un cigarro más grande a cada uno y le tomaron la foto. Un cigarro más grande, pues, uno de esos Malboro que son grandes, que se ven de aquí a… no jo’ (sonrisa) y ahí los pillaron. Entonces parece que con el teléfono le tomó foto. Ellos conocen a la gente de aquí porque íbamos todos con shores, con el balón y entonces se dieron cuenta.
Ahorita tengo veinticuatro años y ocho años consumiendo droga. Consumí marihuana, Éxtasis, jarabe que llaman “el tremedal, “piedra”. Consumí pastilla de farmacia y Éxtasis también. El Éxtasis lo consumen otros como su vicio personal, pues. Les gusta andá extasiados, caminá todo extasiados. Extasiados es que usted no está en este mundo, pues, sino que está viendo lejos, pues… alucina, pues, ve esta grabadora y entonces la grabadora se mueve, entonces tú oyes, te distorsiona el cerebro con alucinaciones. Se ven y se escuchan cosas. Y la marihuana, bueno, la marihuana te da ganas de comer, te da sueño, te da por descargar… Si eres dibujante, dibujas bastante, si pintas la pared, haces eso un poco rápido, te da es agilidad, pues, pero también es una droga y te daña el cerebro, porque va quemando más rápido.
Yo estuve aquí en la Comunidad Terapéutica en el 2006 y me fui paráo, y entonces volví a decaé. Me fui paráo, pues, me dieron de alta y todo. Y duré casi seis meses aquí, me fui con mi familia y volví a decaé, volví a seguí fumando, entonces me vine otra vez y me aceptaron. Seguí como repitiente, pues, ya voy para el mes aquí. Todavía no he cumplío el mes. Aquí tenemos las terapias educativas, que son muy buenas, la comida también, el deporte, y las clases que nos están dando ahorita y unos cursos que nos van a dá pero todavía no han llegáo. Para las terapias nos reúnen en grupo para hablá nuestros problemas, las cosas que hemos hecho, cómo arreglar el centro, cómo seguir trabajando con nuestros problemas y, bueno. No dura mucho, porque son casi una hora y media de terapia, después que termina la terapia nos ponen a ve películas, películas buenas también. No son películas de drogas ni nada de esas cosas, puras películas educativas, no cristianas porque ninguno somos cristianos, pero siempre educativas, no cosas malas, pues.
Yo empecé a consumir no fue por aceptación de grupo ni fue por problemas de familia, sino fue por curiosidad. Eso fue una vez que estaba yo en una cancha, entonces prendieron un tabaco de marihuana de este tamaño más o menos (señala con las manos). Entonces yo estaba al lado y les pregunté que qué sentían, y dijo el chamo: “No, se siente bien y tal”… –“Dame pa’ probá”… Entonces yo agarré y probé, y me vi que no me dio ninguna reacción, se me pusieron los ojos rojos pero ta’ba normal, pues. Después al día siguiente fui y compré yo mismo, y me fui pa’ mi casa y empecé a dibujá, y cuando empecé a dibujá hice unas cosas que… (risa) no jó’, que primera vez que había hecho y de ahí se me quedó hacé algo, me hizo efecto.
Yo estaba estudiando, no hacía deporte, pero sí estaba estudiando. Y ta’ba también en el mundo del graffiti, que son los dibujos que yo no sé si usted los ha visto por las paredes. Y entonces me gustaba dibujá, pero cuando agarré la marihuana me dio como más talento pero también me quitó talento, porque mis padres y mis hermanas, y todo eso, empezaron a verme mal: “Que esto, que lo otro… que era drogadicto, que era esto…”… Pero nunca perdí mi…–¿cómo se dice? – mis derechos, pues, mis cosas, pues, yo siempre estaba bien. Porque cuando uno prueba las drogas por curiosidad las cosas se ven normal, entonces… No sé, el ciclo de la vida te empieza mostrar otras cosas. Como vas creciendo, entonces ahí empiezan los problemas con tu familia o con tus mismos amigos, o con tu novia. Los mismos problemas que todos tenemos en las casas, pues… “Oye, busca trabajo…”…Entonces uno, como ya está consumiendo, cada vez que tiene un problema, se va y consume y se le olvida el problema. Otros no consumen, otros hacen otras cosas. Pero cada vez que vas consumiendo te ‘tas hundiendo más, entonces vas como que más al hueco y no quieres salí porque quieres puro fumá, fumá, fumá y fumá… Ya se acostumbra el organismo, pues, se vuelve un hábito.
Y pienso en lo que haría para que nos niños no consuman droga…Bueno, yo les diría que hicieran deporte, que tuvieran la mente muy ocupada, que escucharan mucho a sus padres, que no se dejen llevar por las amistades ni por la televisión ni por la moda, porque la moda también te lleva mucho a consumir droga, y crean en ellos mismos también, y crean mucho en el Señor, porque el Señor te da la vida para que tú tés aquí y tengas una meta, algo que cumplir en la vida. Y, bueno, decirle NO a las drogas porque son malas, y al cigarrillo y al alcohol también. Pero siempre tienen que tené en frente y mirá siempre a’lante, porque si miras para ‘tras o te echas para ‘tras, eso es mentira que va agarrá impulso, porque eso mentira. Uno tiene siempre, cada día, pararse y pedirle las gracias al Señor y pa’lante pa’ lo que estás haciendo, si estás estudiando, si estás trabajando, si estás ayudando.
Pero yo creo que trabajo no te protege nada, porque el trabajo te da dinero, y te conviertes en un hábito de manipular el dinero y tener facilidad de comprar droga o de comprar alcohol, o de comprar lo que sea. Y ya te vas volviendo como más adulto porque estás manejando el dinero. Pero el deporte y las clases, y el teatro, o lo que sea, que sea ocupado, que tú no manipules dinero, así te tienes protegido de las drogas ¿ve? Pero un trabajo, eso es mentira. Tú puedes conocer un amigo y te dice: “Mira, vamos pa’ mi casa, yo tengo una fiesta”… Y de repente en la fiesta el amigo está “oliendo” y está “oliendo” “perico” o tá’ consumiendo marihuana, o se está inyectando. El dinero es una puerta para muchas cosas, para muchos vicios, para muchas cosas, pues, porque el dinero te compra… nunca compra la felicidad. Eso sí, pero el dinero te compra que si pistola, que si droga, que si el alcohol… Prostituye a las mujeres, se prostituyen los hombres también por el dinero. Y ahorita que hay mucha pobreza, el dinero es como oro. El dinero pa’ la gente pobre es oro, pa’ los ricos no es oro más bien lo botan ¿ve? Pero, bueno, yo les digo a los niños que estudien y le digan NO a las drogas y al alcohol, ni nada a todas esas cosas malas, pues, siempre el deporte para delante, el deporte, prepararse para la vida, estudiar.
Y otra cosa: lo que es el dinero que se le da a los niños, bueno, eso es como la cédula. La cédula se la sacan a uno a los nueve años. Bueno, el dinero para un niño ahorita tiene que ser cuando ya tenga dieciséis años, cuando ya tenga conciencia de que si tiene veinte mil bolívares, no va ser irse a comprá alcohol o na’ sino guardarse,