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Estrategia educativa para el desarrollo de la comunicación profesional-laboral en los alumnos del primer año de la Licenciatura en Tecnología de la Salud, perfil de Electromedicina

expresarse con claridad, fluidez, coherencia y persuasión, empleando en forma pertinente los recursos verbales y no verbales. También implica saber escuchar a los demás, respetando sus ideas y las convenciones de participación.

Para desarrollar la comunicación que necesita el estudiante para desenvolverse en el ámbito laboral, se requiere no “enseñarlo” a comunicarse, sino de educarlo a través de artificios pedagógicos a comunicarse correctamente.

 Esta investigación está orientada a las habilidades para la comunicación dentro del contexto de trabajo del Licenciado en Tecnología de la Salud en el perfil de Electromedicina. Se encontraron referencias que se circunscriben al estudio de las habilidades que debe reunir un profesional para ser más eficiente en su desempeño, refiriéndose a aspectos que muy bien pueden ser desarrollados en el futuro especialista en el período de formación.

Un profesional para ser un buen comunicador con sus compañeros, subordinados y superiores debe reunir las cualidades siguientes:

  • Presentar sus ideas en forma asequible y clara.
  • Seleccionar lo esencial de sus ideas o pensamientos.
  • Propiciar el intercambio de ideas con sus compañeros, subordinados y
  • Escuchar los criterios de los demás.
  • Organizar las ideas a la hora de realizar una explicación o planteamiento.

Independientemente de otras cualidades de la personalidad como la sociabilidad, particularidades del pensamiento, la espontaneidad en la percepción y el dominio del lenguaje.

Los aspectos de la comunicación en general están determinados por las habilidades comunicativas tales como escuchar, hablar; escribir, leer y específicamente los aspectos de la competencia comunicativa oral son: escuchar y hablar.

Escuchar:

Escuchar es un término que hace referencia a la acción de oír, para la cual se requiere utilizar el sentido auditivo. En algunos casos, la palabra escuchar puede estar relacionada con una actitud más que con una práctica física y esta es la razón por la cual se recurre al término “oír” como una reacción física y al término “escuchar” cuando se implica que el receptor de los sonidos además presta especial atención a ellos. Por otro lado, escuchar muchas veces puede relacionarse con la concentración y el enfoque direccionado hacia determinado flujo de sonidos. Es la habilidad que permite comprender el mensaje de nuestro interlocutor y es fundamental en el campo comunicativo para captar las informaciones. En ello se basa Cassany al decir que: “La expresión oral también implica desarrollar nuestra capacidad de escuchar para comprender lo que nos dicen los demás. A menudo hemos escuchado hablar de buenos lectores, excelentes oradores y magníficos escritores; sin embargo, muy rara vez y quizá nunca, hayamos escuchado hablar de un buen oyente.”(37)

Para ser un buen oyente es necesario tener las cualidades de:

  • Concentrarse.
  • Comprender claramente el mensaje.
  • Prestar atención al interlocutor.
  • Precisar ideas principales e ideas secundarias.
  • Saber preguntar.
  • Pensar para responder oportunamente.
  • Aprender a esperar el turno que le toca.
  • Ante una duda pedir aclaración.

Hablar:

Un buen comunicador debe tener también desarrollado el habla, que es la capacidad de comunicarse mediante sonidos articulados que tiene el ser humano. Benito Alejandro en la definición que hace de este término plantea que el habla es “el uso real que hace un individuo de su lengua”(38), por su parte el destacado lingüista suizo Ferdinand Saussure, dice que el habla implica “una elección de unidades significativas y de sus posibilidades combinatorias para que el hablante exprese su pensamiento, además de un proceso psicofísico para la fonación del mensaje”(39)

Saussure da un concepto mucho más completo al definir que el lenguaje se compone de la lengua y del habla, es decir del idioma y de la materialización momentánea de dicho modelo, a través de un acto individual y voluntario que se realiza mediante la fonación o la escritura.

Los sonidos que se originan al hablar son producidos por el aparato fonador, que incluye lengua, velo del paladar, cuerdas vocales, dientes, etc. Esta propiedad es distintiva en el hombre, ya que si bien está presente en distintas especies del reino animal, es en la naturaleza del hombre en la que alcanza su más alta manifestación, en la medida en que despliega un altísimo grado de complejidad y abstracción en lo referente al contenido.

De lo antes expuesto se puede deducir que el habla o el lenguaje verbal es un aspecto instrumental imprescindible para la vida de relación, sin él el hombre es un ser socialmente mutilado, sin capacidad para proyectarse simbólicamente. También se le considera como un aspecto fundamental para el desarrollo de la inteligencia y para toda actividad cognoscitiva relacionada con la vida y la formación laboral; es bueno señalar que esta cualidad no se refiere a un hecho puramente mecánico, ni tampoco a algo que se adquiere o se da de una manera natural, como aprender a caminar, sino que es algo mucho más complejo, y que detrás de todo esto está el hecho de sentir, pensar y tener personalidad.

La sociedad de hoy exige una eficiente capacidad comunicativa, sobre todo en el aspecto oral. Las posibilidades de trabajo, estudio, relaciones sociales y superación dependen, en buena parte, de nuestra capacidad para interactuar con los demás, teniendo como herramienta fundamental la expresión oral. Es necesario entonces que en la Facultad de Tecnologías de la Salud se contribuya a