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Actualización sobre el diagnóstico y tratamiento de la esquizofrenia y otras psicosis

circunda. Una vez que relucen, pueden desarrollarse, embrollarse o transformarse, pero siempre desde esa plataforma de escenario distorsionado, sin relación con el universo que le encierra. (48).

El adjunto de estos ensueños es muy diverso; así, entre los más vistos se encuentran los delirios de autorreferencia o autorreferenciales (por ejemplo cree estar siendo vigilado por los servicios de inteligencia del departamento administrativo de seguridad por cierta contravención no cometida, organiza en sus pensamientos que las presentaciones de la radio y la televisión narran concretamente historias de su vida por ser una persona muy importante, multimillonaria, dueña de muchas propiedades y acciones), delirios de perjuicio (por ejemplo, creer que algún miembro de la familia, la esposa, está conspirando con un grupo terrorista para eliminarlo físicamente o que el vecino de al lado de su casa esta confabulado con sus jefes para perseguirlo y dominarlo y destruirlo.

Cuenta un paciente real don Germán que su vecino lo domino desde su casa utilizando un equipo que invento que emite unas radiaciones a su televisor de su habitación y al ver la pantalla del televisor estas radiaciones ejercen una influencia total sobre su mente que lo dominan absolutamente logrando el vecino hacer lo que quiere incluso acostarse con su mujer y la hija de la muchacha del servicio, es tanto el poder del vecino que al paciente le da miedo salir de la casa y se aísla totalmente, pues la última vez que salió el vecino tenía agentes en todas las cuadras que lo miraban y señalaban constantemente por donde caminaba el paciente controlándole cada uno de sus actos, incluso algunos se reían despavoridamente de él, además siente pánico ir a la escuela donde trabaja como profesor porque la confabulación es tan grande que el rector y el coordinador del colegio también se pusieron de acuerdo con el vecino para desbaratarlo junto con los alumnos del cuarto grado a los cuales le imparte las asignaturas de filosofía y religión, ética y valores, lo están esperando para echarles un polvo de burundanga y ponerle una brujería en su asiento un murciélago vampiro para definitivamente acabar con su vida, pero él no es bobo pues no se va a dejar tan fácil para eso él fue detective en un tiempo).

Otras alteraciones presente en este tipo de paciente son los delirios hipocondriacos (por ejemplo creer que su corazón, o pulmones no funcionan bien y se va a morir por esto), también están los delirios de celos (por ejemplo estar persuadido del adulterio de la esposa, yo tengo un paciente que tiene destruida a su pareja con este asunto, no la deja salir de la casa, ya tienen 30 años de casados, 3 hijos grandes pero él persiste en desconfiar totalmente de ella, no deja de pensar en su mente que ella está con un negro y que se la está haciendo con un negro y si salen a la calle que por supuesto tiene que ser juntos, él piensa constantemente que ella está mirando un negro y que cuando ve un negro cambia su actitud y se enloquece con los negros (todo lo cual es irreal), delirios megalomaníacos (por ejemplo opinar que se invisten capacidades prodigiosas o por encima de lo habitual de los hombres para desenvolver algunas labores o iniciar nuevas actividades comerciales ) y delirios místico-religiosos (por ejemplo aseverar asumir una tarea comisionada por el creador del cielo y de la tierra) (49).

Precisamente como, consecuencia de la existencia de estos síntomas y de la arbitraria convicción de realidad que gozan, el paciente se admite en proporción con ellos. Es frecuente que estos actos sean los narrados por primera vez por quienes conviven con él, aun cuando el paciente no les ha manifestado qué le ocurre. Los que están próximos distinguen que se torna más desconfiado, conceptuando que muchos sucesos que acaecen cerca le incumben (autorreferencialidad). Le asiste estar alerta o aterrado, como a la expectativa de ser atacado en cualquier instante, prevenido, que prescinde de la relación con diferentes personas y adquiere una predilección a sitiarse por desasosiego (50).

Varios investigadores coinciden en que el contenido del pensamiento refleja las ideas del paciente, sus interpretaciones de los estímulos. El prototipo más despejado lo instauran las ideas delirantes, que pueden ser de disímil naturaleza. Muy comúnmente tienen un tono autorreferencial y en algunos momentos de perjuicio. El paciente afirma que está siendo circunspecto, investigado, rondado, circundado (13,22, 37, 48).

Posterior a las desemejantes apreciaciones el paciente edifica una cadena de ejecuciones que podemos exclamar como delirantes por lo malsano de la agrupación, es » emplazar una reciprocidad sin sentido»; son las percepciones o interpretaciones delirantes. El paciente funde que la multitud por la vía lo miran feo o que se expresan muy mal de él. Puede considerar ser perjudicado por sus conocidos o por sus vecinos o simplemente por otras personas a los que se referirá como «ellos», y llega a opinar que hay un enredo o una maquinación contra él. Esto último puede ser una exégesis a partir de unas ofuscaciones acústicas en las que el paciente distingue que la multitud le coacciona y le humilla.

En otras causes muestra otros temas delirantes como la grandiosidad, parece estar comprometido con magnos resultados o de substanciales proyectos o invenciones; hipocondríacos, apreciándose infectado debido a la atribución perniciosa de irradiaciones o de frecuencias dañinas (48, 50).

La particularidad definida del delirio esquizofrénico es su desestructuración, su inexactitud de automatización. Este tipo de delirio escasamente normalizado, típico de la esquizofrenia, se distingue conspicuo en la disparidad con otras representaciones de delirio.

En otras afecciones el delirio aflora más nomotético, más categórico, más simplificado: son ideas delirantes que no emergen como expulsas sino todo lo inverso, pueden ser fidedignas, racionales. Los pacientes logran ser aptos de endosar su delirio a otras personas que alcanzan a establecer una psicosis soliviantada (Folie à deux).

Los especímenes más conocidos de delirios sistematizados de otras enfermedades son los del celotípico, que obtiene la evidencia delirante de ser burlado por su esposa; el delirio hipocondríaco, por el que el paciente se mete en la cabeza que sufre una determinada enfermedad y que puede incluso ser mortal o muy peligrosa contra su vida y esta declaración es totalmente indiscutible; y el delirio crónico de perjuicio, en el que el paciente rememora que es atormentado por una «intriga» o «boicot» de rechazo contra él y que puede situarlo en el trabajo, en la comarca done vive, en la familia, con los supuestos amigos que quieren arrinconarlo(51).

Las representaciones precedentes concuerdan con impulsos paranoides o delirios crónicos, en los que los delirios son conformes con la personalidad del paciente, es decir, se despliegan a partir de unas indiscutibles tipologías