Inicio > Medicina Preventiva y Salud Pública > El consumo de drogas en el contexto venezolano. Relatos de experiencias > Página 30

El consumo de drogas en el contexto venezolano. Relatos de experiencias

mamá, pues, o sea, yo era vecino de mi mamá. Tenía alquilada una casa y yo llegaba a la casa de mi mamá. Ella sí andaba siempre pendiente de mi comida: “Mira, ¿comiste? ¿No comiste?”… Siempre estaba pendiente de mí, y como me decía ella misma y mi padastro (sic) que hasta que yo no llegaba, ella no estaba tranquila si no me veía. Pero entonces cuando me veía o escuchaba mi voz, se quedaba tranquila, dormía, todo eso. Pero como no andaba en malas juntas y nada por el estilo, ella lo que le importaba era saber si yo llegaba o no llegaba, por lo menos, de una grabación donde estaba trabajando.

Yo empecé a grabar en la televisión como a los diecisiete, dieciocho años. Bueno, la televisión fue significativo, bastante significativo, fue algo que también me llegó inesperadamente. Tenía en ese tiempo talento y no lo conocía, fue en un casting que estaban haciendo en Marte TV. Ésa era una productora que comenzó grabándole a Venevisión. Ahí trabajé en varias novelas…Me llevaron para el casting y casualmente quedé y me dijeron que tenía que ir a una producción que era un poco larga y un poco difícil. Usted sabe que hay mucha gente que tiene talento y por más que sea hay mucha gente que tiene dinero, que prefieren, pagan para que sus hijos sean… –qué sé yo- lo mejor en hacer publicidad. Mientras hacían publicidad, van ganando, pues poco a poco, porque eso es más que todo lo que busca la persona: publicidad. Yo fui descubierto por un buen director, y por ahí me fui. Después me escribió otro personaje de la televisió, también me metió en un personaje de una obra de teatro y cuanto él murió posteriormente, estaba yo trabajando con él también en una obra de teatro también. Tenía bastantes aspiraciones, pero luego que muere mi madre yo me dedico al alcohol. Empecé a tomar de buenas a primeras, porque me “pegó” bastante, me “pegó” bastante. Me dolió mucho la muerte de mi mamá, era la única persona que tenía, pues, fue mi apoyo. Tengo un hermano que está vivo, gracias a Dios. Ella murió y mi hermano quedó vivo después que ella dio a luz, eso fue un preclance –creo que fue la cosa–, de todos modos yo en esos términos médicos no estoy así muy enterado. Pero, fue un golpe bajo, y me dediqué al alcohol, me dediqué a criar a mi hermano, fue difícil. Y fui dejando un poco la televisión de lado. Fue un “choque” que no lo supe canalizar y me dio una depresión, una vida que la gente se daba cuenta, pues, que no estaba yendo a trabajar como actor y si iba a trabajar, iba “prendío”. Fui descuidando todo y cuando vine a ver estaba alcoholizado, pero entonces superé esa etapa. Yo duré bebiendo como de agosto a mayo. Y no “le paraba”, no tenía responsabilidad, no “le paraba”, así. Después me conseguí una muchacha, tuve amores con ella. Así fue que me di cuenta que tampoco la vida era como yo la llevaba… Mucha gente me lo decía: “La vida continúa, no te puedes echar a morir”…

Entonces fui superando un poco lo del alcohol, seguí trabajando, pero en qué momento exacto no sé, consumí droga, entonces me quedaron “las raíces”… “las raíces”… Empecé con el “perico”, fui tocándolo poco a poco los fines de semana con amigos, no con amigos del trabajo. Ahí me daba yo toda mi “bomba”, pues, pero así ocasionalmente.

Cada vez que tenía un problema con mi señora y entonces llegaba y ¡swiss!… sobre todo cuando me separé de mis hijos, que ahí sí caí por completo en la droga. Yo me separé de mis hijos a los veintiséis años, ahorita tengo treinta y cuatro, mi hijo va para quince años. Con mi esposa tengo tres, dos varones y una hembrita, ya tengo realmente tengo seis años que no los veo, pero siempre sé de ellos. No les puse tanta importancia y ahora veo las secuelas que dejó y que ahora mis hijos no están. Gracias a Dios están estudiando, pero no se sienten muy bien emocionalmente. Y gracias a Dios nunca les di mal ejemplo, pero emocionalmente se sienten mal y no quiero que vaya a pasarles lo mismo que a mí me pasó en la vida. Mi esposa está con ellos, es una buena mamá, pero no tienen el apoyo de su padre. Según ella me ha dicho, mis hijos no saben que yo soy un consumidor de droga, y yo tampoco quiero que ellos se enteren. Me separé de mi esposa porque teníamos problemas, era un poco muy excitada. Claro, no sé si es que estaba muy jovencita, yo empecé con ella a los dieciséis, algo como a los veintidós años. Y no es fácil cuando las muchachas se comprometen a temprana edad, porque como no han disfrutado de la vida, entonces uno no las entiende, pues, o sea, se fastidian un poco.

A partir de allí empecé el consumo. Yo lo tomo desde el punto de vista de que empecé a consumir la droga hace como ocho, nueve años, estuve consumiendo diferentes tipos de droga, por lo menos en pastillas. Consumí “perico”, consumí el crack, pero fueron etapas. Consumí la marihuana, aunque últimamente la ligaba, ya no me sentía bien con una, o sea, hay que hacer una liga para poder ir al Éxtasis. Yo consumía era para evadir los problemas. Para evadir que tenía que… qué se yo, buscar una ayuda. Mi pensamiento era en ese momento: “Es que nadie… nadie… nadie ayuda…”… Pero como todo tiene un precio también. Yo confío en Dios…entonces yo decía: “No vale, nadie ayuda así de gratis, nadie ayuda a nadie, no es fácil”… Entonces siempre había algo a cambio. Y por lo menos yo vi muchas personas que me quisieron ayudar y era para obtener algo a cambio como… “Mira, que yo te puedo ayudar…”… por lo menos hombres, y resulta que eran homosexuales, para satisfacer los instintos y… “No, vale, tengo mi honor”… No caí en eso. Entonces me fui un poco también ayudando así: “¿Cómo alguien como yo…?… Tengo que salir adelante algún día sin la ayuda de nadie”…Pero no fue fácil. Entonces se me fue pasando el tiempo y no pude.

A raíz del duelo por la muerte de mi mamá, me fui de donde estaba viviendo… Ahora mi señora está en el Zulia… Y yo al verme tan feo y al verme así mal, me vine de Caracas. Yo no vivía exactamente en Caracas sino en un barrio, de repente me fui pa’ otro barrio por allá, y empecé a dormir en un camión, en la calle, tuve una vida de calle, duré aproximadamente cuatro años. Es duro, pero siempre hay algo que… cuando uno confía en Dios, todo le va bien a pesar de que estés haciendo algo malo, y mientras lo esté haciendo como… quizás inocentemente… No soy inocente, pero cuando uno no está con mala fe ni con mala intención hacia nadie, todo le va bien así estén los peligros latentes, Dios siempre lo protege a uno.

Y yo llegué aquí porque me enteré que estaba esta Fundación y decidí venirme. Me lo dijo un compañero que estaba aquí y decidí venir. Y bueno, gracias a Dios que estoy aquí. Aquí nadie consume droga, gracias a Dios no. Aquí estudiamos, tenemos deporte. Nos paramos en la mañanita –ése es el diario vivir. Nos paramos en la mañanita, nos paramos en el patio cantamos el Himno Nacional, luego desayunamos y nos