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El SIDA y la sociedad. Cuestiones éticas y legales relativas al SIDA

los aspectos siguientes:

  • Se debe alertar a los individuos infectados a que refieran a sus parejas sexuales o a las personas con quien comparten drogas de administración endovenosa para que sean examinadas.
  • Debe mantenerse la confidencialidad en todos los casos por razones morales, el respeto a la dignidad y a la autonomía del paciente, desde un punto de vista, ya que es esencial para que el paciente pueda ser sincero
  • Existen circunstancias en que se puede violar la confidencialidad de la relación sanitaristas-usuarios, como es el caso de la alerta oportuna a posibles víctimas de un daño grave e intencionado, cuando el seropositivo se niega a advertir del peligro de infección a las parejas identificables que ha tenido o tienen y no sospechan esa posibilidad.
  • No siempre es necesaria, y por lo tanto debe estar precedida de un análisis casuístico, la necesidad de alertar al personal del servicio de urgencia (ambulancia, cuerpo de guardia y policías, trabajadores sanitarios o personal de funeraria).
  • Es preciso pensar con lógica y establecer una norma equitativa prudente. El punto de partida debe ser la protección firme y explícita de la confidencialidad en la ley; a partir de ahí será posible considerar excepciones determinadas por las necesidades de protección.

COERCIÓN ESTATAL.

Las ideas de coerción que han estado siempre relacionadas con el SIDA se han visto favorecidas por el pánico generado por esta enfermedad y por los diferentes patrones de conducta vinculados a la propagación de la infección. De aquí se desprende la opinión de algunos, sobre la necesidad de acometer a sanciones legales las conductas intencionales que representan una amenaza para la Salud Pública.

Así por ejemplo, la República de Checoslovaquia castigaba la transmisión intencional del SIDA con tres años de cárcel o una multa. En la antigua URSS se castigaba la exposición consciente de otra persona al VIH con cinco años de privación de libertad y la transmisión intencional con ocho años. Varios estados o territorios de Australia castigan la falsificación de las patentes de sanidad para donación de sangre u otro material biológico con multas y penas de hasta tres años de cárcel.

En la actualidad la mayoría de los países, incluyendo a Cuba han eliminado la práctica de aislar a las personas por su enfermedad y llevan a cabo el aislamiento de acuerdo con los patrones de conducta de los afectados, lo limitan a la suposición de que después de un tiempo de control se puede esperar un cambio de comportamiento, aún con el riesgo de que la amenaza de aislamiento podría impedir que los miembros de los grupos de alto riesgo se sometieran a pruebas o hablaran francamente con el personal de salud sobre sus patrones de conducta previos o sus intenciones de comportamiento.

La transmisión premeditada o imprudente de una infección probablemente mortal está dentro de los patrones de conducta proscritos por el derecho penal y en mucho países incluyendo a Cuba se han realizado procesos penales por demandas de personas que han adquirido la enfermedad después de mantener relaciones sexuales con infectados por VIH, quienes conocían su estado serológico y no lo informaron a su pareja antes de tener el contacto, así también se han realizado procesos por donar o vender a sabiendas sangre contaminada con VIH.

ESTRATEGIA CUBANA EN LA LUCHA CONTRA EL SIDA.

Esta estrategia está basada en cinco aspectos básicos que la diferencian de los programas llevados a cabo en otros países.

  1. El estudio serológico de grandes grupos de poblaciones.
  2. El estudio epidemiológico del porciento por porciento de las personas seropositivas para la detección rápida de otros infectados entre sus contactos.
  3. El ingreso bajo sistema sanatorial de un porciento elevado de la prevalencia identificada, para lograr una correcta educación de cada seropositivo, disminuir al mínimo posible la difusión de la circulación del VIH entre la población cubana y garantizar las mejores condiciones de diagnóstico, tratamiento y evolución de los seropositivos y enfermos.
  4. La incorporación a su medio social, laboral y familiar de los seropositivos cuyo comportamiento extrasanatorial no entrañe riesgos para su salud ni para la de la sociedad.
  5. Desarrollo de una política agresiva en educación para la salud.

Con estos elementos y teniendo como objetivo general impedir que la infección y la enfermedad se convierta en un importante problema de salud para la población cubana, se ha venido desarrollando nuestro programa con resultados positivos, pues a diferencia de lo que ocurre en la mayor parte del mundo, la progresión de la infección y enfermedad en Cuba no muestra tendencia al crecimiento geométrico.

No pocos conflictos éticos y en algunas ocasiones legales ha traído en el país y fundamentalmente en el exterior esta estrategia del programa cubano que ha sido catalogado como el más coercitivo por tres aspectos básicos:

  1. a) Tratamiento sanatorial, inicialmente del 100% de los seropositivos y casos SIDA.
  2. b) Notificación de los casos seropositivos a las autoridades sanitarias.
  3. c) Estudio y en ocasiones notificación a las personas que han estado en contacto sexual con los casos diagnosticados (notificación a terceros).

El control de la epidemia alcanzado en Cuba, las condiciones de vida y atención médico-social que reciben gratuitamente nuestros pacientes en los sanatorios, la prolongación de su promedio de vida después de diagnosticados y la estrategia de establecer el sistema de atención ambulatoria han hecho modificar estos criterios. Al colocar en una balanza nuestro programa y el pronóstico sombrío de muchos países donde el comportamiento de la epidemia hace pronosticar la desaparición de poblaciones enteras, esta se inclina a favor del mantenimiento del programa cubano y de su extensión al resto del mundo.

CUMPLIMIENTO DE LOS PRINCIPIOS ÉTICOS Y BIOÉTICOS CON ESTOS PACIENTES.

Es probable que la primera pregunta que aflore a la mente de un profesional de la salud cuando sepa que existe la posibilidad de tener que atender a personas que viven con VIH o tienen SIDA sea: ¿por qué tengo que atenderlos yo?