todos los días, algo como: “pararse, cepillarse, y lavarse la cara”, sí, pero tú, ¿entiendes? ya tú sabes lo que viene en el trabajo y lo que vas a hacer, como quien dice: “Lo que se aprende con el tiempo no se olvida”… Bueno, yo duré trabajando un tiempo, y sabía qué era lo que hacía, llegaba, me drogaba, llegaba, salía un ratico a almorzá, me volvía a drogá, me iba a trabajá y entonces salía otra vez del trabajo y a la droga.
La causas que me llevaron a consumir droga fue curiosidad, porque yo nunca tuve problemas con mi familia, nunca tuvimos problemas económicos ni sociales, nada. Curiosidad por conocer los efectos de las drogas, para ver qué sentía. En ese tiempo estaba famosa la marihuana y yo veía que todo el mundo fumaba y los grandes, y yo quería ser grande ya. Entonces vi que un amigo la probó, me dijo que se sintió bien, y entonces yo quería probarla. Yo nunca había oído nada nunca, pero empecé a escucharlo mucho, mucho, para que consumiera. Es que te llevan cerveza, y te enseñan la marihuana, no estaba sonando mucho.
Muchos años atrás, como treinta, no se hablaba de marihuana y era como un tabú. Ahorita los jóvenes hablan de eso en la calla como cualquier cosa. Yo he visto ya señores, chamos, pasan la calle fumando, ¿pero qué fuman? Cuando pasa el olor, huele a marihuana… ¡Coño! Yo cuando estaba empezando a fumá, tenía que fumá escondío. Ya después de cinco años para acá ya yo fumaba en una placita, sentado, normal, normal, me sentaba como que si yo estuviera en Jamaica, pues, nadie me molestaba ni la Policía, porque los policías, si pasaban sabían, o sea, no me conocían sino que no tengo pinta de malandro, entonces no vivo en un barrio tampoco, vivo en una zona buena, en la zona norte. Entonces… normal, pues, un chamo normal que estaba sentado ahí, a menos que pases caminando, que te llega el olor. En mi caso que no había problemas familiares, no había problemas económicos, que me estaban echando de la casa, sino que en el ambiente social, la marihuana, la cocaína, se mencionan como se menciona la cerveza, el ron, como normal. Entonces, cuando yo empecé a fumar, me mudé. Yo fumaba y yo vivía en otro lugar, entonces me mudé, ya yo estaba fumando pero poco, entonces empecé a escuchar… Dos chamas allá me preguntaron: “Coño, vamos a probá esto…”…
Entonces probamos, entonces ya empezaron a reunirse más gente, como quien dice, a la (…), como las personas así que estaban consumiendo droga, estaba empezando a llenarse, más gente, más gente y más gente, y se volvió como normal. Nosotros estábamos hablando siempre, pero éramos nosotros siempre un solo grupo de gente, un solo grupo de personas. Todos, todos vivíamos cerca, y sabíamos quiénes, por lo menos toda esa zona de las casas, sabíamos quiénes consumían y quiénes no ¿entiende? Y por supuesto, lo que se consume. No tuve un momento de decir NO, ya en ese tiempo no estaba adicto. Después de dos años para acá estaba adicto y trataba de pararla dos días, pero… Hay una cosa: cuando tú fumas mucha heroína, durante siete meses, te da lo que nosotros llamamos “la mona”, abstinencia, “la mona”… Empiezas a temblar, te da escalofrío, botas espuma por la boca, por la nariz, entonces no quieres comer, no quieres ir al baño, no quieres hacer nada, sino que tienes que consumirla a juro para estar normal. Ya yo había durado… ya yo tenía ocho meses fumando marihuana todos los días, nunca recibí tratamiento. Cuando llegué aquí a la Comunidad Terapéutica tuve que pasar “la mona” cinco días horribles, lo único que me daban eran unas gotas de valeriana, nada para desintoxicar y que sí se puede comprar en una farmacia, pero el jefe dice que no porque sino te vas a volver adicto a eso. También nos dan Metadona quita “la mona”, Metadona y el Preveral. Entonces le decíamos: “Jefe, cómprame unos potes de Preveral”… –“Ajá, pero ¿mañana qué? Mañana tengo que comprarte dos potes más y pasado mañana también tengo que comprarte dos potes más”… Y es verdad, yo pasé cinco días horribles acá con “la mona”, horribles, horribles. Cuando estaba así, la gente de la comunidad me ayudaba, me daban caramelos, me llevaban agua fría, no podía tomar agua fría, tenía que tomar agua tibia, me llevaban Alivet, Teragrip, para ver si me calmaba. Me daban pastillas porque me daban dolores de cabeza, pero no me daban nada. Se ponían a hablar conmigo para entretenerme. Así, hablar, hablar, hablar, se me pasaba, me estaba durmiendo, de repente me paraba en la madrugada otra vez. Me daban bastante agua para que eliminara, pero igualito, eso no te da…
Entonces me llevaban para el patio a ponerme a correr para sudarla, pero eso no tiene que quitarse corriendo… A mí eso me duró cinco días. El último, por lo menos el cuarto día fue el peor. El cuarto día fue el peor porque duré todo el día que me daban escalofríos, botaba espuma por la boca, temblaba. ¿Hacía calor? Yo tenía que estar con una franela, un suéter y una chaqueta. No me tomaban los signos vitales para ver cómo estaba porque yo sabía qué era lo que tenía. Me daba taquicardia. Lo único así, por estar eléctrico, pues, porque tenía ganas de consumir, heroína. Y eso es lo que se llama “la mona”. Prácticamente los que fuman “piedra” no les da eso, lo que les da es hambre, lo que le da es sueño y hambre.
Eso fue en mayo del año pasado… Mayo, junio… 5 de junio. Por lo menos ya tengo tiempo aquí, me han dado permiso para la casa pero mi mamá viene más que todo para acá y no quiero volver para la zona donde vivía antes, porqué ahí fue donde me eché a perder.
Entonces, quiero entrar a la universidad otra vez, pero fue el pase a la universidad donde yo me eché a perder, ahí fue donde me eché a perder, a sí mismo. Entonces, bueno, no sé si entrar a otra universidad, tengo planeado hacer un trabajo en una universidad. Pero es verdad que a donde yo vaya están las drogas. Yo sé que el problema está en mí y por eso tengo planeado irme del país, porque lo que pasa es que, me pongo a ver, por ejemplo, mi hermana consumía droga, y ella está viviendo en los Estados Unidos y está sanita, con dos chamitos, y está perfecta. Pero ella no duró tanto tiempo como yo.
Actualmente, por lo menos a mí, el jefe me ha dicho que ya estoy listo para irme, pero no me quiero ir, aquí estoy bien, no me hace falta nada aquí, le tengo miedo a la calle. Yo nunca estuve en la calle, nunca vi la calle. Amanecía en la calle era porque estaba en casa de un chamo rumbeando, pero nunca estuve involucrado en nada y no lo voy a hacer tampoco. No, pero no tengo ésa costumbre como esos chamos que llegan horribles de la calle, sucios… Entonces yo me acuerdo cuando llegué, llegué, flaquito, pero no soy cochino.
Vine aquí por mi propia voluntad, me habían nombrado un centro y yo iba a entrar a una comunidad terapéutica y un tío me lo iba a pagar, tenía que ir a unas charlas y