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Actualización sobre el diagnóstico y tratamiento de la esquizofrenia y otras psicosis

vía  intramuscular de pronta actividad utilizable en crisis aguda en poco tiempo. La dosificación será siempre individualizada según el nivel de aceptación generalmente una monodosis en la noche ya que ocasiona una somnolencia y sedación importante. La inyección intravenosa es excepcional reservándose para los casos más graves y de difícil manejo sin sobrepasar los 10mg del medicamento.

La olanzapina puede inducir discinesia y ocasionalmente síndrome neuroléptico maligno, del mismo modo acatisia, ambliopía, sequedad bucal, mareo, estreñimiento, dispepsia, sedación, insomnio, disminución de la tensión arterial, sobrepeso, polifagia, reacciones alérgicas, enrojecimiento y edema facial, disminución de la libido, impotencia, hiperglicemia, diabetes, hiperlipidemia sobre todo a expensas de los triglicéridos, aumento del riesgo cardiovascular.

Un elemento importante y que los pacientes y familiares tienen muy en cuenta es el incremento del peso corporal implícito en corto tiempo con el uso de la olanzapina, por eso es fundamental establecer desde el principio una dieta balanceada y según las necesidades de calorías particulares del paciente junto a un plan de ejercicios; programar actividades físicas periódicas que le permitirán aumentar el gasto energético, calórico, con el gran número de beneficios que conlleva esto para el cuerpo, en la parte física, para el corazón, los pulmones, la circulación y además es parte del tratamiento de rehabilitación mental.

Otra opción es usar en el tratamiento medicamentos en donde el aumento de peso sea en menor cuantía o más moderado como es el caso de la risperidona, la quetiapina y la clozapina. O aún mejor el uso del aripiprazol y la ziprasidona que son medicamentos considerados con efectos nulos en relación al peso corporalmente.

Además de la esquizofrenia, la olanzapina ha sido empleada por los galenos en los trastornos afectivos bipolares, sobre todo en la fase de manía aunque posteriormente también se empleo para la depresión, en el trastorno esquizoafectivo, en el trastorno por estrés postraumático, en el trastorno de pánico y el trastorno de ansiedad generalizada; tiene indicación sobre todo en aquellos cuadros donde predomine la angustia, el desespero.

Otras indicaciones corrientes es la depresión mayor incluso sin síntomas psicóticos, en los trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia, la tartamudez y el síndrome de La Tourette. Algunos colegas la han empleado como parte de la terapéutica de las demencias sobre todo en las crisis de agitación y de confusión y las recaídas con síntomas depresivos crónicos. Aunque se advierte que la olanzapina y la risperidona no debería utilizarse en ancianos con demencia por el alto riesgo de presentar un infarto cardiaco e incluso la muerte en estos enfermos.

En niños, adolescentes y jóvenes se está utilizando actualmente para controlar los trastornos de conducta y trastornos generalizados del desarrollo.

La sobredosificación suele producir agitación, taquicardia, disartria, toma de conciencia pudiendo llegar al estupor y hasta el coma. Todavía no existe un antitóxico específico para estos casos.

En el momento la olanzapina tiene una gran ventaja con relación a otros antipsicóticos y es que no tiene efectos extrapiramidales y esto se debe por su gran afinidad a los receptores serotoninérgicos en relación a su acción dopaminérgica (48, 49, 52, 70). Otra ventaja es que su vida promedio es superior a 30 horas lo cual facilita administrarle al paciente una sola dosis diaria cumpliendo mejor el tratamiento.

La olanzapina a dosis incluso menor de 10mgs suele ser efectiva para la mejoría de los síntomas positivos como los negativos. Oscilando entre los 5 a 20mg al día y de mantenimiento 12.5 mg/día.

Otro punto importante es que no despliega alteraciones sanguíneas, la elevación de las transaminasas es muy baja y de forma leve sin producir daños. La elevación de los niveles de prolactina es elocuentemente menor que con el uso de otros antipsicóticos aunque es recomendado no usarlo en mujeres con alteraciones del ciclo menstrual o casos de hiperprolactinemia, amenorrea, galactorrea, cólicos menstruales, o aquellos pacientes con síntomas psicóticos o esquizofrenia que han presentado previamente intolerancia a otros psicofármacos o medicamentos por sus consecuencias sobre los niveles de prolactina. La olanzapina está contraindicada en los pacientes con glaucoma ya que aumenta la presión intraocular por su efecto anticolinérgico.

Risperidona

La risperidona es un medicamento antipsicótico de los denominados de segunda generación utilizado principalmente para el tratamiento de la esquizofrenia desde el año 1993. Siendo muy eficaz e el control de los síntomas negativos. Cabe señalar que en estos momentos y desde el año 2007 es el único medicamento autorizado para ser utilizado en el tratamiento de la esquizofrenia en menores de 18 años asimismo para el tratamiento del trastorno afectivo bipolar y la depresión en menores de edad, sobre todo en el rango de edad entre los 10 y 18 años en combinación con el litio. (48, 49, 52, 70).

Se ha venido empleando también en los estados maníacos del trastorno bipolar, la agitación, hiperquinesia, agresividad, irritabilidad en niños, y en jóvenes y adolescentes con desordenes autistas o de aislamiento y temor.

Algunos expertos lo han empleado en la ansiedad, el trastorno obsesivo compulsivo, depresiones crónicas y refractarias con alto índice de recaídas con o sin síntomas psicóticos, trastornos de comportamiento inclusive en niños pequeños, desordenes alimentarios, en la tartamudez y hasta en el síndrome de La Tourette. En sentido general puedo decir que ha tenido una gran aceptación en el terreno de la psiquiatría pediátrica. (48, 49, 52, 70).

Este compuesto se puede prescribir por vía oral comprimidos de 0,25, 0,5, 1, 2, 3 y 4 mg, y en gotas de 1 mg/ml; además existe la presentación en ampollas de 25 mg; 37,5 mg ó 50 mg.

La vida promedio de este fármaco hace posible su eficacia a dosis únicas diarias no mayores de 6mg permitiendo minimizar sus efectos adversos sobre todo la ausencia total de efectos extrapiramidales. Estos efectos pueden aparecer con el incremento de la dosificación durante el proceso terapéutico. (48, 49, 52, 70).

Por lo demás puede utilizarse también en presentación de depósito o depot recurriendo en esta forma a una dosis habitual de 25 a 50 mg una vez cada dos semanas por vía intramuscular. La forma depot puede ser muy útil para llevar un control íntegro en pacientes que tienen problemas para tomar su medicación oral de forma regular. Muchos enfermos prefieren esta forma, que la ingesta diaria de píldoras, lo cual asegura el