AUDICIÓN DE UNA POBLACIÓN EXPUESTA AL RUIDO
El nivel umbral de audición, en decibeles, asociado con la edad y con el ruido (HTLAN), H’, de una población expuesta al ruido se calculó aplicando la fórmula empírica siguiente:
Ver Fórmula nº1, en Anexos – Estimación de riesgo de pérdida auditiva en la Empresa de Envase Corrugado, al final del artículo
Donde
H es el nivel umbral de audición, en decibeles, asociados con la edad (HTLA);
N es el desplazamiento permanente potencial o real del umbral ocasionado por el ruido (NIPTS), en decibeles.
La ecuación sólo se aplica a los fráctiles correspondientes de H’, H y N.
La relación aditiva es una aproximación a los fenómenos biológicos y se considera suficientemente precisa. Frecuentemente el término (N-HN) se denomina NIPTS real.
El término HN empieza a modificar de forma significativa el resultado solamente cuando H + N es superior a 40 dB aproximadamente. Cuando esto ocurre se corrige el valor de N para el fráctil correspondiente según la fórmula:
Ver Fórmula nº2, en Anexos – Estimación de riesgo de pérdida auditiva en la Empresa de Envase Corrugado, al final del artículo
Bases de datos para los niveles umbrales de audición relacionados con la edad (HTLA)
La audición de una población no expuesta al ruido en función de la edad depende del grado en el que otros factores, aparte del envejecimiento natural, se incluyen por inadvertencia; las enfermedades, el consumo de medicamentos ototóxicos y la exposición a ruidos no identificados de origen laboral o no laboral pueden modificar el HTLA.
Se han utilizado diversas aproximaciones para la selección o cribado de dichos datos, y la elección de la base de datos más apropiada depende de la finalidad de la aplicación. La base más frecuentemente utilizada es la A.
Base de datos A
La base de datos A deriva de personas otológicamente normales, es decir, cuyo estado de salud es normal, que no presentan señal ni síntoma alguna de enfermedad del oído, que carecen de cualquier tapón de cera que obstruya los conductos auditivos externos y que no han estado indebidamente expuestas al ruido.
RIESGO DE DÉFICIT AUDITIVO
Para calcular los niveles umbrales de audición y los riesgos de adquisición de una pérdida o de un déficit auditivo resultante de la exposición al ruido, es preciso conocer el umbral de audición de una población de edad comparable y no expuesta al ruido.
Se ofrecen dos posibilidades representadas por dos bases de datos diferentes:
a) una población otológicamente normal, es decir una población «muy bien seleccionada»
b) cualquier otra población que se seleccione por considerarse apropiada.
El riesgo de déficit auditivo inducido por ruido no es más que la diferencia entre el riesgo de déficit auditivo en una población expuesta al ruido, y el riesgo de déficit auditivo en una población que no ha estado expuesta al ruido, pero que es equivalente en todos los demás aspectos a la población expuesta al ruido.
La elección del valor del límite o tolerancia estuvo determinada esencialmente por el mayor valor de (N) de la gráfica que representa los 30 años y 85 dB, utilizándose ésta como referencia para las demás gráficas.
El riesgo de déficit auditivo debido al ruido da el fráctil de una población cuyo HTLAN sobrepasa el valor límite. No indica, pues, la gravedad del déficit auditivo como tal. A continuación se presenta el promedio de edad por puesto de trabajo.
Tabla 1. Promedio de edad por puesto de trabajo en la Empresa de Envase Corrugado UEB. Santiago de Cuba. 2012
Ver Anexos – Estimación de riesgo de pérdida auditiva en la Empresa de Envase Corrugado, al final del artículo
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En la observación del proceso industrial (Anexo 1) se pudo valorar que la intensidad sonora puede provocar la pérdida de la capacidad auditiva por el ruido producido por los diferentes equipos, que no siempre se cumplen las medidas de seguridad y protección del trabajador expuesto al ruido y en ocasiones el personal designado para supervisar la utilización de las orejeras no realiza su trabajo correctamente.
Se pudo apreciar que las orejeras que se usan frecuentemente en el proceso productivo fueron de la marca Bilsom pero su uso es prácticamente parcial porque muchos de los trabajadores no la utilizan debido a quejas por alergias de las almohadillas de goma del equipo de protección y a desperfectos. La necesidad de orejeras está cubierta en un 100%.
Los tapones auditivos se usan escasamente porque tienen un nivel de reducción de ruido muy elevado e impiden la comunicación ante avisos de alarma o accidentes mortales. Para estos equipos de protección personal solo se cubrieron el 30% (12) de las necesidades.
No se tuvieron en cuenta las audiometrías de los trabajadores porque el instrumento para realizarlas se encuentra roto hace más de 1 año. Tan solo 3 (7.34%) de un total de 41 trabajadores expuestos a ruido se habían realizado la audiometría. Este fue el motivo para no estudiar esta variable que verificaría la exactitud del riesgo de pérdida auditiva calculado.
Los chequeos médicos normales o complementarios también tuvieron deficiencias encontrándose 20 (48.78%) realizados de 41 posibles. Las enfermedades más comunes detectadas fueron localizadas en el riñón y en el sistema respiratorio como consecuencia de polvo en suspensión.
En la encuesta a los directivos (Anexo 2) se obtuvo que:
1. De los 6 directivos encuestados; 4 no conocen exactamente el significado de ruido.
4. En cuanto a las medidas a aplicar en caso de exposición continua a ruido todos los directivos las conocen perfectamente, llegando incluso a delimitar cuáles podrían aplicarse en su ambiente laboral.
6. En cuanto a la frecuencia de los chequeos médicos a los trabajadores todos coinciden en que debe realizarse cada 1 año debido a los altos niveles de ruidos presentes en la empresa.
8. En cuanto a las actividades de promoción de salud; 3 respondieron que se realizaban algunas veces, 2 respondieron que