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Entorno familiar y drogadicción en adolescentes. Una cuestión cultural

ignorancia, desidia, superficialidad o corrupción de vivir y trasmitir valores humanos y de ofrecer el clima de seguridad y de protección necesaria para el desarrollo normal. En familias así abundan los problemas. (13)

Según un estudio realizado en las colonias suburbanas de la ciudad de México las familias de los dependientes a las drogas se caracterizan por:

1. Pocos recursos para solucionar los problemas.

Evaden los problemas, y cuando un hijo los provoca por el uso de las drogas, por ejemplo, tienden a excluirlos como elementos nocivos e intentan negar la existencia del conflicto. Esta actitud conduce a que se presenten varios casos de adicción en esas familias, sobre todo cuando el padre abandonó el hogar y en éste prevalece un ambiente negativo.

2. Consumo de drogas en la familia.

Los jóvenes consumidores más afectados son los hijos de padres que utilizaban productos psicotrópicos. Es difícil establecer si esto se debe a factores directos de imitación o a una reacción de defensa ante las perturbaciones emocionales de los padres. En el caso del alcoholismo es muy clara la correlación entre padres e hijos etílicos, así como la correlación existente entre el consumo de alcohol por parte de los padres y la drogadicción de los hijos. (14)

Los padres no deben pensar que cualquier error o debilidad de su parte expone a sus hijos al peligro de ser drogadictos. Los factores de riesgo enunciados sólo ofrecen pautas de evaluación y no constituyen sino puntos de referencia para reconocer ciertos errores y debilidades, así como para orientar con claridad en lo que respecta a la enmienda de estos últimos.

Los padres perfectos, llenos de sabiduría y de serenidad, siempre atinados y afectuosos e invariablemente acertados en sus decisiones no existen. Todas las personas presentan una curiosa mezcla de virtudes y defectos. Lo importante en la educación es ser realista y estar en pie de lucha para rectificar, corregir y repetir los intentos cuantas veces sea necesario; para vivir con autenticidad el proceso de superación individual y familiar, aun a través de las dificultades que plantean la vida y la educación de los hijos.

Hoy día, la afición a las drogas se maneja como un objeto más de consumo y como fuente de placer; de ahí que esta afición no sólo se presente en familias desestructuradas, sino en cualquier otra. Sin embargo, la mayor calidad de las relaciones, de la educación y de los valores que se viven en las familias funciona probadamente como escudos defensivos ante el embate de las adicciones. La calidad de la educación en la familia favorece al desarrollo de personalidades íntegras, no susceptibles de caer en adicciones.

Factores Favorecedores al Consumo de Drogas

No podemos decir que las familias problemáticas o conflictivas favorecen la aparición del consumo de tóxicos por parte del joven ya que la actitud de consumir es fruto de una variable social, individual y ambiental asociada, por ello no puede hablarse de una personalidad más o menos favorable al consumo. (10)

Debemos constatar que existen algunos rasgos de la personalidad que pueden ser más vulnerables al contacto, uso y consumo de drogas, sin querer decir con esto que el conjunto y totalidad de la personalidad de un individuo esté impregnado de esa disposición favorable.

Los signos que pueden favorecer un consumo serían:

* Tendencia a huir de las dificultades.

* Complejos de inferioridad.

* Baja autoestima.

* Baja tolerancia a la frustración.

* Dificultad para relacionarse en sociedad.

* Ausencia de proyectos

LA CULTURA Y SU INFLUENCIA EN LAS ADICCIONES

Vivimos en una cultura de la droga, desde la mañana cuando tomamos café o té, al desayuno, hasta la noche, en que podemos relajarnos al volver a la casa, con un aperitivo alcohólico, o un inductor del sueño con un somnífero, recetado por el médico, estamos utilizando diferentes sustancias, que afectan sobre el Sistema Nervioso Central, para enfrentar la cotidianidad. Muchos además nos activamos a medida que trascurre el día, aspirando nicotina. Aun cuando las drogas han estado presentes en todas las culturas y en todas las épocas, hoy son más las personas que consumen drogas, hay más cantidad y hay más facilidades para conseguirlas. El consumo de sustancias es cada vez más permisivo, esto hace creer a las personas que no sucede nada si se consume.

Las drogas nos preocupan porque son conductas y comportamientos que alteran la responsabilidad y la libertad. Estamos fundando un modelo de convivencia que se basa en la libertad responsable. Por tanto, cualquier conducta que atente contra la libertad responsable atenta contra la convivencia, más allá del problema sanitario. Para cambiar los comportamientos debemos tener en cuenta que responden a unas motivaciones privadas, pero también a influencias culturales. Las drogodependencias son un fenómeno social. (15)

Inicio de la Drogadicción en los Adolescentes:

La drogadicción en los jóvenes es un problema que parece agravarse día tras día y tomando en cuenta que la familia forma un papel crucial en el desarrollo de los individuos en especial en etapas tan vulnerables como la adolescencia el presente trabajo pretende estudiar La relación que existe entre el entorno familiar y el inicio de la drogadicción en el adolescente

En un estudio realizado por la fundación José Félix Ribas, estado Mérida, Venezuela, se concluyó que la droga de inicio predominante es el alcohol (48%), en cuanto la edad de inicio la media es de 15 años y el nivel socio económico propio percibido tiende a ubicarse en valores intermedios. Un 56% de los encuestados manifestó tener algún familiar con antecedentes de consumo de droga, siendo los hermanos los que poseen el porcentaje más alto (24%). (16)

Padres Adictos

Un entorno familiar equilibrado emocionalmente es fundamental para aprender y desarrollar las habilidades de vida necesarias que le permitirán a las personas responder de manera adecuada a las situaciones de riesgo en su vida, así como formarse expectativas positivas sobre ellos mismos y adquirir las herramientas necesarias para alcanzarlas. Pero este equilibrio, en condiciones desfavorables puede ser muy frágil y es común que llegue a romperse; esto es lo que ocurre cuando una de las figuras parentales del menor presenta una adicción o una relación problemática con las drogas, tanto legales (alcohol