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El SIDA y la sociedad. Cuestiones éticas y legales relativas al SIDA

sobre la moral, ya que está preestablecida la idea que SIDA es igual a homosexualismo.

Al recibir el diagnóstico siente que todo se ha acabado para él, le es difícil analizar su situación y pensar con claridad. A veces se ve afectado por nuevas emociones y temores inherentes al tipo de enfermedad:

Ansiedad y miedo: Tiene sensaciones de tensión, pérdida de esperanza, fatalismo reflejados en forma de una ansiedad insoportable y pánico real. Piensa que el futuro simplemente, no existe.

Pena, vergüenza y sentido de culpa: Dadas las características de la enfermedad siente vergüenza ante los demás. La pena lo imposibilita para soportar las pérdidas que va sufriendo. Hay que evitarle situaciones que puedan ocasionarle pena o pesadumbre, que solo conllevaría a agravar mas situación, ya que analiza su vida anterior, culpándose o culpando a otros de la misma.

Temor a interrogantes sin respuestas: La certeza de que el fin se acerca desata en el enfermo terminal una serie de cuestionamientos profundos, que en muy pocas ocasiones comparte con sus allegados: ¿cuál será mi destino en el más allá?, ¿qué le pasará a mi cuerpo después de mi muerte?, ¿qué pasará con mis sobrevivientes?, ¿qué pasará con mis planes y proyectos futuros?, ¿qué cambios van a ocurrir en mi cuerpo?, ¿cómo voy a reaccionar emocionalmente?

Siempre que sea posible, el acompañante debe dar respuestas específicas a las preguntas o dudas del paciente y en caso de no poder hacerlo, en ese momento se le debe hacer saber. Igualmente se le debe comunicar si está en posibilidad de dar respuesta posteriormente. Designar las cosas por su nombre, hablar con franqueza y directamente, forma parte de un proceso mediante el cual es posible canalizar la angustia y atenuar la incertidumbre.

Temor a la soledad: Este paciente se siente solo, observa como muchas de sus amistades más cercanas se alejan. Padecer una dolencia incurable e irremediablemente mortal como hasta la fecha es el SIDA, produce un sentido de aislamiento que afecta al enfermo. Algunos no buscarán tener contacto con aquello que les recuerde que su enfermedad los llevará a la muerte, otros se apartan del trabajo y de las actividades recreativas, perdiendo así posibilidades de distracción y de contacto cotidiano y caen en una especie de torpeza social, no saben qué decir ni de qué hablar. Esto, unido a la aparición del debilitamiento físico y el confinamiento, ya sea en su casa o en el hospital, los conduce a un profundo sentido de pérdida y soledad.

Temor a la pena: Un enfermo terminal buscará evitar situaciones que puedan causarle pena o pesadumbre que suele impedirle que sienta satisfacción o disfrute de sus logros y puedan acelerarle su proceso final. La pena le imposibilita soportar sus pérdidas.

Temor a la pérdida de familiares y amigos: La cercanía de la muerte en un enfermo terminal de SIDA puede recrudecer un proceso de pérdida real de la familia y el círculo de amigos que se inician con el agravamiento del enfermo. Debe fomentarse la afirmación del valor y el significado de las relaciones que el paciente tiene con familiares y amigos que no lo van abandonar.

Temor a la pérdida del cuerpo: Los estragos de las enfermedades provocadas por el SIDA afectan fuertemente al enfermo, pues son la materialización del inexorable acercamiento a la muerte. Provocan pérdida de la imagen propia y de la auto-integridad, generan sentimientos de vergüenza y pena al verse imposibilitado para alimentarse o asearse solo. Verse disminuido en sus facultades físicas para atender por sí solo sus necesidades fisiológicas, los hace sentirse incómodo, además de las molestias que causan a quienes lo ayudan.

Temor a perder el dominio de sí mismo: El paciente terminal suele verse sumido en estados de ansiedad al sentir menos energía, tener menos fuerzas y menos capacidad para responder a estímulos. Pensar lentamente y con menos exactitud lo llevan a sentir que ha perdido el dominio sobre sí mismo.

Temor a sufrimiento y al dolor: El temor al dolor, generalmente significa temor al sufrimiento, el miedo a morir muchas veces, es equivalente al temor al sufrimiento. El dolor o la enfermedad pueden también ser una forma de llamar la atención de los demás para no sentirse solos. No subestime ni desatienda la queja de un paciente terminal de SIDA cuando le comunica un dolor que no puede tolerar, provea al paciente con la información correcta sobre el dolor y ayúdelo a atenuarlo de acuerdo a los lineamientos de su médico. No se limite a prestarle atención al dolor, demuéstrele a la persona que lo valora tal como es.

Temor a la muerte: Como en todo paciente terminal, en esta etapa el temor a la muerte hace su aparición de una y otra forma. El atender a un enfermo terminal de SIDA en el proceso de su muerte, más que limitarse a una actividad de corte estrictamente asistencial, representa una oportunidad única de reforzar el sentido de la solidaridad, plantea nuevos modos de combatir el prejuicio contra la enfermedad y el enfermo a través del contacto íntimo con alguien que está a punto de partir y refuerza las posibilidades de la convivencia en medio de la contraindicación que conlleva la lucha por la vida ante la inminencia de la muerte.

FASES PSICOLÓGICAS POR LAS QUE ATRAVIESA ESTE PACIENTE.

Este paciente atraviesa en su fase terminal por las mismas fases que todo paciente aquejado por una enfermedad mortal. Todo ser humano, tarde o temprano enfrenta el proceso que lo lleva a la muerte y esta situación se torna crítica en un enfermo terminal de SIDA, que requiere de una preparación adecuada para poder enfrentarla con dignidad y llegar a ella con valor y entereza.

FACTORES PROPICIADOS POR LA EPIDEMIA DEL SIDA.

La ética, el derecho y la política confluyen en tres factores que a su vez, constituyen los principales conflictos relacionados con esta enfermedad en diferentes latitudes: la discriminación de las personas por la infección con el VIH, la confidencialidad del diagnóstico y el ejercicio de los poderes coercitivos del estado para limitar la propagación de la infección por VIH.

DISCRIMINACIÓN.

La mejor forma de