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Diabetes mellitus. Una mirada en la atención primaria de salud

(MNT, medical nutrition therapy) es un término empleado por la ADA para describir la coordinación óptima del consumo calórico con otros aspectos del tratamiento de la diabetes (insulina, ejercicio, adelgazamiento). La prevención primaria en el MNT se orienta a evitar o retrasar el inicio de diabetes mellitus tipo 2 en sujetos de alto riesgo (obesos o con prediabetes), al alentar el adelgazamiento. El tratamiento médico de la obesidad es un terreno en evolución rápida y se expone en el capítulo 78. Las medidas de prevención secundaria del tratamiento nutricional médico se orientan a evitar

o retrasar las complicaciones propias de la diabetes en los enfermos de este mal al mejorar el control de la glucemia. Las medidas de prevención terciaria se dirigen a tratar las complicaciones propias de la diabetes (enfermedad cardiovascular, nefropatía). Por ejemplo, en individuos con diabetes y nefropatía crónica se limita el consumo de proteínas a 0.8 g/kg de peso corporal al día. El tratamiento nutricional médico en personas con diabetes y enfermedades cardiovasculares debe incorporar principios dietéticos propios de pacientes no diabéticos, con enfermedades cardiovasculares. Hay puntos comunes en las recomendaciones respecto a los tres tipos de tratamiento nutricional médico. A pesar de ello, en el capítulo se insistirá en las medidas de prevención secundaria. En pacientes elegibles se deben considerar algunos métodos farmacológicos que faciliten el adelgazamiento y la cirugía bariátrica.

En general los componentes del tratamiento nutricional médico óptimo son similares para individuos con diabetes mellitus tipo 1 o 2 y semejante para sujetos de población abierta (frutas, verduras, alimentos con fibra, y pocas grasas). Un componente importante de la atención integral es la enseñanza sobre tratamiento nutricional médico y debe reforzarse por orientación regular al enfermo. Históricamente, la nutrición ha impuesto dietas restrictivas y complicadas al paciente.

Las costumbres actuales han cambiado en gran medida, aunque muchos pacientes y profesionales sanitarios siguen viendo a la dieta diabética como monolítica y estática. Por ejemplo, en el caso de los diabéticos tipo 2 el tratamiento nutricional médico actual incluye alimentos con sacarosa y trata de modificar otros factores de riesgo como hiperlipidemia e hipertensión, en lugar de centrarse exclusivamente en la pérdida de peso. El índice glucémico es un estimado del incremento postprandial de la glucemia cuando la persona consume una cantidad precisa de glucosa. El consumo de alimentos con bajo índice glucémico al parecer disminuye las oscilaciones postprandiales de la glucemia y mejora el control de la misma. Es útil emplear alimentos hipocalóricos y edulcorantes no nutritivos. En la actualidad, la evidencia no apoya el uso de suplementos de la alimentación con vitaminas, antioxidantes (vitaminas C y E) o micronutrientes (cromo) en diabéticos.

Recomendaciones nutricionales para adultos diabéticos (a)

Dieta para pérdida de peso (en prediabetes y diabetes mellitus tipo 2)

Dieta hipocalórica que sea baja en grasas o baja en carbohidratos

Grasa en la dieta: Consumo mínimo de grasas trans

Carbohidratos en la dieta:

Vigilar el consumo de carbohidratos en relación con las calorías

Los alimentos que contienen sucrosa se pueden consumir con ajustes en las dosis de insulina

La cantidad de carbohidratos se conoce al estimar los gramos de carbohidratos en la dieta (para diabetes mellitus tipo 1)

El índice glucémico refleja la forma en que el consumo de un alimento particular afecta la glucemia.

Proteínas en la dieta: como parte de una dieta óptima

Otros componentes:

Consumo de edulcorantes sin nutrientes

No se recomiendan los suplementos sistemáticos de vitaminas, antioxidantes u oligoelementos

(a) Consúltese el texto en cuanto a las diferencias respecto a pacientes con el tipo 1 o 2 de diabetes.

Tal como ocurre con la población general, la dieta sana incluye frutas, verduras y alimentos con fibra.

Fuente: Con autorización de la American Diabetes Association, 2011.

El objetivo del tratamiento nutricional médico en el diabético tipo 1 es coordinar y acompañar el aporte calórico, tanto en el tiempo como en la cantidad, con la dosis apropiada de insulina. El tratamiento nutricional médico y la autovigilancia de la glucosa se deben integrar en la diabetes mellitus tipo 1 para definir el régimen óptimo de insulina. La ADA alienta a los enfermos y a quienes los cuidan a utilizar el recuento de carbohidratos o sistemas de intercambio para calcular el contenido de nutrientes de una comida o un bocadillo. Con base en el estimado del contenido de carbohidratos de una comida, hecho por el propio paciente, por empleo de la proporción de insulina/carbohidratos, se calcula la dosis de la hormona para administrar en forma directa, correspondiente a una comida o un bocadillo. El tratamiento nutricional médico debe ser lo suficientemente flexible para permitir el ejercicio, y la pauta de insulina debe permitir desviaciones en el aporte calórico. Un componente importante del tratamiento nutricional médico en la diabetes mellitus tipo 1 es reducir al mínimo el aumento de peso que a menudo acompaña al tratamiento intensivo.

Los objetivos del tratamiento nutricional médico en la diabetes mellitus tipo 2 deben enfocarse en la pérdida de peso y abordar la prevalencia mucho mayor de factores de riesgo (hipertensión, dislipidemia, obesidad) y de enfermedad cardiovascular en esta población. La mayoría de estos individuos son obesos, y se sigue aconsejando encarecidamente la pérdida de peso, que debe continuar siendo un objetivo importante. Las dietas hipocalóricas y la pérdida discreta de peso (5 a 7%) con frecuencia provocan un descenso rápido e impresionante de la glucosa en individuos con diabetes mellitus tipo 2 de inicio reciente. Sin embargo, numerosos estudios documentan que es poco común la pérdida de peso a largo plazo. El tratamiento nutricional médico en la diabetes mellitus tipo 2 debe hacer énfasis en reducción discreta de las calorías (pocos carbohidratos o poca grasa), disminución del consumo de grasas y aumento de la actividad física. El aumento del consumo de fibra soluble dietética puede mejorar el control de la glucemia en diabéticos tipo 2. La pérdida de peso y ejercicio mejoran la insulinorresistencia.

El tratamiento dietético es uno de los pilares fundamentales; debe ser individualizado y persigue como objetivos:

  • mantener el peso corporal lo más próximo