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Intervención educativa sobre aspectos pedagógicos en docentes cubanos. Escuela latinoamericana de Medicina

sociedad en dicho proceso y es él quien le plantea los objetivos a los estudiantes. (3) En la medida que el estudiante es más consciente, los objetivos a lograr los hace suyos de una manera más espontánea, trasladando la contradicción a sí mismo, al aprendizaje, manifestando de ese modo su independencia; Entonces la contradicción adquiere un carácter más evidentemente social, entre los fines que se deben lograr y que se concretan en el programa y en el texto, y el nivel alcanzado por los estudiantes que individual e independientemente sé autodirigen, como sujetos del aprendizaje, para arribar a dichos objetivos. El papel del docente se va convirtiendo de dirigente inmediato del proceso, en mediato, en orientador, en consejero. (4)

Partiendo de la fundamentación teórica de las tendencias actuales de la didáctica contemporánea, donde se enfatiza el rol del profesor como conductor del proceso de enseñanza-aprendizaje, y se privilegia la acción de la orientación sobre la de información, cuando se abandona cada vez más la enseñanza de estrado, en el camino de transformar la práctica metanarrativa por la de la participación activa de los estudiantes en la construcción de su propio aprendizaje.

Ante este reto al profesor de los albores del nuevo milenio, no le es suficiente poseer una alta preparación científico- técnica, que se traduce en el dominio de los contenidos de la enseñanza, sino que requiere además dominar los elementos fundamentales de la teoría de la comunicación y desarrollar capacidades pedagógicas y psicológicas que le permitan aplicar un modelo comunicativo, donde la utilización del diálogo deviene como elemento esencial de la labor educativa, así como de los diferentes métodos que contribuyen a estimular la motivación por el aprendizaje activo de sus estudiantes. (5)

En la Enseñanza Superior la relación adecuada profesor-estudiante se da precisamente al establecerse entre ellos un alto nivel de comunicación, basado esencialmente en el respeto y confianza dado de forma bidireccional. Este respeto tiene entre sus bases el reconocimiento de los estudiantes del dominio del contenido de enseñanza por el profesor y el aprecio por su desempeño profesional y profesoral, convirtiéndose en su modelo, en alguien a quien quisiera parecerse, es entonces cuando le dice maestro. (6)

Sin dudas no puede descartarse la influencia de determinadas cualidades de la personalidad. Existen alrededor de veinte rasgos o conjuntos de respuestas habituales que definen la personalidad, tales como: integridad, altruismo, estabilidad emocional, aceptación de normas morales, confianza, dependencia, autoaceptación, tolerancia, autocontrol, eficiencia intelectual, flexibilidad; a lo que añadimos por su importancia para la profesión en cuestión las capacidades histriónicas y empáticas que deben desarrollar en la práctica docente. (7)

Cuba y Venezuela han tenido un papel preponderante en lo que respecta a la educación, avalados así por los logros obtenidos, tales como la eliminación del analfabetismo, ser el primer y quinto país del mundo con mayor matrícula universitaria respectivamente, esto gracias a las políticas revolucionarias de inclusión social, lo que se hace evidenciadle con la creación de programas como el Programa Nacional de Formación de Medicina Integral Comunitaria. (8)

Partiendo de estos conocimientos y el nuevo enfoque de la educación en países como Cuba y Venezuela; se ha planteado que la Educación Médica debe tener un permanentemente compromiso con la adquisición y mantenimiento de las competencias y el desempeño de profesionales para una atención de calidad a las personas y las poblaciones. Con respecto a la formación del médico, se refiere entonces que primero debe ser la formación del hombre y después, aunque a la par, la formación del médico. Así pues la universidad debe proporcionar al estudiante la formación necesaria para seguir incorporándole, nuevos aprendizajes incluso una vez que hayan abandonado las aulas. Sin este estímulo la ciencia queda reducida a mera técnica y no debe olvidarse que un buen médico es algo diferente a un buen técnico. En este proceso juega un papel importante la preparación científico técnico y profesoral de los educadores. (7,9)

El Programa Nacional de Formación de Médicos Integrales Comunitarios tiene como objetivo la formación de un profesional de nuevo tipo, a partir de las nuevas tendencias de la Educación Médica Superior y acorde con las necesidades de salud de los pueblos del tercer mundo.Se pretende como se ha planteado anteriormente, una transformación de la docencia universitaria en la que el eje fundamental sea el aprendizaje y no la enseñanza, y esto significa preparar al estudiante para el aprendizaje autónomo y dar más importancia a las herramientas de aprendizaje que a la acumulación de conocimientos. (10)

En el Programa, prevalece el contacto directo de los estudiantes con los docentes en los diversos escenarios docentes; actualmente devenida en una novedosa formación de médicos dotados de una imprescindible axiología ética y una consistente preparación profesional y práctica.La enseñanza que se brinda a nuestros estudiantes se dirige fundamentalmente a la Atención Primaria de Salud. El Médico Integral Comunitario es un médico con competencias diagnósticas y terapéuticas, capaz de brindar atención médica integral, a través de acciones de promoción, prevención, curación y rehabilitación del individuo, la familia, la comunidad y el medio ambiente; con el empleo de los métodos clínico y epidemiológico; un profundo enfoque social, portador de valores éticos, humanísticos, solidarios y de actitud ciudadana; llamados a transformar la situación de salud, en correspondencia con las exigencias de la sociedad actual de la República Bolivariana de Venezuela.

Como una de las vertientes fundamentales del PNFMIC y en el marco de la propuesta de integración impulsada por el Gobierno Revolucionario de Venezuela la Alternativa Bolivariana para la América Latina y el Caribe (ALBA) se incorporan becarios provenientes de países de Latinoamérica, El Caribe y África en diversas áreas de la Educación venezolana y, más precisamente, como resultado del “Compromiso de Sandino”, acuerdo integracionista firmado en la República de Cuba por los presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro, el 21 de agosto del año 2005, formar 200 000 médicos en 10 años para el tercer mundo, se incorporan jóvenes de esos países hermanos al Programa Nacional de Formación en Medicina Integral Comunitaria. (11,12)

Teniendo como antecedente la Escuela Latinoamericana de Medicina de Cuba, el 15 de abril del año 2007 se crea en Venezuela la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), que el 11 de septiembre de 2008 se decide nombrar “Dr. Salvador Allende”, desde sus inicios se conceptualiza como un espacio vital de la integración de los