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Actualización sobre el diagnóstico y tratamiento de la esquizofrenia y otras psicosis

cumplimiento uniforme del tratamiento.

Como todos los antipsicóticos la risperidona no es totalmente inocua, durante su uso pueden aparecer algunos efectos adversos como son: sobrepeso, discinesia, acatisia, fatiga, sialorrea, disfunción sexual sobre todo por perdida de la libido e impotencia, eyaculación retrógrada, hipotensión sobre todo en ancianos, ansiedad, trastornos del sueño, insomnio, somnolencia, adormecimiento nasal y obstrucción nasal. Permite subrayar que todos estos efectos serán permanentes. (48, 49, 52, 70).

Esporádicamente, la risperidona puede inducir dureza en los senos e incluso ginecomastia; Es rara la galactorrea aunque puede acontecer en ambos sexos por acrecentarse los niveles de prolactina. Debe usarse con precaución y a bajas dosis en la insuficiencia hepática y en la insuficiencia renal. De la misma forma en los problemas cardiacos en donde deben hacerse controles electrocardiográficos y enzimáticos. (48, 49, 52, 70).

Dentro de sus ventajas se encuentra que ha sido eficaz en casos de esquizofrenia con resistencia al tratamiento o poca mejoría con antipsicóticos convencionales con dosis usuales de 4 a 9 mg diarios. Igualmente ha sido útil en otras psicosis como son las alteraciones psicóticas producidas por el VIH, asimismo en los cuadros confusionales o deliriums a pequeñas dosis. Para el control de los trastornos conductuales en pacientes con enfermedad de Alzheimer a dosis de 1 a 3 mg. En el trastorno afectivo bipolar incluyendo aquellos pacientes con ciclos vertiginosos. En el trastorno obsesivo compulsivo conjuntamente con el uso de la imipramina, amitriptilina o un inhibidor selectivo de la recaptación de la serotonina (ISRS).

Quetiapina

Es un antipsicótico atípico que últimamente es muy aceptado para el tratamiento de la  Esquizofrenia y otras psicosis, del mismo modo se está utilizando en otras afecciones como el trastorno límite de personalidad, en el tratamiento de episodios maniacos agudos coligados con el trastorno afectivo bipolar ya sea utilizando el medicamento solo o combinado con el litio y el divalproato sódico. Se ha suscitado su uso en jóvenes rebeldes, adolescentes con problemas de comportamientos inestables, irritabilidad igualmente para el trastorno obsesivo compulsivo,  estrés postraumático, síndrome de las piernas inquietas, autismo, alcoholismo y síndrome de Tourette. Incluso se ha recurrido como calmante en las crisis de angustia y las alteraciones del sueño. (48, 49, 52, 70, 89).

La quetiapina se facilita dos veces al día, debe usarse con precaución iniciando con 25 a 50mg mg al día y se va aumentando paulatinamente con no más de 50mg diariamente. A partir del cuarto día, la dosis debe ser graduada a la dosis valida habitual de 300mg a 450mg al día. Sin embargo, puede ajustarse en función de la respuesta clínica y de la tolerancia de cada paciente en particular, entre 150mg y 750mg al día por vía oral.

Tiene efectos indeseables como somnolencia, mareos, vértigos, estreñimiento, hipotensión postural, sequedad en la boca, alteraciones en los valores de las enzimas hepáticas principalmente. Además astenia, rinitis, dispepsia, taquicardia y síncope. Casualmente en el cuadro hemático se ha observado eosinofilia y aumentos asintomáticos de las concentraciones séricas de transaminasas. (48, 49, 52, 70, 89).

Algunos estudios señalan los riesgos de la quetiapina en pacientes de edad avanzada con demencia para tratar los problemas de conducta, que tienen mayores probabilidades de que progrese el deterioro cognitivo e inclusive de muerte durante el tratamiento. (117)

También se menciona el riesgo de suicidio por tener ideas de tendencia suicida durante el tratamiento como antidepresivo en niños, adolescentes y jóvenes de hasta 24 años; aunque todo esto no esta bien esclarecido se recalca en que suelen aparecer síntomas adversos como la aparición de una depresión inesperada o que desmejora; pensar en provocarse daño o en suicidarse, o en planear o intentar el suicidio; preocupación extrema; agitación; ataques de pánico; dificultad para quedarse o perdurar dormido; agresividad; irritabilidad; actuar sin pensar; reactivo, expectación ardua; y excitación energúmena delirante. (117)

Aripiprazol

Es uno de lo más recientes medicamentos dentro del grupo de los llamados antipsicóticos atípicos para el tratamiento de la esquizofrenia y otras psicosis sobre todo los cuadros maníacos agudos, el trastorno afectivo bipolar con síntomas mixtos, y la depresión mayor; el cual es eficaz a largo plazo, con bajas recaídas, alivia los síntomas positivos y negativos de la enfermedad, superando el aislamiento social y tiene pocos efectos secundarios, siendo muy baja la probabilidad de causar reacciones adversas extrapiramidales.

No produce cambios en el ritmo cardíaco ni se le ha asociado con provocar una prolongación del segmento QT del trazado electrocardiográfico como es el caso de la Ziprasidona. Pero si puede producir en la persona que lo consume náuseas y sedación.

Este medicamento tiene una presentación en tabletas de 2, 5, 10, 15, 20 y 30 mg, también en soluciones de 1mg por ml por vía oral y en ampollas de 7,5 mg por ml para ser utilizado en cuadros agudos de una forma más rápida. (42, 53, 71, 115)

Benzodiazepinas

El tratamiento con diazepam puede ser útil hasta cierto punto para prevenir la progresión sintomática en pacientes con esquizofrenia que rechazan el tratamiento antipsicóticos.

Se le denomina Benzodiazepinas a un grupo de medicamentos psicotrópicos que actúan sobre el sistema nervioso central resultando en cambios temporales en la percepción, ánimo, estado de conciencia y comportamiento; con efectos sedantes, hipnóticos, ansiolíticos, anticonvulsivos, amnésicos y miorrelajantes; Siendo ampliamente utilizadas en el campo de la neurología y la psiquiatría, en varias afecciones tales como la ansiedad, el insomnio, los trastornos del ánimo y la esfera afectiva principalmente, así como las epilepsias, la abstinencia alcohólica y espasmos musculares.

Siempre se ha utilizado para realizar procedimientos imagenológicos, tales como tomografías axiales, resonancias, ecografías y otros estudios radiológicos en los que el paciente no coopera igualmente procedimientos invasivos como la endoscopia gastroduodenal, la colonoscopia, tratamientos odontológicos, procedimientos quirúrgicos menores en pacientes con ansiedad, en niños pequeños que no colaboran por ejemplo para la extracción por los otorrinolaringólogos de un cuerpo extraño de la nariz, del oído o la garganta. También es empleado para inducir sedación o anestesia antes de un acto quirúrgico.

En mi experiencia personal como neurocirujano he operado varios