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Factores de riesgo de la sexualidad en el adulto mayor

en la erección se deben a múltiples factores, siendo el trastorno vascular el factor más frecuente en la vejez.

Las causas de Impotencia incluyen:

.- Trastornos vasculares: Son la causa más frecuente de impotencia, pueden ser entre otros por: alteraciones del sistema arterial, Síndrome de Insuficiencia Venosa, Síndrome de Raynaud, etc. Con afectación sistémica o sólo localizada a nivel genital.

2.- Medicación: El proceso del envejecimiento influye en la distribución de los fármacos en el organismo, en su metabolismo y en su excreción; este hecho unido a que generalmente los ancianos están polimedicados, hace que los medicamentos sean los responsables del 25% de las disfunciones eréctiles a esta edad. Fármacos como los Antihipertensivos, Psicofármacos como algunos ansiolíticos, antidepresivos y anti psicóticos, Diuréticos, Digoxina, Estrógenos, Anti andrógenos o Anticonvulsivantes, son utilizados muy frecuentemente y pueden producir impotencia

3.- Tóxicos: como el Alcohol y el Tabaco pueden ser causa, junto a otros factores, de disfunciones eréctiles.

4.- Trastornos Metabólicos y Endocrinos: las alteraciones endocrinas como Trastornos Tiroideos, Síndrome de Cushing, etc. son raros en los ancianos. Sin embargo las enfermedades metabólicas como la Diabetes son frecuentes en la vejez, y tanto en hombres como en mujeres puede producir como síntomas disfunciones sexuales. En el hombre es frecuente que produzca no sólo alteración en la erección, sino también disminución de la libido.

5.- Trastornos Neurológicos: Neuropatías, Accidentes Cerebrovasculares, Epilepsia Temporal, Esclerosis Múltiple. Son algunas de las enfermedades neurológicas que pueden cursar con alteraciones de la erección en el hombre.

6.- Enfermedades Sistémicas: Cualquier enfermedad que produzca debilitamiento, fiebre o dolor va a producir alteraciones inespecíficas en la función sexual. La Insuficiencia Renal, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), Insuficiencia Cardíaca, Cirrosis, Cáncer, son todas ellas patologías bastantes frecuentes en el anciano y como enfermedades que afectan a todo el organismo también se van a manifestar con alteraciones sexuales, entre otras razones porque pueden dificultar la capacidad física necesaria para realizar el acto sexual. Otras enfermedades como la Artrosis o la Artritis Reumatoidea puede afectar la actividad sexual porque provoquen dificultades en la adopción de posturas o movimientos.

Disfunción Sexual en la Mujer

Es difícil para las mujeres de edad avanzada, influido fundamentalmente por la educación recibida, que consulten por este tipo de problemas. Es necesario que los profesionales de la salud tengan presente la posible existencia de dichas alteraciones e interroguen a las pacientes al respecto porque frecuentemente son cuestiones que pasan inadvertidas y sin embargo, la sexualidad es una parte importante de la existencia humana que mejora considerablemente la calidad de vida.

La Dispareunia o coito doloroso es el síntoma más frecuente dentro de las disfunciones sexuales en la mujer. Aunque la causa más frecuente de su aparición es la disminución de la producción de Estrógenos debido a la menopausia, como ocurre en el 30% de los casos en mujeres pos menopáusica, hay otros trastornos sistémicos que pueden ser origen de esta alteración.

La atrofia vaginal postmenopausia, con disminución de la lubricación de la mucosa, convierte a la vagina en un órgano más susceptible a las lesiones por roce y también a posibles infecciones.

Cualquier enfermedad sistémica, como ocurre en el varón, que produzca debilidad, va a alterar la actitividad sexual de manera inespecífica.

Otra queja importante es la disminución o pérdida del deseo sexual, que parece asociada a una disminución de la producción de andrógenos que ocurre tras la menopausia.

La presencia de incontinencia urinaria, trastorno muy frecuente en mujeres mayores, generalmente multíparas, inhibe el deseo y la respuesta sexual. El 46% de las mujeres que presentan incontinencia urinaria reconoce que este problema altera su actividad sexual.

La Histerectomía, que resulta la intervención quirúrgica más frecuente a la que se ve sometida la mujer, puede suponer la aparición de problemas en las relaciones sexuales, debido a que puede ser vivido por la mujer como una pérdida de la feminidad que secundariamente puede llevar a un trastorno depresivo.

Disfunción sexual de origen psíquico en el anciano

La causa más frecuente de disfunción sexual de origen psicógeno es la depresión, que debe descartarse siempre, responsable del 10% de los casos de impotencia en el anciano. Como hemos visto anteriormente, los psicofármacos que se utilizan en el tratamiento de dichos trastornos pueden también contribuir a empeorar la disfunción sexual, sobre todo los que tienen efectos anticolinérgicos, como algunos antidepresivos y la mayoría de antipsicóticos. Los Antidepresivos pueden producir, además de disfunción eréctil en el varón, disminución de la libido y anorgasmia en la mujer.

Otras patologías psíquicas que puede cursar con alteraciones en la función sexual es el Trastorno de Ansiedad en cualquiera de sus formas.

Es también frecuente en el varón la aparición de ansiedad anticipatoria respecto a su posible respuesta sexual que le lleva a presentar problemas de potencia sexual de carácter psicógeno, como se había comentado anteriormente.

En ocasiones, no es el propio trastorno el que provoca la disfunción sexual; por ejemplo en personas con Cardiopatía Isquémica, se puede producir una disminución o anulación de la actividad sexual por miedo a la aparición de síntomas como la angina o disnea debido al esfuerzo, sin que existan razones orgánicas para dichas limitaciones.

La impotencia tras la resección trans uretral de la próstata por adenoma prostático, que ocurre en el 4-12% de hombres sometidos a esta intervención, suele ser de causa psicógena en la mayoría de los casos.

Ciertos Trastornos Psíquicos como cuadros depresivos o trastornos de ansiedad pueden jugar un papel importante también en el vaginismo.

Caracterización de la actividad sexual en el Adulto Mayor (27.28 y 29)

La Tipología normal del deterioro de las funciones reproductivas del hombre es muy diferente de la que caracteriza a las mujeres, ya que no existe un término claro y definitivo de la fecundidad masculina. Si bien la producción de esperma disminuye a partir de los 40 años, ésta continúa hasta más allá de los 80 y 90 años. En tanto que la producción de Testosterona declina gradualmente desde los 55 ó 60 años.

Los cambios en la fisiología sexual del hombre, por tanto, no se presentan de forma súbita ni de la misma forma en todos los individuos, pero, el no ser conscientes de este proceso fisiológico, puede llevar al anciano a presentar síntomas de angustia anticipatoria sobre su desempeño sexual, empeorando éste

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