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Actualización sobre el diagnóstico y tratamiento de la esquizofrenia y otras psicosis

enfermedad o accidente, empiezan a ver objetos dentro de esa zona físicamente ciega llamada escotoma. Esto es así porque al no haber señal desde la retina, el cerebro se halla ante el dilema de borrar la zona visual dañada o empezar a rellenarla de forma impredecible. Otro ejemplo de alucinación se da en el caso de miembros amputados en los que el paciente empieza a experimentar miembros fantasmas: los sigue sintiendo a pesar de que ya no los tiene. Esto es así por la misma razón que el escotoma: el cerebro se halla ante el dilema de «amputar» funcionalmente el área del cerebro encargada del miembro amputado o rellenarlo de forma imprevisible.

Por lo general las alucinaciones no se analizan como un aspecto separado sino dentro de un cuadro más general de trastornos relacionados a estos episodios alucinatorios.

Andreasen y Costa da Silva aseguran que existen tantas alucinaciones como tantos sentidos tenemos y que en el caso del paciente esquizofrénico la más acostumbradas a observarse son las alucinaciones auditivas, que pueden ser leves o simples (un ruido, unos pasos, un silbido, unas cadenas, un soplo en el oído) o más complicadas o complejas (el enfermo refiere que siente en su oído una o varias voces que conversan con el, le exaltan, le honran, o por el contrario le insultan, le ordenan, o le describen lo que está haciendo y que estas voces que sienten o bien pueden ser confortadoras o más bien, generalmente, le angustian). Los familiares, parientes allegados y amigos cercanos comúnmente prestan atención a que el paciente habla solo (ciertamente cree existir dialogando con esas voces que sólo él o ella oyen) o que audiencia música a todo volumen, con tal de detener los incómodos léxicos interiores (49,50).

Las alucinaciones más particulares son las auditivas, habitualmente constituidas por fonemas o por voces que le hablan, le ordenan o le insultan. En ocasiones estas voces pueden ser de personas que reconoce, familiares, amistades, vecinos, compañeros de trabajo, otras veces son desconocidos, olvidados o que no puede identificar y el paciente puede inventar una facultad delirante, pensando que forman parte de una maquinación, una intriga para lesionarlo, para hacerle daño. En otros intervalos el estimulo auditivo puede acontecer de manera desorganizada o inapropiada, con un vocablo alterado, sin embargo el enfermo puede responder a los dictámenes que incriminan las alucinaciones.

Las alucinaciones al inicio de la enfermedad, en la fase aguda de la esquizofrenia generalmente tienen más contenido, suelen ser más ricas, más verídicas y el paciente suele expresarse ante éstas con mayor zozobra, impaciencia, ansiedad, alcanzando cuadros acinéticos a consecuencia del aislamiento gravamen por esta angustia psicótica.

Es posible apreciar en el paciente descompensado expresarse en forma de soliloquios, como si estuviera estableciendo un dialogo o platica con las voces o señales. Es destacado mencionar que las alucinaciones auditivas no siempre son voces o fonemas, muchas veces se manifiestan en forma de ruidos, susurros, ecos, bisbiseos, cuchicheos, rumores incoherentes incluso gruñidos o aullidos de animales, recuerdo un paciente que me refería que sentía constantemente cadenas en su casa, que en su casa asustaban en las noches y le atribuía el origen a un demonio que lo martirizaba y que eso era el castigo por una mala acción que había hecho en el pasado. Otro paciente en consulta sentía en las noches a una mujer que lloraba y no lo dejaba dormir y pensaba que el motivo era de un espíritu de mujer que había perdido a su hijo y por eso lloraba y que se llamaba la llorona.

Además de las alucinaciones auditivas también existen otros tipos de alucinaciones dentro del proceso de la percepción; por lo cual en estos pacientes pueden acontecer alucinaciones olfatorias o gustativas, cenestésicas y visuales.

Las alucinaciones visuales no se ven con periodicidad y habitualmente se aprecian en enfermos crónicos, en fases avanzadas del padecimiento. Ahora repaso en mi mente la novela y obra destacada de la literatura española y de la literatura universal de Miguel de Cervantes Saavedra, El ingenioso hidalgo o caballero don Quijote de la Mancha, el cual lucha contra unos gigantes, que no son otra cosa que molinos de viento. Vela en un bosque donde cree que hay otros gigantes que hacen ruido; aunque, realmente, son sólo los golpes de unos batanes. Tiene otros curiosos incidentes como el acaecido con un vizcaíno pendenciero, con unos rebaños de ovejas, con un hombre que azota a un mozo y con unos monjes benedictinos que acompañan un ataúd a su sepultura en otra ciudad. Alonso Quijano que es realmente en este caso el personaje el cual enferma, es un hidalgo pobre, que enloquece leyendo libros de caballerías y se cree en su mente, en sus pensamientos que es un caballero medieval. Decide armarse como tal en una venta, que él ve como un castillo. Le ocurre toda suerte de risibles acontecimientos en las que el personaje principal, inducido en el fondo por la bondad y el idealismo, busca «desfacer insolencias» y socorrer a los desfavorecidos y necesitados. Y que podemos decir del amor platónico a su amada Dulcinea del Toboso; que es, en realidad, una moza labradora «de muy buen parecer». El cura y el barbero del lugar someten la biblioteca de don Quijote a un expurgo, y queman parte de los libros que le han hecho tanto mal. En todas las aventuras, amo y escudero, este último el inseparable Sancho Panza, mantienen amenas conversaciones. Poco a poco, revelan sus personalidades y forman una amistad basada en el respeto mutuo.

En mi experiencia personal, cuando aparece un cuadro psicótico de inicio abrupto con alucinaciones visuales, hay que pensar siempre dentro del diagnostico diferencial y nosológico una etiología orgánica excluyendo habitualmente a la esquizofrenia. Recuerdo en mi vida estudiantil, aun siendo un estudiante de tercer año de medicina, alumno ayudante de neurocirugía que teníamos una paciente hospitalizada en el piso porque supuestamente era una profesora de bachillerato que de momento se había vuelto loca y dentro de la sintomatología daba gritos muy angustiada porque veía y describía ella misma, que un hombre negro y furioso quería agarrarla por el cuello y estrangularla, quería tumbarla de la cama, le agarraba los pies y la torturaba constantemente, esa misma noche que hospitalizo además de los trastornos mentales y las alucinaciones con el negro, en fracciones de segundos la paciente presento una convulsión tonicoclónico generalizada y cayó en un estado de coma profundo con signos de sufrimiento lateral de tallo cerebral, hemiparesia, parálisis facial central, pupilas anisocóricas, hubo que reanimarla, intubarla y proporcionarle ventilación mecánica asistida, posteriormente fue llevada urgente a realizarle un TAC cerebral, donde se demostró la existencia de un tumor cerebral, el más agresivo y maligno de todos un glioblastoma multiforme con abundante edema cerebral perilesional y gran efecto de masa sobre el tejido cerebral y signos de