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Propuesta de acciones para la superación profesoral en el fortalecimiento del valor responsabilidad en los estudiantes de la carrera de Medicina

individual con los intereses colectivos; su carácter histórico estriba en que constituye el modo de comportamiento del hombre cuya naturaleza es histórico-social. El grado de desarrollo moral del hombre depende de la forma en que tiene arraigado en su conciencia los valores positivos de la vida.

En las últimas décadas las cuestiones relativas a la educación moral, que es la esencia de la formación de valores, ha tenido un notable avance. Se comienza a admitir su necesidad y sentido como parte de la capacitación del docente para resolver de modo responsable y autónomo las alternativas y conflictos axiológicos que se presentan.

La educación moral exige no solo la madurez del juicio moral sino también la formación de hábitos de acción o cualidades de la personalidad que conllevan a estrategias educativas para potenciar la capacidad de autorregulación del comportamiento.

El valor moral es resultado de la actividad humana, como forma de la conciencia social, es la contraposición del bien y del mal, en forma de principios y normas de la conducta humana en la sociedad; por esta razón es necesario conocer su existencia e identificar zonas de expresión para educar y formar el valor responsabilidad como parte fundamental de las ideas morales, el cual abarca un amplio campo de las actitudes, actuaciones y comportamientos de los hombres. El proceso de educación moral de los individuos que se produce en el contexto de las relaciones sociales es reflejo de la situación económica social de una clase y responde a los criterios que sobre la moral y el ideal social tiene esta.

Los valores morales. Su formación.

Los valores son formaciones complejas que constituyen un sistema que no sólo guardan una estrecha relación entre sí, sino también con aspectos de la personalidad; en el valor se integran los conocimientos, los sentimientos y las vivencias que mueven la voluntad y los modos de actuación de las personas en el logro de sus fines o metas, a partir de sus necesidades, intereses, aspiraciones y anhelos. Según Páez etal (2002), Zilberstein (2002), López Bombino (2004), Colectivo de autores (2008) y Rodríguez etal (2009), para la formación de valores el docente debe atender su tratamiento sobre la base de los componentes: cognitivo, afectivo-volitivo, ideológico y de las vivencias y experiencias morales acumuladas en la vida cotidiana. Estos componentes pueden dejar huellas en la personalidad de los estudiantes, por lo que el docente desde su labor educativa tiene la tarea de familiarizar a los alumnos con los valores morales, los principios, elementos de la identidad nacional sus glorias y errores. Debe existir claridad en cuanto al conjunto de valores que se desean formar y cómo llevar a cabo este proceso de formación, libre de formalismo y considerar el tratamiento desde lo individual, además atender las vivencias, el fundamento ideológico cultural, lo cognitivo, lo afectivo-emocional y volitivo. (24-28)

Posiciones para estructurar la concepción metodológica de los valores.

Los valores constituyen una categoría objeto de definiciones por diferentes posiciones: la psicológica, la filosófica, la sociológica y la pedagógica.

Desde el punto de vista de la psicología marxista-leninista, se parte del conocimiento de la interacción de lo individual y lo social en la formación de los valores y del surgimiento de la personalidad, y en la unidad de lo afectivo y lo cognitivo, para postular que no se puede formar valores en lo abstracto, sino que el individuo debe conocer el contenido y junto con la experiencia histórica social asimilada, los intereses y motivaciones que experimenta al apropiarse de los valores. Esto se refleja desde la visión psicológica de Martí Pérez (2006) cuando insistió en la necesidad de formar hombres ‘’… vivos, hombres directos, hombres independientes, relaciona su concepción al respecto con la necesidad de enseñar a pensar y crear al

estudiante en el proceso de aprendizaje y ejercitar la mente constantemente…’’ y esto relacionado conceptual y empíricamente con las normas sociales. (29)

Desde el punto de vista de la filosofía marxista leninista, se ofrece una conceptualización, considerada un proceso socio-histórico, como resultado de la interacción del sujeto con el objeto en la práctica, con carácter histórico y clasista; es por ello que debe educarse desde esa realidad objetiva. (30)

Desde el punto de vista sociológico, Ginoris (2007) y Chacón Arteaga (2002) definen los valores como el aspecto subjetivo que se da a través de la práctica como función reguladora y orientadora, enmarcado en un contexto histórico social determinado; posición que desde esta arista se asume en este trabajo. (6) (31)

Moreno Castañeda (2007), plantea que tener valores es estimar un objeto, un principio, es ubicar las cosas por orden de importancia, es decidir que es más importante en un determinado momento y luchar por ello. Es ubicar y jerarquizar los bienes materiales y espirituales en orden de importancia. (32)

González Rey (2000), precisa el concepto de valores al concebirlos como “los motivos que se constituyen y configuran en el proceso de socialización del hombre; donde el autor hace referencia implícita a las funciones reguladora y orientadora de la conducta a partir de motivaciones y que aparecen en la actividad práctica con sus características subjetivas muy específicas. (33)

Desde el punto de vista pedagógico, Báxter Pérez (2007) reconoce que los valores son…”el resultado de un proceso esencialmente ideológico, en indisoluble relación sujeto-objeto. Son resultados de la valoración de un proceso del reflejo específico de las exigencias del sistema social, que expresan la importancia y la significación de la realidad de determinados fenómenos para el hombre” (34).

García Batista (2003) considera que los valores constituyen líneas generales de la conducta que se derivan de la experiencia y le dan sentido a la vida (35) y González Gutiérrez (2007), reconoce el valor como algo cambiante que aparentemente ha sido elegido libremente entre otras alternativas y depende de lo que se ha interiorizado a lo largo del proceso de socialización de las ideas y actitudes reproducidas. Se forma en la comunicación interpersonal, además plantea que los valores son dimensiones ideales, significaciones construidas y necesarias de relaciones humanas y del sentido de la vida de las personas, que se personalizan y se expresan en las más diversas formas de comportamiento de los estudiantes (36).

La personalización de los valores implica la congruencia de nuevos valores que se desee educar con una racionalidad individualmente asumida. Este proceso no debe representar un cambio radical cuando es consciente. El cambio de valores o la adquisición de nuevos valores es un proceso lento y gradual que supone la disposición consciente del sujeto.

González Serra (2007), expresa que los valores constituyen orientaciones inductoras y afectivas de la personalidad que expresan las necesidades y tendencias del individuo, pero que surgen y transforman a partir del desarrollo cognitivo de la realidad. (37).

En la medida en que se logre la motivación y el interés, los estudiantes interiorizarán los valores y los harán suyos. Por lo que debe propiciarse la realización de actividades de control y valoración, así como de autovaloración y autocontrol. Esto permite que los estudiantes conozcan sus errores y aciertos de forma consciente, ayudándolos a construir sus propios criterios, permitiéndoles tomar decisiones para que sepan cómo enfocar su vida, cómo vivirla y orientarla.

Una vez interiorizados, los valores se convierten en guías y pautas de conducta. Los auténticos valores son asumidos libremente y permiten definir con claridad los