden modificar, por lo que el médico debe conocerlos para poder interpretar adecuadamente los exámenes; sin embargo, existen otros modificables con la correcta toma de muestras y preparación de los pacientes, que constituyen los primeros pasos para obtener resultados válidos, aunque frecuentemente se descuidan porque se conocen muy poco. (5)

También aparecen factores modificables, pero que afectan los resultados: estrés mental y físico, ejercicios, dietas, ingestión de alcohol, hábito de fumar, cambio de postura, cirugía e inyección intramuscular, masaje prostático, tiempo de muestreo e ingestión de medicamentos. (5)

Como habíamos mencionado desde el inicio de esta investigación, la sangre es vital para la vida y aunque esto se ha reconocido desde la antigüedad, la