– …/…
CONSIDERACIONES SOBRE EL pH
El término pH se utiliza para describir la acidez o alcalinidad de una sustancia (líquida o en solución), y es particularmente relevante para el funcionamiento de varios fluidos corporales y, por supuesto, para la salud en general.
Para que funcionen eficientemente nuestros fluidos corporales deben mantener una relación casi constante entre los constituyentes ácidos y alcalinos.
Todos nuestros fluidos están constituidos por una solución de sustancias químicas disueltas o suspendidas en agua. Algunas de estas sustancias se escinden en unas partículas con carga eléctrica denominadas iones.
Hay dos tipos de iones particularmente importantes:
– el hidrógeno (ion H+) y
– los hidroxilos (ion OH-)
El pH de una solución es simplemente una medida del número relativo de H+ y OH-, que contiene:
– un exceso de iones H+ para la solución ácida y
– un exceso de iones OH- para la solución alcalina.
En términos numéricos el pH se mide en una escala que va de 0 a 14.
Las soluciones con pH entre:
– 0 y 3 son fuertemente ácidas,
– 3 y 6 son levemente ácidas,
– 7 se consideran neutras,
– 8 y 11 son levemente alcalinas y
– 11 y 14 son fuertemente alcalinas.
Valores de algunos fluidos:
– pH 2’5 (zumo de limón, jugos gástricos)
– pH 5’5 (sebo, sudor)
– pH 6’4 (saliva, orina)
– pH 7 (bilis)
– pH 7’4 (sangre, leche materna)
– pH 7’8 (heces, semen, agua)
– pH 8’5 (jugos pancreáticos)
A veces se lesionan los mecanismos que mantienen el pH de la sangre y de otros fluidos por una enfermedad o porque las concentraciones de ácidos o de álcalis son demasiado altas para poder ser compensadas.
La Acidosis es un descenso más allá de lo normal en el pH de la sangre.
Las causas más habituales incluyen (enfermedades pulmonares que interfieren con el mecanismo de eliminación de CO2 de la sangre, trastornos renales, y enfermedades metabólicas como la diabetes)
La Alcalosis por el contrario es un aumento más allá del valor normal en el pH de la sangre. Las causas más comunes incluyen (hiperventilación, que lleva a una pérdida excesiva de CO2 de la sangre, los vómitos severos que causan pérdida de sustancias ácidas del estómago y la intoxicación con sustancias alcalinas)
El gel que se produce como resultado de la oclusión y la humedad que recomendamos para el tratamiento de las heridas es ligeramente ácido (entre 5’6 y 6’8) y es beneficioso porque inhibe el desarrollo de microorganismos patógenos.
CONDICIONES DEL APÓSITO IDEAL
La idea de cicatrización en medio húmedo se formuló hace ya varias décadas. El estudio de Winter y cols. condujo a dos clases predominantes de apósitos: (tipo film e hidrocoloides)
Ambos tienden a mantener la humedad en la herida y a la vez presentan características tales como la de actuar como barrera bacteriana y regular exudados.
Las sustancias que componen el apósito no tienen acción farmacológica directa sobre la formación del tejido de granulación y epitelización, sino que el efecto beneficioso en la cicatrización de las úlceras se basa en sus propiedades físicas.
Los apósitos son sistemas de aislamiento de la herida con el exterior y al mismo tiempo de absorción de los posibles exudados de la misma, para evitar su acumulación sobre la piel y la maceración de ésta, factor favorecedor de infección secundaria.
Los apósitos oclusivos hidroactivos, están compuestos por hidrocoloides, gelatinas, polisobutileno y carbometilcelulosa, así como por un polímero hidrófobo que constituye el material estructural del apósito y le confiere las propiedades adhesivas en un medio seco.
Los hidrocoloides hidrófilos constituyen un sistema coloidal en el que el agua es el medio de dispersión y hay una gran afinidad entre la fase dispersa y el medio.
Por eso son reversibles, es decir, pueden separar el medio de dispersión y secarse, y el material seco, cuando se mezcla con el medio de dispersión, genera de nuevo el sistema coloidal.
Esta es la base por la cual los apósitos, al ponerse en contacto con la úlcera, absorben el agua y aparece un gel que no es más que el sistema coloidal formado a partir de los coloides secos sin el medio de dispersión.
En cuanto a las condiciones requeridas para que un apósito sea ideal podríamos destacar:
Desde el punto de vista fisiológico, que en la herida:
– Presente una buena tolerancia,
– Se produzca una perfecta oclusión,
– Cree y mantenga un ambiente húmedo,
– Absorba el exudado,
– Mantenga un adecuado suministro de sangre y oxígeno,
– Mantenga una temperatura adecuada,
– Proteja de contaminaciones bacterianas (medio externo),
– No deje residuos en la herida,
– Proteja el tejido neoformado incluso frente a traumas mecánicos menores,
– Prevenga la formación de