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Lograr un diagnóstico inicial temprano de pacientes con componentes del síndrome metabólico y con prediabetes es importante, ya que se pudiera intervenir con cambios en el estilo de vida y con fármacos, antes de que el paciente haya evolucionado hacia una diabetes mellitus clínica y revertir la aparición de las complicaciones cardiovasculares. Por la propia heterogeneidad del síndrome su tratamiento debe ir dirigido a las distintas dianas metabólicas alteradas, y se van a requerir fármacos para cada uno de los componentes que estén presentes; no obstante, los cambios con el estilo de vida con dietas adecuadas dirigidas a un descenso de peso gradual e incremento de la actividad física, debe ser considerada la base principal de la terapia en estos pacientes. Los principales beneficios se obtienen con la pérdida de peso. (32)
Factores de riesgo
Entre los principales factores de riesgo que se asocian con esta condición se encuentran:
– Sobrepeso u obesidad
– Vida sedentaria
– Antecedentes familiares de diabetes (padre, madre, hijos o hermanos)
– Edad mayor de 45 años
– Ser hispanos
– Elevados niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL) y bajos niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL) en sangre
– Elevados niveles de triglicéridos en sangre
– En el caso de las mujeres, haber parido a un bebé con peso al nacer 4 kg o más, además de tener antecedente de diabetes gestacional y de síndrome de ovarios poliquísticos
– Hipertensión arterial.
Si las personas con estos factores de riesgo y con prediabetes no desarrollan estrategias para modificar algunos de ellos, casi todas, padecerán diabetes mellitus de tipo 2 en los próximos 8 a 10 años. Anualmente, uno de cada 10 pacientes con prediabetes (o sea, 10%) la desarrolla. (8)
Tratamiento de la prediabetes.
Hacia una prevención de la diabetes mellitus tipo 2 basada en su patogenia
Se conoce que en la progresión de la PD hacia la diabetes mellitus tipo 2 ocurren paralelamente cambios de la TG, de la sensibilidad a la insulina, modificaciones de los patrones de secreción de esta hormona ante los cambios de los niveles de la glucosa en el plasma, trastornos tisulares y fenómenos aterogénicos y trombogénicos, que dependen de estos trastornos.
Las intervenciones para la prevención de la diabetes mellitus no deben dirigirse solamente a las personas con hiperglucemia en ayunas o posprandial, pues la heterogeneidad del cuadro clínico y metabólico de esta etapa obliga a ampliar la exploración a toda la población con factores personales o antecedentes familiares que potencialmente lo colocan en una situación de riesgo. Por tanto, es necesario contar con instrumentos clínicos y de laboratorio simples, accesibles y con utilidad diagnóstica probada, que permitan explorar en cada sujeto la amplia constelación de manifestaciones clínicas y metabólicas que actualmente se conoce que están asociadas a la diabetes mellitus tipo 2, para poder ampliar la búsqueda de personas en riesgo y personalizar el diagnóstico y la terapéutica de acuerdo con las particularidades de cada sujeto. (14)
Se considera que el pensamiento vigente que caracteriza a la diabetes mellitus solo como un trastorno de la TG debe desplazarse hacia el de la diabetes mellitus como una disfunción de la célula ß del páncreas, que está más acorde con los conocimientos actuales sobre la patogenia de la enfermedad. Este nuevo enfoque permitirá dirigir la atención de la investigación y de la asistencia médica hacia las etapas iniciales de la enfermedad que preceden a la aparición de los trastornos de la TG. Este período, en el que se gesta el daño tisular que causa los trastornos microvasculares y macrovasculares que ulteriormente afectan y acortan la vida del diabético, es el momento adecuado para aplicar las medidas para una prevención basada en la patogenia de la diabetes mellitus, de sus comorbilidades y de sus complicaciones. Este enfoque sería, además, la base de una terapéutica basada en la protección contra el deterioro de la célula ß, la restauración de su actividad secretora, o la restitución de la masa celular, como medio de restablecer la homeostasis metabólica y la TG.
La estrategia de prevención de la diabetes mellitus basada en su patogenia debe contar con las tareas siguientes:
1. Desarrollar y aplicar una metodología clínica sensible para identificar las personas en riesgo de diabetes mellitus tipo 2 y aumentar el rendimiento de los programas de detección.
2. Incorporar métodos de exploración del metabolismo que permitan una caracterización metabólica más amplia y personalizada.
3. Aplicar intervenciones específicas contra los trastornos metabólicos particulares.
4. Evaluar los cambios metabólicos y de los factores de riesgo de las comorbilidades y complicaciones de la diabetes mellitus en cada individuo. (14)
Papel del consultorio del Médico de Familia (CMF) en el diagnóstico y seguimiento de las personas con prediabetes (35)
1. Identificar la presencia de factores de riesgo de prediabetes y diabetes en la población de su comunidad.
2. Realizar búsqueda activa de prediabetes en las personas con factores de riesgo.
3. Realizar acciones de prevención y promoción de salud junto a la enfermera y la asistente de Enfermería, que permitan modificar aquellos factores de riesgo que así lo permitan, con el objetivo de prevenir la prediabetes.
4. Orientar una nutrición balanceada y adecuada, así como la práctica sistemática de ejercicio físico, y en caso de ser necesario, medidas farmacológicas a las personas con prediabetes.
Papel de la consulta de atención integral al diabético (CAID) en el diagnóstico y seguimiento a las personas con prediabetes (35)
1. Entrenar los integrantes del equipo de salud de nivel primario formado por: el Médico de Familia, la Enfermera de Familia y la asistente de Enfermería en la búsqueda de la presencia de la prediabetes y de sus factores de riesgo en los individuos de la comunidad.
2. Organizar y controlar de forma permanente la pesquisa activa de la prediabetes y de sus factores de riesgo.
3. Capacitar mediante cursos, talleres, entrenamientos y actividades interactivas, entre otras, a los integrantes del equipo de salud de nivel primario para que desarrollen acciones de promoción, prevención y tratamiento a las personas con prediabetes de su comunidad.
4. Organizar y controlar las acciones de prevención y promoción de salud de forma permanente en población sana y en las personas con prediabetes y a los que tengan