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Cumplimiento de los cuidados y principios bioéticos a pacientes con duelo perinatal

debilidad y sentimientos de culpa. Algunas mujeres refieren oír el llanto del bebé o sentir sus movimientos en el vientre. Aparece posteriormente la desorientación y desorganización de la vida cotidiana, con sensación de vacío y desamparo. Se sienten desautorizados para estar en duelo, temen enfermar y deprimirse.

Seguidamente, Knapp (1986) distingue las siguientes modalidades de duelo de progenitores por sus hijos:

  1. Promesa de no olvidar nunca al hijo, reivindicando su existencia, frente a la presión del entorno para que lo olviden
  2. Deseo de morir y estar unidos en la muerte con el hijo
  3. Revitalización de creencias religiosas, buscando un sentido a la pérdida
  4. Cambio de los valores en la vida cotidiana, dando mayor importancia a los pequeños detalles
  5. Mayor tolerancia y mejor comprensión del sufrimiento de otros
  6. La «sombra del duelo», descrita como «una forma de duelo crónico que a veces arrastran durante la mayor parte de sus vidas», «un dolor sombrío subyacente a los sentimientos de la persona». Se observa más en las madres, quienes no pueden dejar de recordar la pérdida sin sentir algún tipo de emoción, aunque sea muy débil.

El duelo perinatal puede dar lugar a trastornos psiquiátricos como:

Trastornos depresivos: entre el 10 y el 48%. Son más frecuentes en mujeres con antecedentes depresivos o psiquiátricos en general, nulíparas o que han tenido abortos previos. Deben tenerse presentes los rasgos que permiten el diagnóstico diferencial entre la depresión y el duelo

Trastornos de ansiedad: aumentan tras el aborto para disminuir después de las 12 semanas (51), pero sobre todo despuntan ante la posibilidad de un nuevo embarazo (25; 52-54)

Trastorno por stress postraumático: entre el 2 y 5% en partos instrumentales y cesáreas, y hasta el 25% en el mes posterior a la pérdida y hasta el 7% cuatro meses después.

Teoría sobre la Adopción del Rol Maternal

La teoría de Mercer se basa en las pruebas obtenidas en sus amplias investigaciones: Aunque fueron los trabajos de Reva Rubin sobre la adopción del rol maternal los que alentaron el interés inicial de Mercer en este campo, el ámbito de su obra transcendió al de su predecesora para abarcar el estudio de las madres adolescentes, de edades avanzadas, enfermas y con niños con defectos, además de las familias que sufrían estrés previo al parto, los padres de alto riesgo, las madres que habían dado a luz a sus hijos mediante cesárea, la vinculación paternofilial y la competencia en el rol paternal.

En este sentido, Mercer (1980), expresa que la adopción del rol maternal, Es un proceso interactivo y evolutivo que tiene lugar a lo largo de un cierto período de tiempo y durante el cual la madre establece un vínculo con el niño, adquiere competencia en la realización de los cuidados relacionados con su rol y expresa placer y gratificación en el cumplimiento del mismo. (p.410).

Por lo tanto, el estado personal de las madres es un factor muy importante porque la misma experimenta sentimientos de armonía, confianza y competencia en la forma en que desempeña su rol constituye el punto final de la adopción del rol maternal, la identidad como madre.

Entre los supuestos principales de esta teoría, Mercer (ob. cit) establece lo siguiente: (a) Un sí misma o núcleo del sí misma relativamente estable, adquirido en la socialización que tiene lugar a lo largo de la vida, determina el modo en que la madre define y percibe los hechos; sus percepciones sobre las respuestas de sus hijos y de las demás personas con respecto a su maternidad, junto con su situación vital, constituyen el mundo real al cual deben responder. (b) Además de la socialización de la madre, en sus respuestas conductuales influyen el nivel de desarrollo y las características innatas de su personalidad. (c) El compañero en el rol, el hijo, refleja la competencia de la madre en el desempeño de su rol a través de su crecimiento y desarrollo. (d) El niño se considera como un compañero activo en el proceso de adopción del rol maternal, que recibe la influencia del desempeño del rol e influye, a su vez, en dicho desempeño. (e) La identidad materna se desarrolla al mismo tiempo que la vinculación y ambas son independientes. (p.20).

Aunado a lo anterior, la adopción del rol maternal es un proceso que se produce en las cuatro fases siguientes, según Thornton y Nardi (1975):

a.- Anticipatoria: comienza con la adaptación social y psicológica al rol mediante el aprendizaje de las expectativas que comporta. La madre fantasea sobre el papel que ha de adoptar, se relaciona con el feto en el útero e inicia su desempeño del rol.

b.- Formal: comienza con la asunción del rol en el nacimiento; las conductas del rol están orientadas por las expectativas formales consensuadas de otras personas del sistema social materno.

c.- Informal: se inicia cuando la madre desarrolla formas propias de asumir su rol con independencia del sistema social.

d.- Personal: la madre experimenta un sentimiento de armonía, confianza y competencia con la forma en que desempeña su papel: el rol maternal se considera alcanzado.

De acuerdo a lo antes expuestos, esta teoría guarda relación con la presente investigación, debido a que está implícito en el campo de la Enfermería, por lo que se establece una conexión entre la práctica y la investigación.

Bases Legales

La presente investigación tiene su basamento legal en la Constitución de La República Bolivariana de Venezuela (1999) y laLey de Ejercicio Profesional de la Enfermería (2005)

En este sentido, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), promueve la salud a través del artículo 83, que establece lo siguiente:

La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte al derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios. Todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, así como el deber de participar activamente en su promoción y defensa, y el de cumplir con las medidas sanitarias y de saneamiento que establezca la ley, de conformidad con los tratados y convenios internacionales suscritos y ratificados por la República.

Por lo tanto, este artículo consagra el