Física y Rehabilitación, Terapia Ocupacional, Optometría, Higiene y Epidemiología, Laboratorio Clínico, Medicina Transfusional e Imagenología, con matrículas muy limitadas y solamente en Ciudad Habana; en el 2001, se extendió al resto de los Institutos Superiores de Ciencias Médicas del país (Villa Clara, Camagüey y Santiago de Cuba) con una matrícula de 100 estudiantes por año.
En el 2002, por orientación de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, se introduce una nueva variante de formación en esta enseñanza; los cursos emergentes caracterizados por estudios intensivos de corta duración con continuidad de estudios universitarios garantizados. El Instituto Politécnico de la Salud Dr. Salvador Allende de Ciudad de La Habana, se transforma en la Escuela Emergente de Técnicos de la Salud con 4 perfiles de estudio: Terapia Física y Rehabilitación, Laboratorio Clínico, Medicina Transfusional e Imagenología.
Esta formación tuvo una duración de un curso escolar, cuyo nivel de ingreso de los estudiantes era 12mo. grado; se desarrolló bajo los conceptos de la universalización de la enseñanza con sedes en los 15 municipios de la capital y los egresados se certificaban como Técnicos Básicos de la Salud.
Desde el inicio de la formación emergente, se comenzó a trabajar en la continuidad de estudio de los egresados como Técnicos Básicos de la Salud, y a la vez darle solución a los miles de técnicos que aún no tenían posibilidades de superación y se habían formado en la red de Institutos Politécnicos de la Salud que se mantenían hasta este momento. Surge entonces, el llamado “Nuevo Modelo Pedagógico”, asentado en un revolucionario diseño curricular y decretado en la formación por ciclos (básico, técnico y profesional), con un alto nivel de flexibilidad, estimulando el éxito de todos los estudiantes.
En el acto de graduación de la formación emergente en Ciudad Habana, en septiembre del 2003, el Comandante en Jefe indica la conversión de la Escuela Emergente de Ciudad Habana en la Facultad de Tecnología de la Salud, adscripta al Instituto Superior de Ciencias Médicas; simultáneamente, se inició el proceso en todo el país, de la integración de la enseñanza técnica con la universitaria, y se convirtieron los Institutos Politécnicos de la Salud en facultades y filiales universitarias.
Por lo que a partir del curso 2003-2004 se produjo el inicio de una nueva carrera de Tecnología de la Salud. Los principales presupuestos para su diseño fueron los siguientes:
- Responder a la necesidad del Sistema Nacional de Salud de incrementar los recursos humanos calificados en las diferentes ramas técnicas propias del sector, para asegurar e incrementar la calidad de los servicios de salud, lo que determina el carácter pertinente de esta nueva carrera.
- El ingreso, a diferencia del currículo anterior, es fundamentalmente de jóvenes con enseñanza media superior vencida, procedentes sobre todo, de los cursos de superación integral para jóvenes y desmovilizados del servicio militar general. Esto significó una diferencia sustancial en la estrategia de formación, ya que hasta el curso anterior el ingreso era exclusivamente de técnicos medios formados en cursos regulares diurnos de 3 años de duración con no menos de 2 años de experiencia laboral.
- Incorporación temprana a la actividad laboral prevista en correspondencia con las necesidades del Sistema Nacional de Salud y las individuales de los jóvenes que han de constituir su mayor fuente de ingreso.
Todo lo anterior representó una respuesta concreta al reclamo de la UNESCO y de la UDUAL, de ampliar la disponibilidad y participación en la educación superior y un presupuesto básico de la revolución educacional, que tiene lugar actualmente en Cuba.
La carrera Licenciatura en Tecnología de la Salud se desarrolla con estudiantes de diferentes vías de ingreso, con la característica de que a partir del primer año la enseñanza es semipresencial, ya que la misma tiene un ciclo básico, un ciclo técnico y un ciclo profesional donde al terminar el estudiante puede tener como perfil de salida para el ejercicio de la profesión cualquiera de los veintiún perfiles diseñados en la carrera, los que se encuentran en relación directa con las diferentes especialidades o servicios que se brindan en el sistema nacional de salud. La educación en el trabajo responde a la disciplina rectora del perfil de salida de la carrera y es la forma fundamental de organización del proceso docente donde se vincula la teoría con la práctica y a la vez desarrolla habilidades, hábitos y valores que lo formarán profesionalmente.
Durante estos años se han emprendido significativas tareas académicas, extensionistas e investigativas. Los estudiantes y profesores han sido protagonistas de tareas trascendentales convocadas por la Batalla de Ideas y ejecutores de la labor que desarrollan las unidades asistenciales para acercar los servicios de salud a la población y en la lucha por la excelencia.
En estos momentos, se perfecciona el plan de estudio, en importantes proyecciones para el desarrollo de la enseñanza de posgrado, con el objetivo de mantener actualizados a los egresados y en la consolidación de los altos valores que deben caracterizar a un profesional de la salud.
1.4 Rasgos fundamentales de la comunicación.
Comunicación es una palabra de origen latino (communicare) que quiere decir compartir o hacer común. Se considera una categoría polisemántica en tanto su utilización no es exclusiva de una ciencia social en particular, teniendo connotaciones propias de la ciencia social de que se trate.
La comunicación constituye una capacidad inherente al hombre y a su relación con otros sujetos es por esto que Engels F. relacionó el trabajo y la necesidad de comunicación al referir: “`[…] el desarrollo del trabajo al multiplicar los casos de