la droga en forma sustancial (denominados usuarios crónicos), son imprecisos debido a que muchos individuos muy involucrados con las drogas resultan difíciles de ubicar para las entrevistas o no reciben tratamiento. Este problema de acceso tiende a producir un sesgo negativo en los datos que se reúnen en forma convencional.
La edad de los consumidores radica entre los 15 y 64 años, según Informe Mundial sobre las Drogas (2008).
El número de personas en el mundo que consumen droga al menos una vez al año, ha experimentado una ligera alza hasta los 208 millones; el 4.9 por ciento de la población del planeta entre 15 y 64 años, informó la ONU.
Estos datos se recogen en el Informe Mundial sobre las Drogas (2008), elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
El documento, emitido en el Día Mundial Contra las Drogas, destaca que el número de consumidores se ha mantenido estable por debajo del cinco por ciento de la población mundial, y precisa que para 26 millones de personas, el 0.6 por ciento de la población adulta del planeta, la droga supone un serio problema.
La sustancia ilegal más difundida es la marihuana, consumido por 165.6 millones de personas, el 3.9 por ciento de la población de entre 15 y 64 años en 2007, una décima más que el año anterior.
Las anfetaminas son la segunda droga más usada, al tomarla 24.7 millones de personas, aunque fue la única que experimentó cierta caída en el consumo al pasar del 0.60 por ciento al 0.58 por ciento su tasa de prevalencia.
Las siguientes sustancias son el grupo de los derivados del opio con 16.5 millones de consumidores, el 0.39 por ciento de la población mundial, con un ligero ascenso de un 0.02 por ciento.
La cocaína es consumida por 16 millones de personas, el 0.4 por ciento de la población mundial, y tuvo también un ligero ascenso, al igual que el “éxtasis”, con 9 millones de usuarios.
En los últimos años la fiscalización de estupefacientes ha conseguido extraordinarios avances, sobre todo en comparación con otras sustancias psicoactivas”, explicó el director de la ONUDD, Antonio María Costa, en un comunicado difundido en Viena.
Según los datos de la ONU, cada año fallecen cinco millones de personas por tabaquismo, dos millones y medio por culpa del alcohol, y unas 200 mil por efecto de las drogas.
“La fiscalización de estupefacientes ha dado importantes resultados: la heroína, la cocaína y las sustancias sintéticas son desastrosas para quien las consume, pero no tienen repercusiones tan graves en la salud pública como el tabaco y el alcohol”, destacó Costa.
CAPÍTULO III
MARCO METODOLÓGICO
3.1. Tipo de Investigación
La presente investigación es de naturaleza cualitativa y tiene la finalidad de abordar el consumo de drogas desde la perspectiva del mismo consumidor, ése que está inmerso en el consumo y del cual es posible conocer, a través de su palabra y de una relación interactiva recíproca entre el investigador-informante, la dinámica del consumo de dicha droga en situación de calle.
La investigación de tipo cualitativo es utilizada frecuentemente en investigaciones sociales, “por permitir la producción de datos derivados de las propias palabras de las personas entrevistadas y de las conductas observadas”. (Rodríguez et al, 1996:33). Se intenta llegar al otro, el consumidor de drogas, en un encuentro muy riesgoso y difícil por todas las implicaciones que involucran esos ambientes de consumidores, que se convierten en pequeñas comunidades donde el acceder a los que allí habitan no es tarea fácil, especialmente por tratarse de personas que vienen de la calle.
La relación establecida entre la investigadora y los informantes, está dirigida “hacia la comprensión de las perspectivas que tienen los informante respecto de sus vidas, experiencias o situaciones, tal como lo expresan con sus propias palabras” (Taylor y Bogdan, 1990:101).
Desde esta perspectiva se privilegia la subjetividad como paradigma posible, para conocer la verdad, que de acuerdo a la teoría de Ferrarotti (1997) se expresa verticalmente desde el individuo consumidor con toda su experiencia subjetiva que evoca a través del relato, y horizontalmente proyecta a la sociedad donde se encuentra inmerso. Contando para ello con la narrativa de los informantes.
3.2. Diseño de la Investigación: Estructura de los Relatos de Vida
Una vez definidos los objetivos de la investigación, se llevó a cabo un trabajo de campo, a través de la aplicación de una entrevista en profundidad dirigida a consumidores de drogas en situación de calle, con la finalidad de obtener relatos de vida referidos a sus experiencias como consumidores de drogas en general.
3.3. Selección de los Informantes
Para la selección de los informantes, en primer lugar se tomó en cuenta la unidad de análisis, precisando que iban a ser estudiados individuos consumidores de drogas en situación de calle.
El proceso de selección se organizó de acuerdo al perfil de los consumidores de drogas en situación de calle, en el contexto de una casa para albergar a estas personas, quienes están dirigidas por un exadicto y un director de la institución. Se realizaron las diligencias administrativas para tener acceso a la casa y se realizó un proceso de inducción para aquellos consumidores voluntarios en participar en la investigación. La política de la institución es captarlos en la calle y llevarlos como voluntarios a la casa para ser entrenados en los procedimientos que deben regir respecto a la convivencia cotidiana, es decir, mantenimiento de la casa en todo lo que se refiere a los oficios domésticos, clases de primaria y bachillerato, opciones de trabajo fuera de la institución, normas de disciplina, grupos terapéuticos voluntarios sobre temáticas por ellos seleccionadas, como por ejemplo: valores humanos, familia, trabajo, entre otros. Todo ello con la finalidad de ofrecerles una vida digna sin drogas. Todavía no hay resultados que puedan ofrecer luces respecto a esta forma de tratar a estas personas consumidoras de droga, con antecedentes de vida muy difíciles por haber estado en situación de calle por mucho tiempo.
3.3.1. Aproximación a los Informantes
Se entrevistaron 8 informantes, uno o dos cada día, con un tiempo entre una hora o dos, en un salón de clase