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El consumo de drogas en el contexto venezolano. Relatos de experiencias

efecto que a la larga pueda causarles a ellos. Porque yo estoy mal y ellos me ven mal, pues los que están más grandecitos ya, ellos saben de porqué estoy mal.

Y que ellos aprendan de esa experiencia es lo que quisiera, pero lo que me preocupa es la curiosidad que yo pueda despertar en ellos. Entonces, es una de las razones muy profundas, pero muy profundas dentro de mí, de querer yo recuperarme no tanto por mí, ni por la sociedad ni por mis hermanos, sino por ellos. Es algo que siempre, siempre me ha tenido preocupado y de verdad a mí me da una pena tremenda, el no tener la fuerza de poder dejar la droga definitivamente, para que ellos vean, pues, de que el mundo en las drogas no es nada bueno.

Ahora, yo digo que por ellos, pero también pienso que si yo no me recupero y no asumo la responsabilidad de negarme a ese mundo, no voy a poder ayudar a los demás. Estoy definitivamente de acuerdo en que primero tengo que salvarme yo para después poder salvar a otros.

Le cuento que estuve metido en el mundo delictivo, pero no era un mundo delictivo normal –por decir algo, pues. No era del que estaba parado en una esquina con un revólver, esperando que alguien pasara para robarlo, no. Era otro tipo de mundo delictivo. Tenía carro, con otros robábamos en un telecajero, robábamos a otras personas con sus carros y todo, luego lo llevábamos a otro sitio por allá donde lo dejábamos. Huíamos con el carro y con su dinero, cosas así. Nunca herimos a nadie, nunca matamos a nadie…

Cuando nosotros hacíamos eso no estábamos drogados, no, en absoluto. En mi caso siempre usaba la droga para escapar de las cosas. No iba a robar o…Yo digo robar porque realmente es un robo, pues, o un hurto, también robaba carros y ya es hurto, pues, no es robo como es normal sino hurto. No me drogaba para hacerlo, lo hacía… satisfacía algunas cosas como eran ropa, todas esas cosas, de repente ayudar a alguien que, bueno, de repente está limpio, pues.

Yo muchas veces robaba un carro para ir a venderlo o de repente tenía un carro con el que yo trabajaba, que era un taxi, entonces andaba ya con dos o tres personas más, robábamos otro carro, lo íbamos a vendé, y nos quedábamos en el carro en el que yo andaba. Entonces, claro, uno se reparte el dinero. Siempre hay gente comprando carros robados. Siempre en cualquier parte, cualquier carro, en las condiciones que sean, por “tal” precio. Entonces, pues, no me drogaba para hacerlo, sino que después que lo hacía ya era donde “venía disfrutando lo que hacía”, entre comillas, es decir, a la playa, a rumbeá, ropa, darle a quien no tuviese: “¿Limpio? Bueno, yo te regalo ahí… ¿Estás limpio? Toma”… -como uno dice, pues. …“¡Alíviame!”… -“Bueno, entonces agarra ahí”… “¿Estás pegáo?”… -“Bueno, agarra unos realitos ahí para que te resuelvas un rato”… Y así, pues, y ésa es una forma de convivir entre el mundo delictivo, darle a quien no tiene, después cuando tú no tienes, ellos sí pueden darte a ti. Y nos conocemos entre todos.

El drogadicto, o mejor dicho, la enfermedad de la drogadicción está en cualquier núcleo social, en cualquier parte: en la alta, en la media y en la baja. ¿Grupos? Bueno, de repente en un edificio viven no sé qué cantidad de personas y hay cinco o cuatro muchachos de ese edificio y se reúnen a fumar en la parte de abajo del edificio, y cada quien ya hace su actividad, y todas esas cosas. Existen diferentes tipos de drogas que son consumidas por diferentes clases sociales. Por ejemplo, en los barrios lo que más se consume es la marihuana y el crack. Y en las altas sociedades lo que más se consume puede ser desde el crack y la heroína, y la cocaína. La cocaína sí, pero más que todo en estos tiempos es la heroína, y se denomina también como “H” o “letra” también le dicen.

 Entonces es mucho más fuerte, es una droga más cara, una droga con unos efectos devastadores tanto psicológicos como económicos, sociales… en fin. Y es una droga altamente dependiente. Aquí nosotros estamos, y un ejemplo: yo pude haber consumido droga el día de ayer en la calle, y hoy estoy acá y puedo pasarme el día de hoy sin consumir. Y desde el día de hoy en adelante, pudiese dejar de consumir, si yo quisiese, esa droga. Pero lo que es la heroína…Yo consumí heroína ayer y el día de hoy estoy acá, y entonces estuviese enfermo con dolor en los huesos, vómitos, mareos, náuseas… la que llaman “la mona”. Ésa es la única droga que te deja ese tipo de efectos. Entonces, definitivamente, algunos consideran de que es mejor seguirla consumiendo que dejarla de consumir. Eso lo piensas estando en la droga, más nada. En tu sentido cabal y en tu cabalidad, tú por lógica tienes que saber que lo mejor es dejarla.

4.8. Relato 8 – Informante: Abraham

Bueno, yo empecé hace quince años, más o menos, y fue poco difícil, debido a la muerte de mi madre, me “pegó” bastante y por ahí me fui, fui siendo alcohólico. Yo tenía 20 años cuando murió mi mamá.

Antes de los veinte años yo no había consumido droga, fue después de la muerte de mi mamá. Yo no vivía con ella, yo vivía aparte, vivía al lado de la casa de mi madre, pero como madre e hijo nos llevábamos pésimamente, pero como amigos nos llevábamos bien. Ella era mi apoyo…Nos llevábamos pésimamente porque ella era un poco autoritaria, también. Pero eso quizás fue lo que me llevó a mí a que yo fuera alguien, bastante tiempo. Ella era un poco autoritaria, me pegaba dos, tres gritos… Si yo le decía cualquier cosa, ella, así fuera una olla, me la lanzaba. Era agresiva conmigo, y no se trataba de darle o no motivo porque a fin de cuentas era un respeto que yo tenía hacia ella. Pero como es lógico, cuando ella estaba equivocada, yo trataba de hacerla entrar en razón. Pero ella no lo tomaba así, ella me decía: “¡No!”… O: “¡Yo estoy desayunando!”… y me tiraba los platos. Ella no me escuchaba por ese lado. Por lo demás, bueno, como amigo sí me llevaba bien. Ella me pedía consejos a mí más bien. Ya era una contradicción.

Ella me pedía un consejo que… por lo menos no vivía con mi papá, y vivía con un señor. Y ella me pedía consejo, que qué hacía, que se sentía mal… Y cuando se sentía deprimida o cuando se sentía feliz, también. Y para mí era por lo menos mi papá, el que me tomaba en cuenta. Me tomaba en cuenta por ese láo, que ella era la que… Ella se sentía mal al vivir con ese señor, pero qué más podía hacer, ésa fue su decisión y yo tampoco iba a ser nadie para quitarle necesidad que hay de ella tener un hombre, pues, somos seres humanos, no podemos tomar las cosas tan así. Teníamos una relación más bien como de amistad, pasé a ser el confidente de ella. Bueno, cuando ella muere, yo me pongo a vivir con una muchacha. Yo no vivía con mi