que la recuperación está en la calle, que tú salgas de aquí y pases por allá, por el centro, por otro sitio y estás consumiendo. Eso es una cosa que te va a llamar, te va a llamar y te va a incitar. Es ahí donde tú ves si verdaderamente tienes fuerza de voluntad para no consumir. Pero esto es un sitio maravilloso, de darnos estudio. El hecho de estudiar y hacer deporte, es lo que verdaderamente lleva al venezolano a echar hacia delante.
4.7. Relato 7 – Informante: Marcos
Mi experiencia en el mundo de las drogas, ante todo yo tengo que reconocer que primero fue curiosidad Siempre llega un punto en el que te mata la curiosidad por saber algo. Por ejemplo en mi caso, yo realmente por lo particular soy muy curioso, curioso a un límite, en el punto en que sepa de que ahí ya no puedo conseguir más nada, pues simplemente dejo de buscarlo. Pero donde yo sé que puedo conseguir más, sí, por curiosidad sigo buscando hasta conseguir lo que busco.
Cuando empecé estaba yo pequeño, como de dieciséis, diecisiete años, más o menos. Yo tengo veintisiete años ahorita, voy para veintiocho. Y al principio era curiosidad, como ya yo le dije, y también era como por pasarla bien. La primera vez que yo me drogué la pasé “muy bien”, entre comillas, y luego ya después quieres repetir la experiencia, pero cada vez se va agravando más la situación. Yo tengo veintisiete años y ya han pasado diez, once años ya de la primera vez que lo hice. Pero esto a lo largo de todo este tiempo nunca me cohibió de hacer otras actividades, entonces yo dentro del mismo problema yo estudiaba, trabajaba, me relacionaba con la gente, a ver cursos, chicas, novias, amistades, salidas. Siempre estaba socializando, nunca fui alguien que me quedé estancado, que me quedé pegáo en un hueco grueso, y todo alrededor iba pasando y yo allí. Aunque debo reconocer de que estando en el mundo de las drogas el tiempo te va pasando, las cosas te van pasando a tu alrededor, a pesar de que yo quiera decirte que siempre estaba en contacto con la sociedad y todo eso, de alguna manera el tiempo me iba pasando. Tal vez de que en diez años, de uno proponerse hacer algo en diez años, es bastante lo que se pueda lograr, pero si estás en el mundo de las drogas definitivamente no haces nada. El problema también se abrió paso por la inconstancia. Entonces de repente yo comenzaba un curso y no lo terminaba. De repente comenzaba a trabajar en un buen
sitio… Tuve la suerte de que los trabajos que conseguía eran buenos, relativamente buenos para mi situación o para mí como mi vida personal, para mis gastos, todo eso. Entonces llega un punto en el que me vuelvo inconstante, de repente abandono el trabajo porque creo tener la capacidad de conseguir otro y realmente era así. Entonces de repente un día jueves me quedaba sin trabajo y ya el lunes estaba trabajando nuevamente en otra parte, siempre dentro del mundo de las drogas, siempre.
Al principio era marihuana, porque era una droga supuestamente feliz, una droga que supuestamente la pasas bien, una droga que supuestamente te permite relacionarte con otro tipo de personas, te permite hacer otras actividades también. De hecho, te da hambre, son síntomas de la sustancia en sí. Pero ya después se fueron agregando otras drogas, como era la cocaína. Pero esta droga yo la catalogaba como para momentos especiales, dentro de lo que uno considera momentos especiales: un Fin de Año, una fiesta, un matrimonio, una reunión social donde hubiese alcohol pudiese ser combinado con esta droga. La marihuana, podría hacerse sin beber alcohol. Yo muy poco bebo alcohol. Entonces, luego ya era el crack, ya esto a la largo de los años. Estos últimos cuatro años son los que me vi más afectado con crack, esa “piedra” que la llaman así ¿no? Sí, porque entonces había un punto, al comienzo, y eso le pasa a todas las personas que comienzan y que están en este mundo, todas comienzan más o menos el mismo camino con la marihuana, luego es cocaína. Es una mezcla entre dos drogas que es la marihuana con crack. Las mezclas las dos y tienes una reacción, entonces ya después quieres tener otra reacción que es diferente a esas dos juntas, entonces ya es una sola, que por eso la gente llega a un punto en que no fuma marihuana, no inhala cocaína, no bebe, no fuma cigarrillo, sino crack. O sea, que se “pegan”, se “pegan” en eso, porque el crack es muy adictivo… El organismo te pide, básicamente el cuerpo. Bueno, el cristiano te habla sobre la “carne”, entonces la “carne” te pide alcohol, la “carne” te pide rumba, la “carne” te pide droga, la “carne” te pide sexo. Entonces ya todo depende realmente de la persona que quiera hacerlo. El cristianismo, para uno, viéndolo desde otro punto de vista y no cristiano, uno es el cuerpo que te pide la droga, el cuerpo que te pide el alcohol, el cuerpo que te pide todas las cosas. Todas las cosas que el cuerpo te pide, depende de ti si satisfaces el cuerpo o no
Es una decisión plenamente de la persona. No hay personas que interfieran, no. Hay unas personas que lo toman por aceptación. Entonces de repente están en una fiesta, un grupo con otras personas, y puede haber un drogadicto entre esas personas, y va a haber otra de esas personas sanas que quiera experimentar, para que sea tomado en cuenta ante los otros grupos. Bueno, ése no es mi caso, mi caso simplemente fue curiosidad, y de hecho por esa curiosidad, ya después fui yo el que podría aceptar a otra persona.
En la relación con mi familia, al principio yo siempre tenía algo bien en claro de que yo siempre puse mis condiciones, a pesar de que estaba, pues, en el mundo de la droga. No dejé de estudiar, claro, en un principio, ya después se intensificó el consumo y ya después dejé de hacer ciertas cosas. Vas eliminando actividades que te puedan restar tiempo para tú consumir drogas, vas abandonando responsabilidades. Por eso el drogadicto es muy, pero muy irresponsable, es extremadamente irresponsable. De hecho, pues, yo considero que la persona más irresponsable que puede tener la sociedad es el drogadicto. Otro punto con mi familia: yo siempre sospeché de que ellos sabían, siempre, siempre sospeché de que ellos sabían y yo no sé porqué, pero se me metía en la cabeza…-no sé, de repente era los mismos efectos de la droga. Me justificaba yo mismo y yo decía: “Bueno, para mí, ellos saben, pero yo estoy estudiando, yo estoy trabajando, estoy haciendo un deporte, estoy haciendo un curso, ellos no tienen porqué meterse tanto y reclamarme tanto, y recriminarme tanto el hecho de que yo consuma droga”… Era lo que yo me metía en la cabeza. Cuando comienzo a dejar actividades, a evadir actividades, ya comienzan a ver mi irresponsabilidad ante mis cosas que realmente son para mí: mi curso es para mí, no es para ellos. Entonces decidí, pues, sentarme en la mesa con ellos. Yo me acuerdo que eso fue hace mucho tiempo con mi mamá -que en paz descanse, Dios la tenga en su gloria- y mis dos hermanos mayores. Mi papá hace mucho