Inicio > Geriatría y Gerontología > Factores de riesgo de la sexualidad en el adulto mayor > Página 7

Factores de riesgo de la sexualidad en el adulto mayor

  • eyaculación y en ella el hombre se hace consciente de que va a eyacular y no lo puede evitar o controlar. El anciano puede eyacular sin este aviso, que es producto de la contracción de la musculatura de las vías seminales, pero experimenta la segunda fase del orgasmo sin dificultad.
  • En el hombre mayor de 50 años disminuye la elevación de los testículos dentro del saco escrotal antes de la eyaculación, por la acción de los músculos cremasterianos

Dentro de los cambios anatómicos y funcionales en la mujer tenemos:

1) La redistribución de la grasa, la disminución de la fuerza muscular, la modificación en la distribución del vello, y los cambios osteoarticulares, que favorecen la tendencia a padecer osteoporosis, son algunas modificaciones que van a influir en la actividad sexual.

2) También son más evidentes los relativos a los caracteres sexuales secundarios y de forma específica a las mamas, cuyo tejido glandular es sustituido por tejido graso y cuya piel pierde elasticidad, en grado suficiente como para deformar de manera importante su posición en el tórax (22 y 23).

En el Aparato Genital, los cambios más significativos son: (24)

1)     Los labios mayores y menores pierden elasticidad y se muestran atrofias progresivas de sus capas dérmicas y epidérmicas, lo mismo que el resto de la vulva.

2)     La vagina con su de privación estrogénica, tiene menos capacidad para su fluidificación, lo que a su vez facilita infecciones locales. Su mucosa se hace más fina y seca, además pierde longitud, se hace más estrecha y menos elástica y reduce su capacidad de distensión.

3)     El clítoris tiene mayor dificultad para la erección

Tras la menopausia hay una disminución severa de la producción de Estrógenos y Progestágenos causantes de los cambios que se producen en el aparato genital femenino:

· Los ovarios disminuyen progresivamente de tamaño.

· Las Trompas de Falopio se hacen filiformes.

· El útero regresa a su tamaño prepuberal.

· El endometrio y la mucosa del cuello uterino se atrofian.

· La vagina se hace más corta y menos elástica.

· La mucosa vaginal se hace más delgada y friable.

· Disminuye la capacidad de lubricación de la vagina, lo que hace que el coito pueda ser doloroso.

· Las mujeres mantienen su capacidad multiorgásmica pero más débil y con menor número de contracciones.

· Al atrofiarse los ovarios, disminuye la producción de andrógenos, que parecen estar relacionados con el interés sexual.

Es importante remarcar que, aunque tanto los cambios anatómicos como los cambios fisiológicos ocurren de forma universal, no tienen la misma relevancia en todas las mujeres, quienes presentan variaciones individuales muy importantes.

Pero ninguno de los cambios descritos anteriormente para ambos sexos traduce disfunción sexual. Las disfunciones sexuales que se observan en la senectud se deben más a causas psicológicas y a prejuicios sociales que a una causa orgánica.Son el resultado de conflictos neuróticos, en los que la edad lesiona la autoestima, por lo que la sexualidad en la tercera edad depende menos de lo orgánico que de lo social. Mucho antes de arribar a la tercera edad, el individuo debe comenzar a recibir información sobre los cambios que van a ocurrir en su vida sexual con el decursar de los años. La escasa información, que todavía se advierte, al respecto, constituye, sin dudas, un factor principal implicado en la génesis de gran parte de los trastornos del funcionamiento sexual que se observan en este grupo poblacional. (36)

En la vejez existe mayor experiencia sexual, se es más sosegado y juicioso, el sentimiento suele ceder paso a la razón, existe mayor entendimiento en la relación con nuestra pareja, mayor ternura y sabiduría. Como en esta etapa de la vida se agudiza el criterio de la realidad, se toma mayor conciencia de lo que puede hacerse o no con el sexo. Al perder con el transcurso vivido la urgencia de eyacular, el hombre al tener menor ansiedad, puede gozar de un juego sexual y un coito más prolongado. Pero no todo son ganancias, recordemos que la temática principal que caracteriza a las experiencias emocionales de los ancianos es la pérdida. Tienen que enfrentarse al duelo de múltiples pérdidas (de la pareja, los amigos, los familiares, los colegas, de la estructura familiar por independencia de los hijos, etc.), el cambio de estatus laboral y de prestigio, así como el declive de las capacidades físicas y de salud. Gastan cantidades elevadas de energía física y emocional en el duelo, la resolución y la adaptación a los cambios que produce la pérdida. Muchos ancianos pueden vivir en situación de duelo permanente debido a la pérdida sucesiva de personas cercanas y muy queridas. Por ello, la valoración de la actividad sexual del anciano debe suponer un enfoque integral, pues más que una afectación intrínseca de la sexualidad se impone la concurrencia de enfermedades, factores educacionales y psicosociales. (36)

Factores que afectan la sexualidad del Adulto Mayor. (25.26)

Como hemos venido señalando hasta ahora, con la edad hay una disminución progresiva de la actividad sexual en el individuo sano, causada por la intervención de los cambios fisiológicos normales debidos al envejecimiento en interrelación con los factores psicosociales descritos anteriormente.

Por otro lado, también se produce un aumento de la prevalencia de disfunciones sexuales debidas a causas médicas, psicológicas y/o como efecto secundario de la medicación administrada.

En ocasiones resulta difícil diferenciar los cambios normales relacionados con la edad de los síntomas debidos a patología.

Disfunción Eréctil

Cualquier signo de impotencia provoca en el anciano gran preocupación, con frecuencia esta alteración se asocia con el envejecimiento debido generalmente al desconocimiento. Este hecho lleva generalmente a no consultar a los especialistas. Sin embargo, en la última década se ha producido un cambio importante con respecto a la sexualidad lo que ha permitido que aumente considerablemente el número de ancianos que buscan ayuda para el tratamiento de las disfunciones eréctiles. A pesar de esto todavía para gran parte de esta población y para muchos profesionales de la salud, la sexualidad en el anciano sigue siendo un tema tabú al que se le resta importancia

En la mayoría de los casos los trastornos